La provincia de Matanzas planea construir para este año 1.200 nuevas viviendas, informa la Agencia Cubana de Noticias, que no especifica el déficit total de casas en ese territorio.
De cumplirse ese plan, representará 200 casas menos que las construidas en el 2022, cuando se terminaron 1.400 viviendas.
Para el cumplimiento de ese objetivo, el Gobierno de Matanzas solo tiene previsto que 443 de esas viviendas se realicen con recursos estatales, mientras el resto se dividirán entre la modalidad de esfuerzo propio (540) y la de subsidio (235).
Noel R. Pérez Rosabal, director de la Vivienda en Matanzas, informó también que este año tienen previsto concluir 25 casas destinadas a los damnificados por el incendio de la Base de Supertanqueros, pero el reporte no mencionó el total de viviendas dañadas por el siniestro.
El funcionario apuntó que es necesario incrementar la producción de materiales con recursos propios, promover el uso del canto, de viviendas con techos de bóveda y aprovechar espacios en desuso.
Pérez Rosabal añadió que entre los objetivos de este año tienen la erradicación de solares y la atención a madres con tres o más hijos, pero no ofreció cifras al respecto.
A finales del pasado año, Vivian Rodríguez Salazar, directora general del Instituto Nacional de Vivienda, informó que en el país se habían eliminado 7.000 pisos de tierra y 52 cuarterías. El reporte no dio las cifras de la cantidad de viviendas con ese tipo aún sin resolver, ni el número total de cuarterías que quedan en Cuba.
En sentido general, el plan de viviendas en el año recién finalizado en todo el país se incumplió —como es norma desde hace décadas— al solo llegar al 58% de lo previsto. En 2022 se fabricaron 21.229 viviendas, apenas 2.000 más que el año anterior, pero esas cifras no reflejan la calidad de esos inmuebles.
Las últimas estadísticas oficiales revelan que en Cuba hay un déficit de más de 800.000 viviendas. A ello se suma que una buena parte del fondo habitacional de La Habana, la ciudad más grande del país, se encuentra en regular o mal estado, debido a la falta de mantenimiento y reparación desde hace décadas.
En una reunión del Consejo Nacional de Innovación celebrada en diciembre último, el primer ministro, Manuel Marrero, reconoció que la construcción de viviendas es "lamentablemente, uno de los programas que no marcha bien. Siempre se nos va por razones objetivas: porque no hay cemento, porque no hay acero, porque no hay recursos financieros para la importación".
Ello no impide, en cambio, que las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior cumplan sus planes de construcción para sus efectivos, según arrojan las cifras oficiales.