El Gobierno cubano, mediante la resolución 328/2022 del Ministerio de Finanzas y Precios, aprobó extender hasta el 31 de marzo del venidero año el plazo para la importación sin carácter comercial de plantas eléctricas, con una potencia superior a 900 voltios, informa la Agencia Cubana de Noticias.
La medida permitirá que todos aquellos que despachen desde el extranjero plantas eléctricas antes o durante esta fecha límite, puedan entrarlas al país si se encuentran aún en tránsito y arriban con posterioridad.
Según la Gaceta Oficial número 87 la resolución entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2023.
La decisión, adoptada inicialmente a principios de septiembre por la Aduana General de Cuba, respojde a la crisis eléctrica que padece el país, que este año tocó fondo con apagones diarios de hasta 18 horas por más de tres meses.
Aunque para autorizar la importación de estas plantas eléctricas la Aduana solo mencionó las afectaciones en el sector residencial, los principales importadores de esta clase de dispositivos hoy son los dueños de restaurantes, cafeterías y otros negocios, quienes se ven obligados a usarlas para poder mantener en pie sus negocios.
Pero como la crisis energética afecta además al combustible que se vende en las gasolineras, en agosto la corporación CIMEX racionó la venta de gasolina para plantas eléctricas en el país. A los propietarios de tales equipos solo se les autorizó entonces la compra de "diez litros de combustible (gasolina) cuando esté en existencia en los CUPET".
Aparte de lo anterior, para conseguir ser atendido en las gasolineras, los interesados deben darse de alta en las oficinas territoriales del Ministerio de Economía y Planificación, presentando allí el carnet de identidad y la propiedad de la planta eléctrica.
A partir del 15 de agosto, el Gobierno flexibilizó las regulaciones aduanales que incluyen tarifas y tasas nuevas para las importaciones de los viajeros, e implican la admisión de una mayor cantidad de productos de carácter no comercial por pasajero.
Desde esa fecha, los cubanos pueden importar hasta cinco teléfonos celulares, en vez de los dos permitidos hasta entonces, así como dos plantas eléctricas de una potencia menor a 900 voltios. También se les permite igual número de motos eléctricas, aunque puede llevarse una tercera como carga acompañante.
Esas disposiciones suponen dejar a la actividad de los viajeros y "mulas", quienes se dedican a realizar "turismo de compras", buena parte de la actividad de importación de los productos que el Gobierno no es capaz de ofertar a los habitantes del país.
Gran potencia 900 watts? ......da risa.