Después de más de tres meses sin referencia alguna de la situación de los dos médicos cubanos secuestrados en Kenia, una visita oficial del canciller de ese país a Cuba saca el tema de manera muy somera y sin atisbos de solución.
Miguel Díaz-Canel recibió el lunes al doctor Alfred Mutua, secretario del Gabinete para Asuntos Exteriores y de la Diáspora de Kenia. En un tuit, el gobernante habló de deseos del régimen se consolidar las relaciones aliadas y del agradecimiento por una gestión para liberar a los especialistas secuestrados desde hace tres años, de la que no dio ningún tipo de detalles.
"Recibí al canciller de Kenia, @DrAlfredMutua, y le confirmé la voluntad de continuar afianzando lazos de amistad y cooperación entre ambos países. Agradecí el compromiso y apoyo del gobierno keniano en empeño por lograr el regreso seguro a #Cuba de nuestros médicos secuestrados", escribió Díaz-Canel en su mensaje.
La prensa oficial, además de hablar sobre el encuentro, las fuertes "relaciones políticas, la cooperación e intercambio económico-comercial" y la voluntad de extenderlas, relegó el tema de los médicos desaparecidos. El portal oficial Cubadebate lo menciona en el último párrafo de su nota.
"Al más alto nivel (los gobiernos de) Cuba y Kenia sostienen conversaciones y gestiones para lograr el regreso seguro de dos médicos secuestrados en abril de 2019 en la ciudad de Mandera, en el noreste de ese país, cerca de la frontera con Somalia y blanco de ataques del grupo armado somalí Al Shabab", señaló el medio, que cita a Prensa Latina y la Presidencia.
El cirujano Landy Rodríguez Hernández y el especialista en medicina general Assel Herrera Correa, de cuya suerte no hay noticias claras, integraban el contingente de un centenar de especialistas cubanos que llegaron en 2018 a Kenia.
A inicios de julio, el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, se reunió en Nairobi con el presidente saliente de Kenia, Uhuru Kenyatta, quien subrayó el compromiso de su Gobierno con el rescate de los dos médicos cubanos secuestrados.
En el tercer aniversario del suceso, el pasado 12 de abril, fuentes de la embajada cubana en Nairobi dijeron a EFE que "la esperanza no se pierde", pero admitieron no contar con pruebas de vida y subrayaron que no había novedades en el caso.
El 23 de marzo un tribunal del país condenó a cadena perpetua al conductor del vehículo en el que viajaban los dos médicos cuando fueron secuestrados, tras declararlo culpable de colaborar en el rapto.
Desde el secuestro, el Gobierno cubano habla de "gestiones" para el regreso de los galenos, pero hasta ahora han resultado estériles, en medio de gran secretismo en torno al asunto.
La última vez que se mencionó a los doctores fue el pasado 15 de septiembre, cuando Díaz-Canel recordó el cumpleaños de Herrera Correa en un mensaje publicado en Twitter, un día después de que la viceprimera ministra del régimen Inés María Chapman se reuniera con el nuevo presidente de Kenia, William Ruto, para mantener el negocio de los profesionales de la salud de la Isla, sin que se haya abordado el tema de los dos secuestrados, al menos de cara a la prensa.
Solo el Gobierno de Kenia ha dado alguna información de las conversaciones con líderes tribales. Así las autoridades pudieron confirmar, hace ya meses, que ambos doctores seguían vivos y en Somalia.
La exportación de servicios profesionales, mayoritariamente médicos, es una de las principales fuentes de ingreso del Gobierno cubano, que se queda con al menos el 75% de lo que pagan los países de destino en concepto de salarios.
Además de tener que entregar la mayor parte de sus salarios, los profesionales de la salud cubanos enviados a misiones en el exterior son sometidos a una fuerte vigilancia ya la restricción de sus libertades fundamentales.
Estas condiciones han sido denunciadas por organizaciones defensoras de derechos humanos y la ONU ha advertido que podrían constituir formas de "trabajo forzoso" y "esclavitud moderna".
Solo dos escenarios, o les pasaron la cuenta hace rato el ver que no había rescate alguno; o que no los van a soltar hasta que no paguen por ellos.