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Escasez

La carne de cerdo en Cuba está cara, escasa y durísima al cocinarla

'Tú ves las cabezas de los puercos en exhibición para la venta y los colmillos que tienen son larguísimos, se ve que son viejísimos.'

Holguín
Crías de cerdo.
Crías de cerdo. Diario de Cuba

"La carne de cerdo no solo está cara y escasa, ¡también está dura! Dura de verdad, para ablandarla hay que darle hora y pico en la olla de presión", comenta a DIARIO DE CUBA Libán, un holguinero que trabaja en un restaurante arrendado.

"Ya no hay puercos nuevos (de un año o año y medio), todos los puercos aunque sean de 100 libras o menos son viejos, de más de dos años. La gente se pasa varios años para criar un puerco. No crecen ni engordan rápido por falta de piensos buenos. Los crían con poca comida o comida insuficiente. Se tardan tanto, que luego la carne es durísima y cuesta mucho ablandarla", explica.

En efecto, a pesar de los altos precios, su actual "dureza" y el recurrente desabastecimiento, la carne de cerdo sigue siendo la preferida de los cubanos, especialmente en este mes de diciembre donde el lechón asado es por tradición el centro de las festividades de Nochebuena y fin de año. Aunque en los últimos años, principalmente bajo la "coyuntura", la "continuidad" y la Tarea Ordenamiento que signan el Gobierno de Miguel Díaz-Canel, esta tradición se ha vuelto prohibitiva para la mayoría de los cubanos.

"Todo es caro, principalmente la corriente (eléctrica), y mira que hay que gastar con la carne de ahora para que se cocine bien. No es poca cosa, tiene un pellejo tan duro que a veces ni con dos horas se puede masticar. Sin dudas esta forma de crianza incrementa el gasto eléctrico porque la mayoría de las casas, al menos aquí en Holguín, cocinan con electricidad. ¡El contador se vuelve loco marcando kilowatts!", asegura Susana, un ama de casa.

"Tú ves las cabezas de los puercos en exhibición para la venta y los colmillos que tienen son larguísimos, se ve que son viejísimos. Antes casi todos criábamos un puerquito, para comerlo en la casa o para venderlo, y en menos de un año se montaba en 150 libras o más. Vendían por la calle soya, maíz, cebada, harina de trigo, de todo. Ahora nada de eso aparece, se hace apenas con las sobras de la casa y si acaso yuca rayada. Tengo un cerdo de siete meses y ahora es que está pesando 30 libras", explica Susana.

Juan José, que es productor porcino asociado a la empresa porcina estatal PorHolg, comenta que "la producción de carne porcina ha cambiado radicalmente. Antes de este desbarajuste, de esta desgracia que hay ahora, el negocio tenía problemas pero funcionaba. Se criaban bastantes cerdos y había un aseguramiento bastante estable por la empresa, del 70% de los alimentos, y en la calle (mercado negro) no faltaban los piensos. Pero eso es cosa del pasado".

"Al año se montaban los animales en dos quintales (90 kg) fácilmente. La soya es un alimento imprescindible para acelerar la ceba. También es importante el pienso de inicio para la preceba, que tiene la fórmula básica, pero ese ya no viene con estabilidad. Los productores por su cuenta ni en sueños lo consiguen", agrega.

"Se crían con plátano burro, yuca, si acaso un poquito de maíz porque es demasiado caro, las sobras de la casa y tal vez palmiche, que tampoco se puede echar mucho porque se sobregira el costo de inversión y no da la cuenta. En la televisión dicen que hay que criar cerdos criollos de capa negra y usar alimentos alternativos como el palmiche (fruto de la palma real), pero esa raza es de poco crecimiento y baja conversión alimento/carne; y se complica más porque el palmiche es también lentísimo para la ceba de los animales".

"El que tenga que criar con palmiche y pagarla al precio que está, tendría que vender la libra de  carne en mil pesos por lo menos. No da la cuenta. Hay que inventar mil estrategias para poder criar. La misma empresa porcina nos vende la asignación de los piensos en dólares y uno tiene que andar con cuidado porque si te descuidas no ganas nada. Al contrario, pierdes", afirma.

"Por ejemplo, antes yo criaba hasta 300 puercos y ahora apenas tengo 37, ¡y es demasiado!, porque ando corriendo para conseguir comida. Y mi promedio era de diez meses para montarlos en el peso de venta (entre 80 y 90 kg), y ahora es de 14 meses. Así anda la cosa", dice con un gesto crítico.

El pasado mes de noviembre, el periódico oficialista de la provincia de Santi Spíritus —Escambray— dio a conocer en un artículo acerca de la producción porcina, que en esa provincia aspira a culminar el año con una producción de 1.500 toneladas, menos del 9% de las 17.000 toneladas que se producían en 2018. Una situación que es extrapolable al resto del país.

Mientras tanto, el Instituto de Comercio Exterior de España (ICEX) dio a conocer recientemente que la carne de cerdo que Cuba importa desde el país ibérico se incrementó diez veces en los primeros nueve meses del año en curso con respecto a igual periodo del 2021. Ese fue el año en que terminó de desplomarse la producción nacional, cayendo en más de un 50% .

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3 comentarios

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Y los españoles frotándose las manos de placer pues envían sus productos a la colonia de nuevo,sin embargo tienen medidas de proteccionismo a sus productos. Nada que seguimos igual antes que el 20 de Mayo de 1920.Pronto verán compañías de voluntarios de la corona,pues el orgullo cubano se ha quedado en sexo solamente, quizás eso demuestra el gran número en aumento de pingueros y jineteras ...

Manuel Marrero debería solidarizarse con sus congéneres porcinos. Pobrecitos animales, ¡cómo sufren cuando les están clavando el cuchillo para con su carne alimentar a puercos humanos como Marrero!

La verdad es que, tras más de 60 años cebándose, es normal que los puercos del PCC estén ya un poco pasados de duros.