Trozos de metal en el azúcar que comen los cubanos, ¿y el responsable?

La emisora oficial Telebandera, de Cárdenas, Matanzas, se hizo eco de lo que calificó como "varias quejas referentes a la calidad del azúcar (blanca) distribuida en la red de bodegas correspondiente al mes de noviembre".

De acuerdo con ese reporte, que no indica el volumen del alimento afectado ni los sitios específicos en que fuera vendido, las quejas de las personas tienen que ver "con el aspecto físico del producto, fundamentalmente su coloración. Sin embargo lo más significativo consiste en la llamada de atención de un consumidor del Consejo Popular Santa Marta, tras detectar fragmentos de materias extrañas no solubles dentro del azúcar".

"Inmediatamente, una muestra del producto fue llevada al laboratorio del Centro Municipal de Higiene y Epidemiología de Cárdenas, donde se confirmó la presencia de partículas objetables (trozos de materiales que varían en tamaño y cantidad). Según los estándares especializados, ante las condiciones actuales ese producto alimenticio no es apto para el consumo humano", asegura la nota.

Sin precisar en qué consiste el material contaminante, Telebandera se limita a señalar que el Ministerio de Salud Pública local "indicó a la Empresa Municipal de Comercio y Gastronomía detener la venta del azúcar en todas las bodegas del territorio".

Y, como es habitual cuando las víctimas son cubanos comunes, agrega: "Por el momento se realiza una investigación orientada por las autoridades locales de muestrear la totalidad del azúcar que se encuentra en las unidades, proceso que debe extenderse hasta inicios de la semana".

Asimismo, la directora de Higiene y Epidemiología local, Bella Canosa Besú, asegura que "a medida que se certifique cada bodega, se restablecerá paulatinamente la venta del vital producto de la canasta básica, en dependencia de su estado de inocuidad".

Finalmente, dice la nota que las personas que ya compraron el azúcar afectada "deberán devolverla a la unidad correspondiente para su posterior reposición", según habría asegurado Heykel Vázquez Moreno, subdirector de la Empresa Municipal de Comercio y Gastronomía.

En el foro de la propia publicación de Telebandera en Facebook, los afectados arrojan más luz sobre lo ocurrido. Por ejemplo, Silvia Tirse cuestionó el enfoque de la nota: "No son inconformidades, son realidades. Se debe revisar lo que se vende para el consumo humano y pronunciarse al respecto con prontitud ante un tema que lleva rato, desde que comenzó el mes, y ya hay personas que la han consumido", cuestionó.

Por su lado, Menalda de León comentó: "Simplemente lo que pasó fue que la refinería estaba rota y al arreglarla no limpiaron correctamente la máquina, y encima de eso que el control de la calidad del producto en Cuba no existe".

Varios de los implicados cuestionaron que en la nota de Telebandera nunca se mencione buscar al responsable. Desde la vecina Mayabeque, Isela Breso subrayó: "¿Donde están los responsables de la calidad? El azúcar es un asco en todo el sentido de la palabra, no solo en Cárdenas, aquí en San José de las Lajas es igual. Hay que hacer un almíbar y después filtrarla por un colador para dársela a los niños. Es extremadamente asquerosa, no creo que los seres humanos merecemos eso. Y por favor, eso no tiene nada que ver con bloqueo... solo es falta de exigencia, de responsabilidad y supervisión".

Yosiel Landin Gamazo, funcionario en la Empresa Provincial de Acueducto y Alcantarillado, se sumó: "¿Quién controla? Toda la azúcar cruda que se comercializa hace meses en varias bodegas de la ciudad de Matanzas simplemente no es apta para el consumo. Gran cantidad de partículas extrañas, algunas de ellas metálicas y otras no sabemos su composición, y así la consumimos, sin saber el efecto en la salud nuestra y de nuestros hijos".

"Ahora por una denuncia se paralizó la venta, y si no se denuncia no se detecta, porque no existe un sistema efectivo para controlar las producciones y las ventas de alimentos ni al sector privado ni al estatal. Ojalá se revise el asunto y mejore la calidad del azúcar que se comercializa a la población. La única que podemos consumir, pues no existe otro mercado donde la podamos adquirir", finalizó.

Varias madres y abuelas señalaron que ya el azúcar había sido consumida por los niños de su familia. "Dios mío, qué falta de respeto. Ya mi nieto en Varadero había consumido esa azúcar con nueve añitos y mi hija se lo dijo al bodeguero y le respondió que había venido así. ¿Será posible que no haya confianza ni en consumir lo que viene por la canasta básica?", agregó Neidys Ceballos López.

Según otros foristas, al pasar un imán por sobre el azúcar los fragmentos extraños se pegaban a este, por lo que debió tratarse de limallas de metal.

Más, Iraida Mesa Almeyda aseguró que esta clase de problemas no se presentan solo con el azúcar de la bodega: "También en la sal hay pedacitos de vidrio. Dios mío, hay que escoger el azúcar, también la sal. O pasarla por un colador".

La venta de comida en mal estado, caducada o sin los requisitos mínimos de calidad en establecimientos estatales se ha vuelto tristemente usual en Cuba. 

Por ejemplo, en octubre pasado, la mortadela que vendieron a los consumidores del municipio La Lisa, en La Habana, a través de la libreta de abastecimiento, en las carnicerías estatales, era "una masa verdosa y nauseabunda, con un sabor muy ácido", de acuerdo a una publicación en Facebook del Instituto Cubano para la Libertad de Expresión y de Prensa (ICLEP).

En este caso los reclamos de los afectados no transcendieron y los consumidores tuvieron que elegir entre hacer de tripas corazón y adquirir el producto o no comprarlo, lo que es casi un lujo en un país que atraviesa una severa crisis alimentaria.

En un reciente análisis legal sobre el problema, DIARIO DE CUBA indicó cuáles son las vías legales existentes en la Isla para que los consumidores afectados por esta clase de violaciones busquen una reparación.