Los cayos del norte de Ciego de Ávila también quedan por ley a disposición del Gobierno

Como antes hiciera con Playa Larga, en Matanzas, Soroa, en Artemisa, y Antilla, en Holguín, el Consejo de Ministros de Cuba decidió por decreto que los cayos del norte de Ciego de Ávila sean declarados como zona con regulaciones especiales, tras considerarlos en la categoría de "territorio de preferente uso turístico".

A partir del Decreto-Ley 331, De las Zonas con Regulaciones Especiales, el Gobierno tomó el Acuerdo 9.428 de 2022, publicado en la Gaceta Oficial número 109, y con fecha del 4 de noviembre de 2022, según el cual el área restringida incluye a Cayo Guillermo, Cayo Coco, dos de los que tienen mayores explotaciones hoteleras, y los cayos Antón Chico, Antón Grande, Romano y Paredón Grande, donde existen proyectos de desarrollo turístico de envergadura, casi todos en la provincia de Camagüey.

Además, la normativa comprende bajo la misma consideración las aguas marinas al norte y entre esos islotes.

La decisión supone que, además de regular el cumplimiento de regulaciones ambientales y de áreas protegidas, en esa zona "solo se permite la ubicación de viviendas asociadas al desarrollo de golf e inmobiliaria, moteleras para trabajadores y viviendas dirigidas al alojamiento de especialistas extranjeros, vinculados a la actividad turística, a partir de medios básicos", así como "campamentos temporales" para constructores y "unidades de la Seguridad y el Orden Interior".

Esto, como en regulaciones similares anteriores, supone que el terreno queda vedado a los cubanos no autorizados.

Para subrayar ese propósito, el reglamento señala que "las actividades de buceo, náuticas y servicios de guías solo se realizan por las entidades especializadas encargadas de garantizar el cumplimiento de las normas
internacionales y con las autorizaciones correspondientes".

Y enfatiza que "el acceso a la Zona se limita solo para actividades turísticas con previa reservación o autorización del Gobierno del territorio; trabajadores de la Zona y personal autorizado".

Otras prohibiciones contempladas en la disposición son la captura de organismos vivos, "excepto de esponja y langosta autorizada al Ministerio de la Industria Alimentaria"; de recursos minerales, "a excepción de las solicitudes aprobadas por las entidades competentes"; de muestras geológicas y restos fósiles; así como el ejercicio de la pesca recreativa, "excepto la realizada con fines turísticos en la modalidad de captura y suelta, o la pesca deportiva en eventos oficiales".

El Consejo de Ministros precisa que el objetivo del área es "desarrollar la actividad turística, vinculada a la vocación de sol, playa, náutica y naturaleza".

En los últimos años el Gobierno cubano ha establecido controles sobre varios territorios considerados estratégicos para el turismo en Varadero, Matanzas, y Antilla, en Holguín. También, por motivos de "seguridad", determinó "restricciones" a zonas de la capital cubana de La Habana Vieja y Centro Habana.