El huracán Ian provocó cuantiosos daños al cultivo del tabaco, "tanto en toneladas como en calidad de un renglón que aporta cada año cientos de millones de dólares por concepto de exportación", reconoció el diario oficial Granma.
Según Cubadebate, el sector sufrió la destrucción de gran parte de la infraestructura en Pinar del Río. Así lo confirmó el delegado de Agricultura de esa provincia, Víctor Fidel Hernández, quien afirmó que se trata del mayor golpe que ha sufrido la infraestructura tabacalera a lo largo de su historia.
Según la agencia EFE, Ian dañó el 90% de las alrededor de 12.000 casas de cura natural, donde se almacenan las hojas de tabaco para su secado.
Hernández dijo además que se mojaron "alrededor de 11.000 toneladas de tabaco que estaban en proceso de cura, por lo que muchas de ellas tendrán que ser descartadas".
Para cambiar este escenario de cara a la próxima cosecha, que debe iniciar el 20 de octubre, el funcionario estima que "serán necesarios unos 170.000 metros cúbicos de madera y 600 toneladas de puntillas".
El golpe de Ian se produce en un momento ya delicado para el sector tabaquero cubano. La empresa estatal cubana de tabacos produjo de enero a junio menos de la mitad de lo planificado, por falta de insumos básicos, problemas logísticos y averías, entre otros problemas.
La situación, continuación de la experimentada en 2021, ha provocado "inestabilidad" en la "distribución en la red de ventas minoristas" del tabaco dentro de Cuba, reconocía este agosto Granma.
El tabaco es el cuarto mayor sector por ingresos de Cuba. La cosecha de tabaco pasó de 32.000 toneladas en 2017 a 25.800 en 2020, según datos oficiales.
El sector emplea a unos 200.000 trabajadores, que se elevan hasta los 250.000 en el pico de la cosecha.
El año pasado fue uno de los peores para el campo cubano en la última década, dijo recientemente el ministro de Agricultura, Ydael Pérez Brito.
Total, si la industria azucarera se ha dejado arruinar por incompetencia y desidia. El sistema no sirve.