El bombero cubano Elier Manuel Correa Aguilar, muerto en el enfrentamiento al incendio que estalló el 5 de agosto en la Base de Supertanqueros de Matanzas, fue condecorado póstumamente con la Orden 6 de junio de Segundo Grado, en su natal Bayamo, provincia de Granma, informó el medio estatal Granma.
La condecoración, emitida por Miguel Díaz-Canel mediante el Decreto Presidencial 477, fue entregada a Manuel Correa González, padre del joven de 24 años, por el primer coronel Landres Gutiérrez Torres, jefe del Ministerio del Interior (MININT) en la provincia.
"Mi hijo seguramente hubiera recibido esta medalla con mucho orgullo, porque nuestra familia nunca le ha fallado a la Revolución", dijo a Granma el padre.
Correa Aguilar, herido durante el enfrentamiento al incendio, falleció en la noche del 10 de agosto. Según publicaciones en Facebook del escritor Julio Gonpagés y de la periodista Yuni Moliner, el joven le había dicho a su madre que era el primero en la fila y que no tenía miedo.
"'Mami, yo soy el primero en la fila, no tengo miedo'..., le dijo Elier a su mamá. Ese día estaba de descanso y no quiso quedarse", escribió Moliner, quien añadió que al Correa Aguilar le faltaban "apenas unos meses para un traslado hacia una unidad más cercana a Granma".
Correa Aguilar fue el segundo bombero fallecido debido al siniestro reconocido oficialmente, pues los otros 14 estuvieron reportados como desaparecidos durante varios días.
Antes se había dado a conocer la muerte del bombero cienfueguero Juan Carlos Santana Garrido, de 60 años, cuyo cuerpo pudo ser rescatado e identificado.
La semana pasada, el Gobierno cubano condecoró a otros seis bomberos muertos en el incendio, con la mencionada orden. Según la web de la Presidencia de Cuba, la Orden 6 de junio se creó en 1988 para entregarse a miembros o unidades del MININT por méritos extraordinarios en las misiones asignadas, o éxitos muy relevantes que hayan contribuido al mantenimiento de la Seguridad del Estado o el orden interior.
Los fallecidos condecorados fueron el primer suboficial Diosdel Nazco Vargas y los soldados Leo Alejandro Doval Pérez de Prado, Adriano Rodríguez Gutiérrez, Fabián Naranjo Núñez, Luis Ángel Álvarez Leyva y Pablo Ángel López Martell.
La orden fue entregada a sus familiares por Susely Morfa González, primera secretaria del Partido Comunista de Cuba (PCC) en Matanzas.
Familiares de varios jóvenes muertos en el incendio han rechazado el tratamiento heroico que pretende darles el Gobierno. "Mi niño no es un mártir, es una víctima del Servicio Militar Obligatorio. Perdonen, el dolor no me permite continuar. Él no tenía que estar allí", lamentó la abuela de Leo Alejandro Duval Pérez de Prado, Vivian López.
La opinión ofrecida a DIARIO DE CUBA por un experto apunta a que esos hombres fueron en realidad víctimas y varias de esas muertes pudieron ser evitadas.
Amauris Betharte Chapeaux, ex inspector de Seguridad Química, opinó que uno de los mayores fallos del siniestro radicó en "las respuestas de emergencia".
El experto explicó que, según las normas estándares internacionales, en este tipo de instalaciones deben haber al menos dos bombas, una de agua y otra de espuma, y al menos una se debe activar automáticamente.
El otro factor decisivo para Betharte Chapeaux es "la preparación del personal", ya que "instalaciones como esta deben contar con un equipo de bomberos propio", puesto que deben estar muy bien preparados y "mostrar un grado de especialización para atender este tipo de situaciones". Algo que obviamente no se cumplió en esta tragedia, ya que se encontraban prestando labores jóvenes reclutas sin la suficiente preparación. Lo que "ha causado la mayor cantidad de víctimas".
"Si se hubieran tenido los equipos y toda la técnica contra incendios necesaria, ellos no hubieran estado allí cuando la segunda explosión, e incluso se pudo haber evitado esa segunda explosión", opinó.
"Los mandaron a un suicidio", señaló Betharte Chapeaux, quien recalcó que era imposible apagar el incendio con mangueras de agua, como las que vieron en las imágenes que los medios oficiales.
Entre los muertos hay cuatro jóvenes soldados de entre 19 y 21 años. Varios de ellos que se encontraban cumpliendo el Servicio Militar como bomberos, y su presencia en el lugar del siniestro ha sido criticada duramente por muchos cubanos, que han acusado de irresponsabilidad a las autoridades.
A raíz de ello, una campaña que exige la abolición del Servicio Militar Obligatorio en Cuba cobró fuerza en las redes sociales.
<<Correa Aguilar, herido durante el enfrentamiento al incendio, falleció en la noche del 10 de agosto>>.
El Caracoquismo anda necesitado de batallas épicas. La realidad demuestra que fue un asesinato, que la dictadura no tuvo la más mínima consideración con la vida de estos mulatos y que no tenían la más puta idea de cómo lidiar con un evento como este y que aplicaron la ley del cojonerismo, la Sigüaraya y el vamos a ver, a costa de vidas inocentes. Hasta los idiotas merecen un réquiem.
Los idiotas sí, pero los esbirros y oportunistas no.
El padre es un idiota
Se tenía que haber quemado el ... Estúpido
Medallas para lavarse las manos, aunque ni con cloro se las pueden limpiar. Y dicho sea de paso, lo que dijo el padre, si fue sincero, refleja una mente enferma, y si fue oportunismo, da profundo asco.