La familia Peraza trabaja el tabaco desde hace varias décadas en una finca en el municipio de San Juan y Martínez, en Pinar del Río. En 1945 adquirieron en propiedad poco más de ocho hectáreas en una zona de donde salen los mejores puros del mundo.
La finca había pasado de generación en generación hasta 2013, cuando la empresa tabacalera estatal decidió expropiarle parte de las tierras para otorgársela en usufructo a otra familia.
Desde ese momento esta familia de vegueros y las autoridades del Ministerio de la Agricultura (MINAGRI) entraron en un litigio que perdura hasta hoy.
"Un día de 2013 que ya no recuerdo, se apareció una delegada del Ministerio de la Agricultura y tres inspectores con un mapa catastral donde dice que ya no eran nuestras 3,5 hectáreas de la finca", contó a DIARIO DE CUBA Vladimir García Peraza, hijo de la dueña de la finca, María Cruz Peraza, y actual heredero de la propiedad.
"Vienen con un documento que no tiene validez jurídica alguna, pues solo tiene carácter técnico, y en ese momento nos enteramos de su existencia. Parte del terreno expropiado es donde está mi casa y el pozo de agua para regar el tabaco", indicó.
"Ahí comenzó esta disputa, que llega hasta hoy", agregó García Peraza.
"Hemos reclamado en varias ocasiones al Ministerio de la Agricultura, pero por supuesto, este organismo actúa como juez y parte y nunca nos dan la razón. Primero dijeron que mi madre había solicitado un deslinde donde quedan fuera estas tierras, algo totalmente falso", indicó.
"Cuando volvimos a reclamar y demostramos esa mentira evidente, argumentaron que la reclamación había prescrito por el tiempo transcurrido, obviando que todo el tiempo sin poder trabajar el tabaco es precisamente porque estas tierras están ocupadas por otras personas".
García Peraza aseguró que "cada vez que yo les combato un argumento, los funcionarios del MINAGRI buscan otro para no devolverme las tierras. En una de sus respuestas dijeron que mi tío había abandonado el trabajo en la finca (cosa cierta, pero mi tío lo hizo porque se va del país, además de que nunca fue dueño de la propiedad)".
"Entre las violaciones más escandalosas cometidas está la desaparición inexplicable del documento original de la adquisición de esta propiedad por parte de mi bisabuelo, Juan Peraza, con el que puede probarse que la totalidad de las 8,5 hectáreas nos pertenecen. El mapa catastral en que se basan para decir que no son mías está hecho por un funcionario sin la revisión y el consentimiento de mi madre", subrayó García Peraza.
Los documentos originales de la propiedad de la tierra en Cuba están todos bajo custodia del Ministerio de la Agricultura. Los campesinos poseen un papel que acredita el uso y tenencia de la tierra, pero no el expediente original. De ese modo, el Gobierno asegura disponer de los terrenos del país de manera discrecional y posee toda la ventaja en cualquier disputa legal.
Un análisis de este caso, realizado por el grupo de asesoría legal independiente Ayuda Jurídica Ciudadana, señala que "estas tierras fueron usurpadas con la complicidad de la abogada y posterior jefa del Registro de Tierras de San Juan y Martínez, Belkis Nitza Benítez, y de todos los funcionarios y jefes de la agricultura de Pinar del Río".
Según el informe del grupo independiente consultado por esta redacción, "esta funcionaria tiene más de 30 denuncias documentadas en la Fiscalía de esa provincia, de campesinos afectados por similares violaciones, en usurpaciones de tierras de la localidad, fundamentalmente tabacaleras".
Cuando le pido una valoración general de su caso a este campesino tabacalero, solo me sabe decir: "Para mí la mayoría de los funcionarios de la Agricultura son unos corruptos. Se deben favores unos a otros y se apañan entre ellos. Por eso se niegan a devolverme las tierras que legítimamente me pertenecen".
El caso de esta familia dedicada a la siembra de tabaco no es el único. DIARIO DE CUBA ha denunciado el despojo de su finca ganadera y el intento de desalojo de su vivienda contra el campesino Jesús Laborit Brito, quien vive en las afueras de La Habana, también por parte del Ministerio de la Agricultura.
Los funcionarios de ese organismo, con la justificación de haber encontrado plantas de marihuana en sus terrenos, cuya existencia el afectado agricultor dice desconocer, le confiscaron a Laborit Brito todo el ganado. También estuvo en prisión nueve meses y le ha sido imposible volver a poner la tierra a producir.
Hay MUCHOS cubanos despojados. La gran mayoría, si no todos, nunca van a recuperar lo robado, y no hablo solamente de bienes materiales. Los culpables o se han muerto sin pagar por lo que hicieron, o se morirán sin pagar, aparte de si acaso muy pocas excepciones.
El pueblo está mandaó ... abajo Díaz Canel Singao ...
Perfecto, así seguro que va cualquier extranjero a invertir en Cuba.
Creo que les va a faltar tiempo a tanto extranjero inversor ansioso.