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Agricultura

La ola migratoria que vive Cuba vacía el campo de jóvenes emprendedores

'También en el campo emigrar es el mejor negocio', y eso 'se va a sentir en la producción, esto se va a poner más malo todavía con la comida', advierte un campesino.

Mayarí
Un campesino cubano trabajando la tierra.
Un campesino cubano trabajando la tierra. Diario de Cuba

Lejos de perfilarse algún tipo de repunte, la agricultura cubana continúa su caída en picado. Todos los signos apuntan a menos producción y menos rendimientos, y a ellos se ha sumado el éxodo masivo del último año, que vacía el campo de jóvenes. Como el resto de la economía, la agricultura demanda cambios hacia una mayor libertad de las fuerzas productivas. Las medidas y contramedidas tomadas sobre la base de la "continuidad" solo han conseguido alejar al país aún más de la soberanía alimentaria que el Gobierno dice perseguir.

"¿Las 63 medidas? La verdad ni me acordaba de eso. Eso es muela de la misma de siempre. Cero impacto, cero beneficio, boberías que no se notan pasada una semana. La agricultura está hecha trizas: es robo por donde quiera, falta de insumos, todos los precios han subido, no hay petróleo para los tractores y los bueyes se los han robado casi todos", se quejó Alejandro, un campesino de Mayarí, Holguín.

"Tengo 37 años y no voy a seguir esperando a que esto se arregle, estoy vendiendo todo para irme por Nicaragua (para Estados Unidos); se me quitaron las ganas de invertir en la tierra porque me voy a volver loco, te matan el entusiasmo. Yo estaba supermotivado, había hecho inversiones, pero todo aquí se vuelve sal y agua. La finca mía está en 'la yuma', me voy a trabajar donde el trabajo vale. Ésta que la siembren los del Partido si quieren", aseveró en declaraciones a DIARIO DE CUBA.

Solo en Mayarí decenas de campesinos, principalmente jóvenes, que estaban desarrollando una agricultura más comercial y "moderna" en las fincas de sus padres, han emigrado en los últimos meses, mientras otros se alistan. Fueron campesinos exitosos asociados a "paquetes tecnológicos" promocionados durante el Gobierno de Raúl Castro en cultivos priorizados, hoy inexistentes.

Y es normal ver fincas en barbecho, rematando en el mercado informal medios de trabajo como bombas de agua, regadíos, depósitos, etc., así como los materiales de la infraestructura creada en años de sacrificio. El objetivo es reunir el dinero necesario para hacer la travesía migratoria.

"Esas medidas (del Gobierno) en vez de estimularnos nos convencieron de irnos. Yo estoy esperando un primo que me va a ayudar a completar el dinero para irme. Aquí ni en 20 años voy a tener nada trabajando como un mulo al sol, fuera tengo más oportunidad. Esto se jodió ya completo, no sirve este país, no hay esperanza de mejoría", opinó Ismel, otro joven campesino que trabaja junto a su padre en la finca familiar.

"Por aquí se han ido muchos campesinos y los hijos de los campesinos, que éramos en realidad los que producíamos más. Se va a sentir en la producción, esto se va a poner más malo todavía con la comida. Ya poca gente siembra para el negocio, como antes, ahora es un poquito para el consumo y 'el tiroteo' (subsistencia) y bien cerca de la casa para no darle chance a los ladrones", dijo. "También en el campo emigrar es el mejor negocio".

Entre los más decepcionados en el campo con las medidas fallidas del Gobierno y la falta de cambios que representen incentivos reales para la producción, están los productores de tabaco en Mayarí, el municipio líder de ese cultivo en la provincia de Holguín.

"Mis hijos trabajaban conmigo, me embullaron a invertir y teníamos una buena producción de tabaco, pero se fueron y ahora me envían una ayuda desde Estados Unidos. Fue lo mejor que hicieron porque esto está cada vez peor, ya no se puede sembrar nada, menos tabaco que es un cultivo tan exigente. Sin insumos seguros y a un precio incosteable, no se puede. Y la empresa tiene tremendo relajo, no hay ninguna garantía de nada. Si acaso siembro en esta campaña, va a ser poquito, porque entusiasmo no tengo ninguno", comentó otro campesino, que prefirió no revelar su identidad.

Carlos tiene una finca ganadera. Agobiado por los robos y la falta de medicamentos para el ganado, confiesa que apenas sus hijos "se estabilicen en EEUU" y le compren una casa en el pueblo, vende todo lo que le queda y deja el campo. "Que se llene de sao (malas hierbas) el potrero. Entre estos animales y lo que hay que sufrir para trabajar, me tienen enterrado en vida. Y cada vez que veo el Noticiero, lo lindo que hablan, hiervo por dentro".

Son precisamente los agricultores más emprendedores los que, agobiados por los obstáculos, optan por emigrar en busca de la libertad económica que el sistema estatista-planificado imperante les niega. Es, sin dudas, un golpe doble a la producción de los alimentos que el país necesita, al escapar el sector que más la impulsa y desmotivar con las remesas a los que quedan en el campo enfrentando las dificultades para producir.

A pesar de la falta de resultados positivos —o de la agudización de la disfuncionalidad—, en marzo pasado el ministro del ramo, Ydael Pérez volvió a afirmar que "las 63 medidas" siguen siendo el camino para "dinamizar la producción agropecuaria" en Cuba.

Volvió a culpar al embargo estadounidense, a la pandemia y hasta a la Tarea Ordenamiento, del bajo impacto productivo y los decrecimientos, para no reconocer que el Gobierno no logra movilizar las fuerzas productivas. Son los gajes de la continuidad de un sistema que no funciona y que agotó todas sus mañas para generar expectativas con maquillajes que simulan cambios.

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1 comentario

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