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Sucesos

Madres residentes en un edificio en peligro de derrumbe cierran una calle en La Habana

Las mujeres reclaman a las autoridades que las evacúen hacia viviendas seguras, luego de sufrir derrumbes internos en el edificio donde viven.

La Habana
Las madres cubanas durante el cierre de calle en La Habana Vieja.
Las madres cubanas durante el cierre de calle en La Habana Vieja. DIARIO DE CUBA

Un grupo de madres residentes en una edificación ubicada en la Calle Habana, entre Muralla y Teniente Rey, municipio capitalino de La Habana Vieja, cortaron el tráfico y la circulación peatonal frente al inmueble donde residen en protesta por la desatención que dicen sufrir.

De acuerdo con residentes en la zona y fuentes consultadas por DIARIO DE CUBA, las mujeres reclaman a las autoridades que las evacúen hacia viviendas seguras, luego de sufrir derrumbes internos en el edificio donde viven.

Si bien las madres que protagonizan el cierre de la calle se negaron a brindar declaraciones a esta redacción, varios vecinos de la comunidad dijeron que los derrumbes parciales ocurridos en el edificio han afectado sobre todo a dos madres solteras con hijos.

Una de ellas, llamada Anita, habría dicho que teme por su vida y la de sus niños, por lo que han solicitado ayuda inútilmente a las autoridades del Consejo Popular local, así como al intendente municipal.

Esta es la segunda protesta pacífica que realizan en la semana actual, después que una acción similar trascendiera cuando videos de otro cierre de calle circularon en las redes sociales.

Según comprobó DIARIO DE CUBA, la cuadra se encuentra acordonada por agentes policiales encabezados por un oficial con grados de teniente coronel. Hasta el momento de redactar esta nota, la protesta se desarrolla pacíficamente y no ha sido detenido ningún ciudadano.

Los problemas acumulados en las viviendas cubanas, sobre todo en La Habana, provocan frecuentes derrumbes. Las autoridades suelen limitarse a trasladar a los damnificados a albergues ubicados mayormente en la periferia de la ciudad, a la espera de otorgarles una vivienda. Ello a menudo no ocurre y los albergados tienen que sobrevivir en condiciones paupérrimas durante décadas.

La pasada semana, decenas de mujeres con niños residentes en la denominada Comunidad de Tránsito Comodoro, hicieron una cadena que bloqueó el tráfico en una carretera en Arroyo Naranjo, en la periferia de La Habana, coreando "¡Que venga Díaz-Canel!".

En ese caso, las autoridades las trasladaron a una escuela primaria para "conversar", según publicó un perfil anónimo de la Seguridad del Estado, que minimizó la protesta y dijo que las mujeres gritaron consignas a favor del régimen.

La nota añadió que las madres "fueron atendidas por el Buró Provincial del Partido, cuadros del Gobierno Provincial y principales dirigentes del territorio".

En abril de 2021 se produjo una protesta pública similar, cuando un grupo de albergados, sobre todo madres, cerraron el tránsito en una calle de La Habana, y mostraron carteles exigiendo atención a las condiciones inhumanas en que tienen que vivir a menudo durante décadas esperando que las autoridades cumplan sus promesas de facilitarles una vivienda digna.

Posterior a esos hechos, en varios de los 104 asentamientos temporales de la capital de Cuba se produjeron protestas, entre ellos la comunidad de tránsito Bahía-Plaza, en Habana del Este; Las Guásimas, en Arroyo Naranjo, y El Cuervo, en Calabazar, Boyeros.

Según contó entonces a DIARIO DE CUBA la Dama de Blanco y activista de Cuba Independiente y Democrática Lizabeth Cuevas Carrasco, madre soltera de tres hijos, en la comunidad El Cuervo, donde vive desde hace años tras el derrumbe de su casa en La Habana Vieja, "hay más de 30 cubículos y en cada uno conviven entre cinco y diez personas en pésimas condiciones".

"Hay albergados desde hace casi 30 años. Todos esperando solución a nuestros problemas de viviendas. No tenemos agua porque la cisterna está contaminada y se originaron problemas de la piel como la escabiosis. La electricidad tenía problemas con registros eléctricos rotos. El miércoles por la noche ocurrió un corto circuito, los cables cogieron candela y nos quedamos sin electricidad, con muchos niños, algunos hasta recién nacidos. Sin poder cocinar las madres en las cocinas eléctricas", relató.

Esta situación se produce mientras el Gobierno prioriza la construcción de viviendas para miembros de las Fuerzas Armadas, el Ministerio del Interior y otros aparatos represivos.

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