Funcionarios cubanos viajaron a Italia con el propósito de conseguir que ese país acepte usar las vacunas contra el Covid-19 desarrolladas en la Isla Soberana 02 y Soberana Plus, para luego introducirlas en el resto de Europa y África.
De acuerdo con el reporte de la oficial Prensa Latina, directivos del estatal Instituto Finlay de Vacunas (IFV), con su director general, Vicente Vérez, al frente, así como funcionarios de la comercializadora de medicamentos BioCubaFarma, recorren ciudades de la nación europea negociando acuerdos para llevar sus fármacos a ese país.
Según dijo Vérez, Soberana 02 es "posiblemente la mejor vacuna que hay contra la Covid-19 para niños", después que en la Isla se aplicara en ese grupo de la población y luego se organizaran campañas similares en Nicaragua y Venezuela.
El funcionario aseguró que mientras en Italia la ola de contagios por la variante Ómicron fue de igual magnitud que la provocada por la Delta, en Cuba fue la décima parte "debido a los niveles de vacunación alcanzados" en la Isla y a la cobertura vacunal pediátrica con Soberana 02.
"Hemos tratado de sensibilizar a la sociedad italiana respecto a que tenemos un instrumento muy importante para vacunar a los niños con un nivel de seguridad importante y estamos tratando de tocar a diferentes actores, porque evidentemente hay una barrera para que un producto hecho en Cuba, desarrollado en Cuba, entre en Europa", dijo Vérez, sin mencionar que se trata de fármacos aún no evaluados por entidades independientes ni presentados a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para su homologación.
No obstante, aseguró, el propósito de la visita es "encontrar una fórmula que nos permita llegar, en un momento determinado, a que nuestras vacunas puedan ser utilizadas en Italia y el resto de Europa, por una parte, y en colaboración con Italia puedan llegar a niños de África y otros países".
Asimismo, la delegación presentó los resultados del ensayo clínico Soberana Plus Turín, realizado en colaboración con el hospital Amedeo di Savoia, de la ciudad capital de la región de Piamonte, con voluntarios italianos que se inocularon los inyectables de la Isla.
A partir de ello, dijo Vérez, "aspiramos a más y aspiramos a que justamente la vacuna Soberana 02 pueda estar disponible para los niños italianos en un momento determinado y a partir de ahí para los niños europeos y de otros países".
"Nos estamos moviendo con dos dosis de dos a 18 años con Soberana 2 y una de Soberana Plus, que fue lo que hicimos en Cuba y ha tenido tan buen resultado, y además, estamos moviendo la vacuna Soberana Plus como refuerzo del niño o joven convaleciente, que en estos momentos tampoco tiene opciones de vacuna", afirmó.
Y agregó que La Habana busca alternativas mixtas que permitan "con vacunas producidas en Cuba o terminadas en Italia" empezar "a movernos en ensayos clínicos y podamos comenzar a usar esa vacuna incluso para otros países fuera de la Unión Europea".
A pesar de todos los esfuerzos del Gobierno de Cuba por exportar sus inyectables, apenas aliados políticos como Irán, Vietnam, Venezuela, Nicaragua, Siria y San Vicente y Granadinas las han usado, de conjunto con otras de diverso origen. México estaría comenzando a aplicar la vacuna Abdala en fecha próxima.
Asimismo, en febrero último La Habana pospuso por segunda ocasión la entrega de la documentación requerida por la OMS para la homologación de los fármacos. En esa ocasión las autoridades de la Isla aseguraron que cumplirían con ese requisito, mandatorio para exportar ampliamente los inyectables, en el actual mes de marzo.
Mientras, las circunstancias se han complicado para esos propósitos, sobre todo después que la OMS seleccionara a Egipto, Kenia, Nigeria, Senegal, Sudáfrica y Túnez para crear centros de producción de vacunas contra el Covid-19 de Pfizer y Moderna dirigidos a los países de África.
Cuando en 2020 La Habana anunció el inicio de la producción de sus vacunas, indicó que estas serían puestas a disposición de los países más pobres. Ello aún sigue sin ocurrir.
