Los cubanos celebraron con pocos lujos, mucha música, y nuevas medidas restrictivas ante el incremento de casos de Covid-19 el cambio de año, una fecha que el oficialismo también festeja por el aniversario del triunfo de la Revolución, el 1 de enero de 1959.
Tanto la Navidad como el año nuevo cerraron un 2021 difícil para la Isla, donde realizar la tradicional cena del 24 de diciembre y del 31 ha sido complicado debido a los elevados precios de los alimentos y la escasez de bienes básicos, informó la agencia EFE.
Ambos festejos se han vivido sin grandes pretensiones desde que se permitieron en 1997, tras 28 años suspendidos por el régimen cubano. La tradicional fecha se retomó, aunque sin grandes decoraciones alegóricas, por las gestiones del papa Juan Pablo II.
Cuba despidió el año también con una galopante inflación, la devaluación de su moneda local, una dolarización parcial de la economía, desabastecimiento de muchos productos básicos, alimentos y medicinas.
En ese escenario, el país reabrió sus fronteras el 15 de noviembre luego de varios meses de encierro para evitar nuevos contagios de la Covid-19 y en un intento por oxigenar su economía, muy dependiente a los ingresos del sector turístico.
Se confirma el alza de los casos de Covid-19 el último día del año
El Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) registró este viernes 433 nuevos casos de Covid-19, ningún fallecido por complicaciones asociadas a la enfermedad y 1.210 personas confirmadas con el virus en total.
Al inicio de 2022 Cuba suma 966.004 contagios y 8.322 muertes por el Covid-19 desde el primer caso, notificado en marzo de 2020, según el parte diario del MINSAP.
La Habana mostró este viernes la mayor cantidad de positivos al SARS-Cov-2 por provincias con 84, seguida por la occidental Pinar del Río (67) y la central Camagüey (66).
En Cuba, que no forma parte del mecanismo Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 9,6 millones de personas —casi el 86 % de sus 11,2 millones de habitantes— recibieron las tres dosis de las vacunas locales contra el coronavirus: Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus.
Aunque el país logró controlar los indicadores epidemiológicos luego de pasar por uno de los peores rebrotes de la pandemia a mediados del año, cuando los nuevos positivos superaron los 9.000 casos al día y las víctimas mortales rozaron el centenar diario, con la aparición de Ómicron en los últimos días se ha experimentado una nueva alza en los casos.
El MINSAP ha confirmado hasta el momento más de 40 casos de la mutación Ómicron, muy contagiosa y considerada preocupante por la OMS.
Para contener el nuevo rebrote las autoridades tomaron un grupo de medidas como la exigencia a los viajeros que entren al país de mostrar de manera obligatoria una prueba PCR negativa, además del ya exigido certificado de vacunación de sus países de origen con el protocolo completo aplicado.
También los viajeros que arriben a la Isla procedentes de Sudáfrica, Lesoto, Botsuana, Zimbabue, Mozambique, Namibia, Malawi y Eswatini tendrán que pasar ocho días de cuarentena obligatoria en un hotel destinado al efecto, asumiendo los costos de alojamiento y de transportación.
Los cubanos residentes en la Isla que arriben al país desde cualquier parte del mundo, en el caso de no estar vacunados tendrán que someterse a una prueba PCR en el punto de entrada a Cuba y pasar una cuarentena obligatoria de ocho días en un hotel, asumiendo también todos los costos.
La misma cuarentena de ocho días será obligatoria para los extranjeros matriculados en escuelas internacionales, becas o instituciones cubanas, así como para técnicos y colaboradores extranjeros. En su caso, el aislamiento se hará en sus instituciones de residencia. A todos se les hará un PCR al séptimo día de su arribo.