El ministro de justicia cubano, Oscar Silveira Martínez, presentó este martes a los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) el proyecto del nuevo Código de las Familias, en una reunión realizada en El Capitolio y en la que los parlamentarios del resto de las provincias del país participaron a través de videoconferencia, según publica Granma.
Silveira Martínez describió la única norma dentro del cronograma legislativo cubano que será sometida a referendo popular, como un documento legal con sello de identidad cubano y una dimensión latinoamericana, basado en paradigmas como la no discriminación, la igualdad y la dignidad humana, y en lo más alto de los valores familiares.
Pese a la dimensión latinoamericana de que pretende hacer gala el ministro de Justicia, el Gobierno cubano, que se dice de izquierda, ha estado a la zaga en la región y en el mundo en cuanto a la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo, que avalarían la no discriminación, la igualdad y la dignidad humana.
El doctor Leonardo Pérez Gallardo, profesor titular de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, dijo que el proyecto obedece a los mandatos constitucionales y bebe de experiencias como las de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) en el tema de la protección a la niñez y la adolescencia, y contra la violencia familiar.
Sin embargo, a la FMC no parecen haberle bastado sus experiencias para percatarse, durante 45 años, de los efectos negativos de que las niñas pudieran casarse a partir de los 14 años y los varones a partir de los 16, con autorización especial de los padres.
La versión anterior del proyecto daba a los padres la posibilidad de autorizar excepcionalmente el matrimonio para niñas y niños entre 16 y 18 años.
Según Granma, la mayoría de las opiniones se centró en temas como la protección de la alimentación del concebido, el derecho de la mujer a la reproducción, y la adopción, entre otros.
Pero, en el tema de la obligación legal de proporcionar alimentos, el proyecto no establece una cuantía mínima por debajo de la cual ningún tribunal pueda fijar una pensión para cubrir los gastos básicos reales de la persona beneficiaria. Por tanto, la protección del concebido, así como de todas las personas beneficiarias de pensiones, no está completamente garantizada.
El proyecto, como analizó en una nota DIARIO DE CUBA, no garantiza que los padres cumplan, de manera equitativa, su obligación de contribuir económicamente al desarrollo de sus hijos.
Cubano? sello de identidad castrofascista; ninguno de estos hijos de puta es Cubano.