"A donde otros han llevado soldados, bombas, destrucción y muerte, nuestras brigadas médicas llevan atención, cuidados, medicinas, salud", twiteaba con optimismo el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel a finales de febrero de 2021, cuando la pandemia de Covid-19 ayudó a reimpulsar las "misiones médicas" y a encontrar nuevos "beneficiarios", incluso en países europeos como Italia y Andorra.
Cuando los sistemas hospitalarios a nivel mundial colapsaban debido a la expansión del nuevo coronavirus, parecía que solo Cuba, con 8,4 médicos por cada mil habitantes, estaba lista para hacer frente al flagelo.
¿Pero cómo es que Cuba, una isla del Caribe con una población de 11 millones de personas, posee, según cifras del Banco Mundial, más médicos por cada mil habitantes que potencias como Alemania (4,2), Suecia (4), EEUU (2,6) o Japón (2,4)?
Al mismo tiempo, ¿cómo es que, si en 2010 los médicos destinados a los Consultorios de la Familia en la Isla llegaron a ser 36.478, en 2017 solo quedaban 13.131; es decir, una reducción del 64% en menos de una década?
Las respuestas a ambas preguntas están en el origen y la realidad de las llamadas misiones médicas del Gobierno cubano. Estos son los temas que aborda La otra cara de las misiones médicas cubanas, primer artículo de la investigación realizada en conjunto por DIARIO DE CUBA y CONNECTAS "Médicos cubanos: negocio y política hacia afuera, abandono adentro".
Ambos medios analizan cómo el Programa del Médico de la Familia, creado en 1984 por el difunto Fidel Castro, está en la génesis de estas misiones, y cómo el número de médicos graduados en el país pasó de ser insostenible tras la caída del Campo Socialista y la desintegración de la Unión Soviética a convertirse en el principal renglón de exportación del régimen cubano.
La investigación muestra los convenios de cooperación firmados entre los gobiernos de Cuba y Venezuela, y la cantidad de dinero invertida primero por Hugo Chávez y más tarde por su sucesor Nicolás Maduro, para instaurar y mantener la Misión Barrio Adentro.
A través de los testimonios de profesionales cubanos de la salud destinados en la bautizada república bolivariana por Chávez, así como de encuestas e informes realizados por investigadores e instituciones venezolanas, DIARIO DE CUBA y CONNECTAS ponen en evidencia la realidad que se oculta tras estas misiones y sus efectos para los pacientes en el país receptor y, principalmente, para el personal de salud cubano.
Varios entrevistados explican cuál es el precio de aceptar irse de misión, un precio tan alto que solo lo supera el que pagan quiénes se atreven a negarse a ir.
La investigación se publica íntegramente en la plataforma web de CONNECTAS, accesible aquí: "Médicos cubanos: negocio y política hacia afuera, abandono adentro".