Las autoridades de Artemisa alertaron que, mientras en ese territorio disminuyen los contagios de Covid-19, el Ministerio de Salud Publica (MINSAP) local ha detectado 103 casos sospechosos de dengue en apenas una semana.
Esa cifra debe ser muy inferior a la situación real, dado que en la práctica los cubanos con síntomas de fiebre y malestar suelen evitar asistir al médico para no ser enviados a hospitales y centros de aislamiento con condiciones paupérrimas, y optan por pasar la enfermedad en sus casas y automedicarse.
Yanelis Amador Borrego, directora provincial del MINSAP en Artemisa, refirió que existe un incremento de focos del mosquito Aedes Aegypti, transmisor del dengue, y de casas cerradas, lo cual impide un efectivo control focal, citó la estatal Agencia Cubana de Noticias.
Las autoridades locales anunciaron que a partir del 15 de noviembre comenzará en Cuba una campaña intensiva contra el mosquito, que en Artemisa se concentrarán en San Cristóbal y Guanajay, los municipios de mayor complejidad higiénico epidemiológica.
A fines de octubre, el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, reconoció durante una reunión de Gobierno que hay casos de dengue en todas las provincias cubanas, pero aseguró que ese es un "comportamiento habitual en esta época del año", la etapa "donde normalmente hay que ponerle el máximo de atención a esta enfermedad".
Asimismo, comentó que durante siete semanas consecutivas ha venido creciendo la tasa de incidencia de dengue, aunque no entró en estadísticas.
"Todas las provincias han estado presentando casos de dengue, pasa siempre en septiembre, octubre y noviembre, que son los meses más complicados. Corresponde a su ciclo biológico, pero también es modificable. Hoy están los recursos para combatirlo, tenemos cómo hacerlo y estamos en condiciones de revertir la situación", dijo.
Según Portal Miranda, las provincias con las tasas más altas son Camagüey, La Habana, Ciego de Ávila, Santiago de Cuba y Holguín y tampoco ofreció números.
Antes de la pandemia del Covid-19 el dengue, el zika y el chikungunya, todos transmitidos por el Aedes Aegypti, eran la pandemia silenciosa que golpeaba a los cubanos, y que tras volverse endémica ha hecho que apenas sea tenida en cuenta por los medios oficiales.
No obstante, con al progresivo deterioro del sistema sanitario que se ha profundizado durante el último año y medio y la grave escasez de medicamentos básicos que sufre el país, la expansión de esta dolencia podría afectar a muchos cubanos.