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Compra de combustible con tarjetas prepago: otro quebradero de cabeza para los cubanos

'Surrealista', un 'fracaso': cubanos sufren colas inmensas, pérdida de combustible y saldo al hacer uso de las tarjetas desechables promovidas por CIMEX.

La Habana
Cola para comprar combustible en una gasolinera en La Habana.
Cola para comprar combustible en una gasolinera en La Habana. cubadebate

Tanto trabajadores como clientes cubanos de las gasolineras de la estatal CUPET sufren y se quejan cada día por los problemas que han traído las tarjetas desechables y de recarga de combustible con las que CIMEX ha pretendido eliminar el efectivo de la caja de combustible. Además, se suman los problemas con los servicios de pago electrónico a través de POS (máquinas de venta).

Según publicó el sitio oficial Cubadebate, la situación es diaria, pero el pasado fin de semana cientos de cubanos necesitados de comprar combustible en los servicentros de la ciudad se vieron obligados a hacer colas de horas y luego enfrentar situaciones ridículas a la hora de comprar.

Las tarjetas prepago desechables promovidas desde hace relativamente poco deben ser adquiridas en ciertas tiendas en CUP o en los CUPET que tengan tiendas en moneda nacional. En los que no, como ocurrió en el servicentro de Vento y Santa Catalina, se debe comprar la tarjeta en la tienda de enfrente o en otro CUPET.

Por esta situación, el sábado 30 de octubre, pasadas las 8:00PM un señor llegó a echar combustible al referido CUPET. La tienda de enfrente estaba cerrada. No pudo llegar a otro CUPET y, por tanto, se quedó sin echar combustible.

Esta y otras historias sucedieron el pasado fin de semana, según contó al portal oficial, Ledian Cepero Pérez, cajero del CUPET de Vento y Santa Catalina. 

"Ya se venían haciendo pruebas, pero aceptando ambas opciones, tarjetas y efectivo", dijo. "No estamos preparados para esto. El fin de semana fue lo peor. Con decirte que vinieron gente a echar diez litros con diez tarjetas de 25 CUP, y la operación es de una en una".

Uno de los problemas es con las denominaciones de las tarjetas, que son de 25, 75, 250, 500 y 1.250 CUP y obedecen a que este sistema empezó cuando aún circulaba el CUC, que eran uno, tres, cinco y 10CUC entonces.

"Fue surrealista lo que pasó, solo aceptaban tarjetas magnéticas y estas que venden de recarga, pero hasta las 8:00AM no las vendieron. Lo otro, y fue lo peor, es que había varios choferes con tarjetas de 25 pesos y echaron 35 litros. El hombre tuvo que ir 35 veces de la bomba a la caja. Imaginen la demora ya que solo había gasolina especial y eran dos mangueras, y una de ellas ocupada por más de 40 minutos por un solo auto. Deberían eliminar, o al menos no hacerlo obligatorio, el uso de cupones de recargas prepago. Lo único que logran es hacer más complicado el proceso de compra del combustible", se quejó un usuario identificado como Hectin.

Otra de las situaciones la contó un cliente que esperaba para rellenar su moto en Vento: "Yo mismo quiero rellenar el tanque y el mío lo mismo acepta seis que cuatro, en dependencia, no tengo para medirlo. Le digo 'échame seis', y si me sobra, entonces se traba el POS para hacerme la devolución para mi tarjeta".

Cepero Pérez coincidió en esto último. De todos es sabido los múltiples problemas que ocurren con los POS. El sábado pasado, de hecho, FINCIMEX informó sobre la afectación en el servicio de pagos por tarjeta a través de POS durante toda la mañana.

No es solo eso. "Muchos clientes no saben, les sobra combustible y se van con la tarjeta sin venir a que se les haga la devolución. Piensan que la gasolina está ahí, se van y al final el combustible se queda aquí en la bomba", admitió el cajero del servicentro.

Según Cubadebate, en su recorrido por cinco servicentros de la capital se comprobó que en todos se aceptaba el efectivo y, a la vez, se vendía el combustible en las otras formas de pago.

Sin embargo, en el CUPET de Santa Catalina y Boyeros la cola de vehículos ya no era por las tarjetas prepago desechables, sino porque la máquina para despachar estaba bloqueada.

"Estoy aquí desde las 10:00AM. Hace cuatro horas. Y no aparece un informático, dicen que está en otro CUPET trabajando. ¿Hay un solo informático para toda La Habana?", lamentó Aurelio Gardener. A su lado, Justo Rivalta añadió: "Lo que tienen que hacer es solucionar el problema de las colas en los CUPET, cuando no es el POS, es la comunicación con la bomba".

Osvaldo Caballero, en el Cupet de Ayestarán y Boyeros, dijo que ha vivido bastantes colas, "¿y las tarjetas desechables?, eso es una demora para todo el mundo". Antes de montarse en su carro, en el CUPET de Acapulco, otra clienta dijo: "Esa experiencia es fatal. Para mí, el fracaso del Windows Vista".

Problemas y burocracia

El sábado CIMEX, perteneciente al conglomerado empresarial GAESA, propiedad de los militares cubanos, admitió que han "recibido de diversos clientes reclamaciones o preocupaciones acerca de los inconvenientes con tarjetas de combustible en moneda nacional", ante lo cual aclaró lo que sus servicentros operan diversos medios de pago electrónicos.

"Las tarjetas de bandas magnéticas o bancarias no acceden al servicio de relleno, al no permitir los bancos emisores consultar previamente los saldos de las cuentas contra las que operan, algo que CIMEX presentó "por seguridad y discreción de los propios sistemas bancarios a sus clientes", señaló.

Según la corporación, estas tarjetas "tienen la ventaja de elevar la fiabilidad e inmediatez de los servicios, disminuir el uso de dinero efectivo, traslados de depósitos y gestiones con bancos buscando fraccionar montos significativos para devoluciones".

Dijo que "como efectos secundarios colaterales, en muy reducidos casos, aparecen afectaciones en las comunicaciones, entre los POS y los bancos emisores de las tarjetas, donde están los depósitos de dinero, o entre los POS y los surtidores que ejecutan los despachos".

Buscando minimizar estos problemas, añadió que "se habilitaron aplicativos en los sistemas actuantes y se trabajó con ETECSA en mejorar la conectividad y anchos de bandas, donde fuera posible, según las disponibilidades existentes".

"Para rellenar los tanques con tarjetas de bandas o de prepagos desechables, se solicitan cantidades de combustibles estimadas que completen los tanques de sus vehículos, y de existir volúmenes excedidos, les son devueltos a las mismas tarjetas, los montos en dinero equivalentes a los litros cobrados que no cupieron", añadió.

"Cuando se afecten las comunicaciones entre los servicentros y los bancos emisores y estas no puedan ser resueltas, los clientes deberán asistir a las oficinas más cercanas de FINCIMEX en los diferentes territorios, para gestionarles las devoluciones", indicó.

No obstante, dijo que lo anterior "no justifica que algunos empleados en los servicentros no dominen a plenitud estas alternativas o no asesoren correctamente a los clientes ante estas u otras dificultades".

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