El humorista cubano Limay Blanco, conocido por su personaje cómico "Muñí Muñí", regala alegría dentro de los escenarios y solidaridad fuera de ellos. El comediante ha creado un grupo de apoyo que reúne a más de 250.000 personas, con el objetivo de ayudar con medicinas, ropa, dinero y otros insumos a familias necesitadas en la Isla. En entrevista con DIARIO DE CUBA, cuenta cómo funciona el proyecto "Cristo cambia vidas".
"El primer caso llegó cuando empezó el Covid. Un día vi que el actor Bárbaro Marín estaba pidiendo en redes sociales salbutamol. Lo solicité por mis redes sociales y no tardé en conseguirlo. Esa fue la primera vez que ayudé de esa forma con dinero ajeno, y ahí empezó todo", dice el comediante, quien vio despegar su carrera de humorista tras ganar todas las fases de la competencia "Los amigos de Pepito", un concurso de la televisión cubana.
Blanco asegura que el grupo "'Cristo cambia vidas' siempre estuvo ahí. Yo nací en una casa de tabla de palma y guano con piso de tierra. No tenía mucha ropa. La vida me sonrió, fui humorista y llegué a tener mucho dinero. No fui millonario porque cada vez que cobraba hacía lo que estoy haciendo ahora, pero sin poner los videos en las redes, porque era dinero de mi bolsillo. Hasta compré casas alguna vez", recuerda.Confiesa que lo que más fuerza le quita en su labor son las críticas y acusaciones que, a veces, vienen de cristianos como él.
"Yo hago esto de corazón, siento que Dios me tocó. Me critican porque grabo lo que hago, pero esa es la prueba de que se está haciendo lo debido con el dinero de otras personas, es la única forma de que quien done sepa que no le están robando".
Según el humorista, aunque todos los casos lo han marcado, el que más le ha llegado fue el de la niña Lenna. "Fue muy difícil porque había que sacar a una menor de Cuba para salvarle la visión, ya había perdido un ojo", explica.
Ahora, "Lenna lleva un año en Italia, ya solo le quedan dos o tres tratamientos. Todos los días me manda un mensaje de voz, le cogí mucho cariño. Se llegaron a recoger a 27.000 dólares" para ella.
Blanco asegura que la ayuda de su esposa en esta misión es fundamental para él. "Ella lleva el tema de los medicamentos, atiende los dos teléfonos. El proyecto nos está afectando porque casi no nos vemos. Mi esposa trabaja más que yo. Lo mío es pedir los medicamentos, lo de ella es entregarlos a personas que realmente lo necesiten", dice Limay Blanco, quien indica que las donaciones llegan, sobre todo, desde fuera de Cuba.
Para colaborar a través de este grupo solo es necesario contactar a Blanco a través de su perfil en Instagram, en donde especifica los teléfonos y vías habilitadas para recibir donaciones. Aunque la ayuda material es primordial, el humorista opina que "hay muchas formas de apoyar. Si quieres donar dona, pero también puedes orar o compartir lo que hacemos en redes sociales".