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Embarazadas con Covid-19 en Cuba: De ninguna muerte en 2020 a 28 solo en lo que va de agosto

¿Por qué mueren las gestantes contagiadas con el coronavirus? ¿Cuáles son los motivos del drástico cambio producido en la Isla de la enfermedad en este grupo de población?

La Habana
Una mujer embarazada recibe una dosis de la vacuna Abdala cubana contra COVID-19 en una clínica en La Habana, Cuba, el jueves 5 de agosto de 2021.
Una mujer embarazada recibe una dosis de la vacuna Abdala cubana contra COVID-19 en una clínica en La Habana, Cuba, el jueves 5 de agosto de 2021. AP

Si el Gobierno hacía alarde hace muy poco de que ninguna embarazada murió en Cuba como consecuencia del Covid-19 en 2020, en menos de un mes, desde el pasado 1 de agosto hasta el 25 de agosto, al menos 28 mujeres en estado de gestación han perdido la vida. El jefe de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), Francisco Durán, ha informado de las gestantes fallecidas en sus conferencias diarias, pero el parte oficial publicado por la página oficial del MINSAP las dejó de incluir en sus precisiones sobre los decesos.

El pasado 10 de agosto autoridades informaban de que se habían producido 35 muertes maternas en todo lo que iba 2021. Pero la cifra se duplica en los 15 días posteriores hasta alcanzar al menos 63.

Según Noemí Cauza Palma, jefa nacional del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI), estudios realizados en todos estos meses demuestran que constituyen factores de riesgo la edad materna por encima de los 30 años, una edad gestacional superior a las 26 semanas, la obesidad, la hipertensión arterial y la diabetes. Así lo dijo a Miguel Díaz-Canel en una de las reuniones del Gobierno, según recogió el diario oficial Granma.

Sin embargo, las muertes reportadas sobre todo en estos últimos 15 días corresponden a muchachas de menos de 30, con algunas excepciones. En algunos casos la información oficial se ha saltado la edad de la gestante fallecida.

En lo que ha transcurrido del presente año ya suman 4.536 gestantes y puérperas diagnosticadas con el coronavirus. La Habana (con 1.425), Matanzas (719), Santiago de Cuba (468) y Guantánamo (221) han sido las provincias con las mayores cifras.

Según datos de Cauza Palma, las 320 gestantes que han ingresado en los servicios de atención al grave antes del 10 de agosto representan el 7,1% de todas las que han enfermado. Las mayores incidencias se registran en Ciego de Ávila (13,4%), Guantánamo (10,1%) y Camagüey (9,4%).

Las autoridades sanitarias, incluida la jefa del PAMI, han atribuido el incremento de las embarazadas positivas al Covid-19 y su tránsito hacia las formas críticas de la enfermedad a la detección de la cepa Delta en el territorio nacional en abril, cuando murió la primera gestante.

Se han producido más muertes de gestantes pese a que "la vacunación en las embarazadas ha sido acogido con satisfacción, tanto por las gestantes como sus familias". Según la funcionaria, "al 89,1% del universo a vacunar se le ha administrado ya la primera dosis".

La situación ha coincidido con el empeoramiento de la situación con el Covid-19 de forma general en toda la Isla, el colapso hospitalario y médico y la escasez de medicamentos, insumos y tratamientos de todo tipo. 

La doctora teniente coronel Sara Urgellés Carreras, especialista de segundo grado en Obstetricia y Ginecología y profesora titular del Hospital Militar Doctor Luis Díaz Soto, admitió en una comparecencia televisiva, reseñada por Granma el pasado 19 de agosto, que "hay un importante número de gestantes en estado crítico, con evoluciones clínicas que hoy" no se puede "garantizar que sobrevivan, a pesar de todos los recursos humanos y materiales que se emplean".

"La evolución es muy desfavorable, sobre todo en la edad gestacional de las 26 a las 32 semanas, y en las pacientes con sobrepeso, obesidad y diabetes descompensada", recalcó.

¿Por qué este grupo poblacional es de elevado riesgo?

Al presentar una caracterización clínica de las gestantes y puérperas que han fallecido en Cuba, Cauza Palma dijo que el 97% de las estudiadas tenían más de 26 semanas de gestación; la edad oscilaba entre los 20 y 38 años; el 34% padecían comorbilidades asociadas como asma bronquial, epilepsia, sicklemia y lupus eritematoso; y el 37% murió con tromboembolismo pulmonar.

Danilo Nápoles Méndez, asesor del Programa de Atención Materno Infantil, dijo que en el enfrentamiento al Covid-19 "una de las tareas más difíciles ha sido con las gestantes".

Al volver sobre cómo el 37% de la mortalidad en este grupo poblacional está relacionada con tromboembolismo pulmonar, explicó que "está asociado de manera básica con el aumento paulatino, hacia el tercer trimestre de embarazo, de todos los factores de la coagulación".

"Durante toda la gestación la mujer se mantiene dando oxígeno y nutrientes al feto, lo cual significa que este constantemente está haciendo un aprovisionamiento de oxígeno de la madre, sin tener en cuenta en qué condiciones ella se encuentra", abundó.

Por tanto, si la embarazada presenta una insuficiencia respiratoria, se está agravando de manera permanente y ella desconoce ese concepto; por biología su organismo está preparado para seguir dotando a ese niño del oxígeno que requiere, aun en condiciones muy difíciles. El agravamiento, de cierta manera, pudiera resultar entonces permanente, de ahí no solo el incremento de pacientes graves, sino también de los partos prematuros en madres contagiadas.

La falta de oxígeno medicinal para atender a los pacientes de Covid-19 ha sido otro punto crítico en la crisis del sistema cubano de salud pública en las últimas semanas. 

Tras las denuncias de ciudadanos en las redes sociales, principalmente en los hospitales de Holguín, el Gobierno cubano tuvo que reconocer la crisis con el oxígeno en varios centros médicos de la Isla y atribuyó la falta del producto a una rotura.

Después, el Partido Comunista de Cuba activó la propaganda y mandó a Miguel Díaz-Canel a visitar la planta productora de oxígeno del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), ubicada en la Base Aérea de San Antonio de los Baños y la unidad empresarial de base Gasificadora de La Habana.

Dentro de la publicidad del sistema de salud en Cuba como supuesta "potencia mundial", el Gobierno reserva especial atención al Programa Materno Infantil, de cuyos éxitos alardea cada año al presentar sus opacas estadísticas de mortalidad materna e infantil.

En una publicación con retraso de las estadísticas de salud correspondientes al año pasado, el MINSAP informó que "la tasa de mortalidad infantil continúa, por 13 años consecutivos, con valor igual o por debajo de cinco fallecidos menores de un año por cada 1.000 nacidos vivos, en el año 2020 resultó en 4,9".

"La tasa de mortalidad materna del 2020 es de 40,0 defunciones por 100.000 nacidos vivos, superior, en un 7,0%, a la del 2019. La tasa de mortalidad materna, por causas directas, aumentó, mientras que decrecieron las tasas por causas indirectas y tardías. No se reportan muertes por secuelas de causas obstétricas", dijo el ministerio.

Habrá que ver cómo se reflejan las cifras en ascenso de muertes por Covid-19 en embarazadas en los datos oficiales que se publiquen el próximo año.

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