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vivienda

El mal estado de unas escaleras pone en peligro a varias familias cubanas en Guanabo

Las autoridades se están tomando 'suave' una situación que empeora desde 2015 y que ha provocado ya algunos incidentes.

La Habana
Estado de las escaleras del edificio multifamiliar en Guanabo, La Habana.
Estado de las escaleras del edificio multifamiliar en Guanabo, La Habana. diario de cuba

Varias familias cubanas corren peligro por el pésimo estado constructivo de las escaleras de un edificio en la localidad de Guanabo. Los vecinos necesitan soluciones "antes de que ocurra un accidente" grave, han denunciado en redes sociales y a DIARIO DE CUBA afectados. 

"El edificio B28 ubicado en calle 502, Sibarimar, del municipio Habana del Este, se terminó en 2000 y en 2015 ya la escalera estaba en mal estado", reveló José Moreno desde su perfil de Facebook.

El hombre añadió que en ese año "vino una brigada a reparar", pero solamente pintó y trabajó en dos escaleras de un edificio próximo y otra del propio B28.

La excusa, contó Moreno, fue que "los materiales se habían terminado", y aunque prometieron regresar, nunca lo hicieron

Habana del Este es conocido por sus extensas urbanizaciones, posteriores a 1959, conformadas mayormente por edificaciones multifamiliares. Ese tipo de edificaciones tienen un reglamento aprobado en la Resolución No 491 del Instituto Nacional de la Vivienda, que establece el régimen jurídico especial al que están sujetos, incluyendo, los deberes y derechos de los propietarios, pero no incluye ninguna cláusula que comprometa a las autoridades locales con la reparación de esos inmuebles.

Del ciclón al Covid y al accidente

En 2017, con la llegada del ciclón Irma "y tras muchas gestiones con el delegado y el Poder Popular nos dijeron que no había materiales, que estaban destinados a los daños del ciclón", recordó Moreno.

Irma fue el evento meteorológico más devastador de su tipo en 2017 para el Caribe, y tras su paso por Cuba dejó diez muertes, entre ellas varias por el desplome de un edificio y el colapso de un balcón

"En 2019 vino una brigada a apuntalar para que resistiera hasta la disponibilidad de materiales (miren cuánto tiempo ha pasado) que no hubo porque luego llegó el tornado", siguió Moreno. 

"A finales de 2019 por fin recibimos respuesta. Una representante del Poder Popular de Guanabo se reunió con nosotros y nos explicó que ya habían terminado unas escaleras en (el barrio de) Peñas Altas y que de ahí irían a Alamar y el siguiente sería el nuestro, que ya estaba en el presupuesto y que para finales de diciembre ya tendríamos la escalera nueva", dijo.

El hombre lamenta que dos años después las cuatro familias que residen en la edificación, entre ellas tres menores de edad, un señor encamado y un epiléptico tampoco puedan obtener agua potable, porque el servicio lo reciben de "camiones con botellones" y los trabajadores "ya no quieren subir por lo peligroso que se ha vuelto".

La destrucción de la escalera ha imposibilitado que, en todo el tiempo que ha durado la pandemia de Covid-19, no haya subido "ni un solo médico a hacer pesquisa".

Marian Moreno explicó a DIARIO DE CUBA que "esas escaleras las tienen que usar todos los que viven en el edificio porque en ese paso de escaleras es donde está el acceso para subir a la azotea, para poder ver los tanques y las antenas, pero los más afectados son los dos apartamentos del segundo piso y los dos del tercero", donde viven ella y su familia.

El Grupo de Edificios Multifamiliares del Instituto Nacional de la Vivienda cuenta con disposiciones recogidas en el reglamento para proteger y conservar el uso y destino de las áreas comunes, tales como los garajes, colectores de desechos, elevadores, azoteas y escaleras.

Moreno recordó que la decadencia constructiva provocó un accidente hace un año atrás, y la víctima fue una niña de diez años, cuya familia estaba alquilada en un apartamento del segundo piso.

"Uno de los escalones se cayó en el momento que ella iba subiendo y se le quedó el pie atorado entre el hueco y los otros escalones. No tuvo fracturas, pero sí se magulló la pierna", dijo.

A pesar de que los trámites por los canales establecidos han sido infructuosos, Moreno persiste. La última vez que su familia habló con el delegado local fue esta misma semana. 

"Lo hicimos porque mi mamá iba bajando y cayó un pedazo de escombro que casi le da en la cabeza". La respuesta del delegado ante la insistencia de Marian Moreno fue que las cosas no eran así y que era "suave".

"Esas fueron sus palabras y pues ya han pasado dos días y ni siquiera ha ido allí a ver las condiciones en las que estamos", lamentó la joven.

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2 comentarios

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Si a ese invento le llaman escalera estan muy mal.

No hay materiales ni presupuestos para el pueblo,pero GAESA no para de construir nuevos hoteles para el turismo.Los carneros sólo reciben multas y golpes de la policia....