El Gobierno de Sudáfrica, aliado de La Habana, ha defendido los 83 millones de rand (unos 5.832.000 dólares) que anualmente gasta en las brigadas médicas cubanas enviadas al país desde que se desencadenó la pandemia Covid-19, publicó la edición digital IOL.
En una respuesta escrita a preguntas de miembros del Parlamento, el ministro de Salud en funciones, Mmamoloko Kubayi-Ngubane, dijo que los profesionales de la Isla desplegados en Sudáfrica "tienen una experiencia especializada que es limitada en el país".
Kubayi-Ngubane añadió que el grupo de médicos cubanos "fue reclutado para fortalecer el servicio de salud en áreas rurales y desatendidas, de 2001 a 2019".
"Actualmente, el grupo está formado por 106 profesionales médicos que aún se encuentran desempeñando funciones médicas en el país en virtud de un acuerdo", dijo.
Kubayi-Ngubane dijo que un equipo de 119 expertos médicos cubanos y profesionales de la salud con experiencia en la planificación, ejecución y gestión de la respuesta de Salud Pública "han sido contratados desde mayo de 2021 hasta abril de 2022 con R83.030.688 en costos de remuneración", recogió News24.
El año pasado, el entonces ministro Zweli Mkhize, quien respondió a las preguntas parlamentarias, dijo que hasta 14.398.892 millones de dólares se destinarían en costos salariales totales para 187 profesionales de la salud y expertos médicos cubanos contratados a La Habana entre 2020 y 2021.
Kubayi-Ngubane dijo que los cubanos brindan servicios especializados como epidemiólogos, bioestadísticos, especialistas en salud pública, médicos de familia e ingenieros de tecnología de la atención médica.
"Las habilidades mencionadas anteriormente están disponibles en Sudáfrica. Sin embargo, estas son limitadas en número y no están distribuidas de manera equitativa en todo el país", añadió.
"La escala de la pandemia de Covid-19 requirió una mayor demanda de tales habilidades para ser desplegadas en las nueve provincias y en algunas entidades estratégicas del Departamento de Salud nacional, incluido el Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles y la Autoridad Reguladora de Productos Sanitarios de Sudáfrica", dijo.
Sufáfrica ha pagado también al Gobierno cubano por la contratación de ingenieros hidráulicos y de defensa, lo que ha recibido numerosas críticas en ese país.
La exportación de servicios profesionales, fundamentalmente médicos, es una de las principales fuentes de ingreso del Gobierno cubano, que se queda con al menos el 75% de lo que pagan los países de destino en concepto de salarios. En 2018 la venta de servicios médicos generó ingresos de 6.400 millones de dólares a La Habana, muy por encima del turismo.
Además de tener que entregar como mínimo las tres cuartas partes de sus salarios, los profesionales de la salud cubanos enviados a misiones en el exterior son sometidos a una fuerte vigilancia y restricción de libertades fundamentales.
La pasada semana, los senadores cubanoamericanos Bob Menéndez, demócrata, y Marco Rubio, republicano, volvieron a presentar al Senado de EEUU un proyecto de ley para combatir el tráfico de los médicos cubanos en "misiones" del Gobierno de la Isla ("Combatting Trafficking of Cuban Doctors Act", por su nombre en inglés).
La legislación, similar a otra presentada en 2019, llama a "fortalecer la rendición de cuentas del régimen cubano por la trata de personas y la explotación de médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud cubanos desplegados en misiones médicas extranjeras".
Asimismo, el texto pide restablecer el Programa de Refugio para Profesionales Médicos Cubanos ("Cuban Medical Professional Parole Program", como es conocido por su nombre en inglés) para permitir a los médicos, enfermeras y otros profesionales médicos cubanos elegibles y sus familias residir en los Estados Unidos.
Por otra parte, en una resolución aprobada el 10 de junio, el Parlamento Europeo criticó las condiciones de trabajo a las que son sometidos los médicos cubanos que cumplen "misiones" en el exterior.
La resolución condenó "las violaciones sistémicas de los derechos humanos y laborales cometidas por el Estado cubano contra su personal sanitario enviado a prestar servicios en el extranjero en misiones médicas". Advirtió que "vulneran los convenios fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ratificados por Cuba".
Si Hipócrates, desde su tumba, pudiera ver como un gobierno hace de la noble profesión médica un detestable negocio, estaría dando más vueltas que un molino.