Desde inicios de año, con la implementación del reordenamiento monetario y cambiario en la Isla, el desabastecimiento de cigarrillos en las redes de comercio estatal ha provocado el aumento gradual del precio de este producto en el mercado negro, con severas afectaciones a los bolsillos de los trabajadores cubanos.
Durante los últimos dos meses, ninguna de las redes de tiendas en moneda nacional ha sido surtida regularmente con la variedad de cigarrillos que produce el país. Esto ha traído como consecuencia la especulación en los precios, sin que las autoridades de Comercio Interior se hayan pronunciado al respecto.
"Literalmente el Gobierno no surte las tiendas con ningún tipo de cigarro, ni fuertes ni suaves, ni de los baratos ni de los caros. Solo hay en los hoteles, pero todos de marca importada que ningún cubano consume", aseveró Frank Daniel Vásquez, vecino de Centro Habana.
"El reordenamiento solo trajo tragedia y más problemas de los que había. (El Gobierno) ni siquiera puede garantizar el surtido de cigarros al pueblo trabajador y nos deja a merced de los precios del mercado negro que ni con cuatro salarios actuales te daría la cuenta. Los que fumamos (cigarros) suaves estamos más jodidos, porque los caros son los que tienen los precios más elevados: una cajetilla que hace un mes costaba 70 pesos, cuesta ahora hasta 150 pesos, si acaso los encuentras", añadió Vásquez.
Un recorrido por una docena de territorios habaneros permitió corroborar que los cigarrillos más baratos, Criollos (fuertes) y Aromas (suaves), no llegan a los establecimientos estatales que los comercian a razón de siete pesos por cada cajetilla. Antes del reordenamiento se cotizaban a diez pesos en el mercado informal, pero actualmente, el precio de ambas marcas se disparó hasta 30 pesos.
Por su parte, las marcas que se comerciaban a precios más altos ‒entre los 18 pesos y los 52 pesos‒ tampoco fue posible encontrarlos en las redes estatales. En un solo hotel ‒Meliá Habana‒ ubicado en el territorio de Playa, varios habaneros pudieron encontrar una marca de producción nacional: la Popular Verde, por el precio de 50 pesos la cajetilla. Esta misma marca se comercia en el mercado informal a 80 pesos.
Los revendedores existen cuando no hay abastecimiento
"Pero nadie sale en la Mesa Redonda, ni en el Granma, explicando cuáles son las razones de esta grave escasez de cigarros. Muchas noticias y declaraciones sobre los conflictos al otro lado del mundo, pero un silencio tremendo sobre la producción de algo tan básico como los cigarros", cuestionó Lisandra Loyola Mederos, vecina de Plaza y especialista de Recursos Humanos.
"El desabastecimiento es tan severo que la marca de cigarros suaves importada Rothmans, la más barata, oscila entre 125 y 200 pesos en el mercado negro. Para entender bien la situación, hay que recordar que el Estado las comercializaba a 52,50 pesos después del reordenamiento. A quién del Gobierno le importa que, en medio de la precariedad, que no han podido solucionar ni la continuidad ni el reordenamiento, los cubanos tengamos que vivir azotados por la especulación y la reventa", fustigó Loyola Mederos, remarcando que, "los revendedores existen cuando no hay abastecimiento".
A inicios del presente año la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, afirmó que el déficit de cigarros era consecuencia "del desabastecimiento de esta mercancía, y en los últimos días del año (2020) se sobredimensionó la demanda. Realmente faltó el cigarro y se ha estado aprovisionando la red".
Sin embargo, varios trabajadores de las fábricas habaneras, como René Oropesa, desmintieron estas afirmaciones que consideraron de "inauditas" y que "no se corresponden" con la realidad.
"Ninguna de las fábricas en La Habana ha dejado de producir en los últimos doce meses; por tanto, no existe ninguna razón para que no haya cigarros en tiendas y establecimientos del Estado de manera regular. ¿Por qué la ministra no dice que en el (puerto del) Mariel se pueden encontrar todos los tipos de cigarros de producción nacional, listos para la exportación, permitiendo que el cubano trabajador tenga que pagar el doble y hasta el triple por un producto que es genuino del país?", ahondó Oropesa.
Una veintena de trabajadores privados preguntados coincidieron en que el aumento de los precios de los cigarros es privativo del mercado negro, pues tanto el sector privado como las cooperativas también están afectados por el desabastecimiento de este producto.
"Ningún privado se atreve a involucrarse en la especulación con los precios, porque estamos en la mirilla del Gobierno", apuntó Judith de la Caridad Morales, dueña de un restaurante en la Habana Vieja.
"Simplemente no estamos vendiendo cigarros porque en las tiendas del Estado no hay de ninguna marca de producción nacional, y las marcas importadas como Winston, More, Lucky Strike y Marlboro, además de tener precios alejados para un cubano común, nunca han sido parte del consumo nacional".
"Y los cooperativistas tienen muchas más restricciones con los precios de los productos nacionales, que tienen que vender los cigarros y los tabacos al mismo precio del Estado. Todos estamos en el mismo saco, con las mismas afectaciones y a la espera de que el Gobierno al menos emita alguna información de hasta cuándo se mantendrá este panorama", concluyó Morales.
¡Qué locura!
¿A quién le importa un cigarro, una botella de bebida o basura por el estilo si no se pueden buscar ni un pomo de leche para los niños o poner una proteína decente en la mesa?