Las discusiones entre policías y ciudadanos son el plato fuerte en cada cola habanera, lo mismo para comprar alimentos, aseo personal, cigarros o ron. De las medidas implementadas por el Gobierno cubano en La Habana, en teoría contra los llamados "coleros" y "acaparadores", es la población quien sufre los efectos. Entra las quejas, muchas apuntan al escaneo del carnet de identidad en tiendas en moneda nacional.
Los cubanos están desesperados por sostener y diversificar la alimentación en sus hogares, y atrapados entre el riesgo de contagiarse de Covid-19 en las aglomeraciones ante mercados y tiendas, y el de ser multados por desacatar a la "Policía anticolera".
Mientras aguardaba en la cola para adquirir dos latas pequeñas de atún en aceite natural y cuatro rollos de papel sanitario, René Urquiola Ventura se enfrascó en una discusión con dos efectivos de la Policía por negarse a que su carnet de identidad fuese escaneado para efectuar la compra.
"Si te dejas escanear el carnet por dos miserables latas de atún, te mueres de hambre el resto de la semana, porque no puedes volver a la tienda hasta la otra semana", explicó Urquiola Ventura, quien fue multado con 1.000 pesos por desorden público, a cambio de no ser acusado de desacato, un delito por el cual podría ir a la cárcel hasta un año.
"Esto se llama miseria, y por miseria están abusando de los cubanos. ¿Cómo me van escanear el carnet por dos latas de atún? En mi familia somos siete personas, incluyendo niños y viejos. ¿Cómo se supone que siete personas se alimenten durante una semana con esa miseria? No es una medida contra los coleros ni contra los revendedores, es una medida contra todo un pueblo literalmente en hambruna", denunció Urquiola Ventura y añadió que "lo más jodido, es que la gente de la cola bajó la cabeza sabiendo que nos están matando de hambre".
Escanear el carnet de identidad y restringir todas las compras a los municipios de residencia son dos de las medidas vigentes en La Habana. Según las autoridades del Gobierno en la provincia, ambas están encaminadas a "combatir" la especulación, el acaparamiento y restringir movilidad ciudadana ante el rebrote de Covid-19 en la capital.
En las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) no hay escaneo, pero la tarjeta con la cual obligatoriamente deben comprar los clientes queda registrada.
"Ninguna de esas medidas estuvieron pensadas realmente para enfrentar a los coleros, sino que funcionan como cortina de humo para no admitir que están sobrepasados por la escasez que agravó la expansión del coronavirus", dijo María Elena Pacheco, vecina del Cerro y licenciada en Ciencias Sociales. El único modo de enfrentar "lo que ellos (los funcionarios del Gobierno cubano) llaman 'plaga de coleros' es garantizando que el país produzca y renunciando a la dolarización de la economía".
"Todas las semanas las personas, de la tercera edad fundamentalmente, tienen que discutir con los policías y con la 'brigadita anticolera' en la tienda grande del consejo popular, porque te quieren escanear el carnet por cualquier cosa", cuestionó Pacheco. "Lo mismo si lo único que están vendiendo son dos paquetes de salchicha, un pomo de mayonesa, o un paquete de picadillo de pollo. Hacer una cola de cuatro o cinco horas para comprar un producto que a lo sumo alcanza para dos comidas y que debe alcanzarte para una semana es francamente un crimen".
En medio de una crisis económica y financiera que se agravó con la expansión del Covid-19 y el cierre obligatorio de las fronteras, el racionamiento de alimentos, aseo personal y productos de primera necesidad se ha recrudecido en Cuba con el agravante de las restricciones de movilidad y de transporte urbano que forman parte de las medidas sanitarias.
Preguntado sobre el escaneo de carnet de identidad, que limita a los habaneros a una sola compra semanal y dentro de su municipio de residencia, un oficial de la Policía a cargo de "custodiar" las colas admitió que "no siempre se hace el trabajo como indica la dirección del Gobierno".
"En realidad se debe escanear el carnet cuando se ofertan módulos, es decir, cuando se venden en la misma tienda un conjunto de productos variados y que, por lógica, deberían alcanzar para la comida familiar en una semana. Escanear el carnet a los ciudadanos cuando es para comprar un solo producto racionado no está indicado", dijo este oficial coincidiendo con una delegada del Poder Popular en Centro Habana.
"Cuando el producto es uno y racionado, no es lógico escanearles el carnet a los compradores. Las 'brigadas anticoleros' están allí, en casos como estos, para evitar que los coleros hagan de las suyas. Son hechos aislados los casos donde se procede al escaneo del documento de identidad para comprar un solo producto", comentó esta delegada. Pero tanto su declaración como la del policía contradicen los testimonios de los habaneros.
"No son hechos aislados, sucede todos los días del mes y en todos los municipios", dijo Aimé Villa Toledo, vecina de Boyeros y trabajadora de una empresa de transporte.
"Los enfrentamientos entre las personas, policías y 'anticoleros' por el escaneo del carnet son virales. Incluso si concuerdas en que dada la situación epidemiológica y la situación económica del país el racionamiento es beneficioso, restringir a que solo puedas comprar una bandeja de pollo, un pomo de mayonesa y otro de refresco a la semana es abusivo. El promedio de miembros por núcleos familiares en el país ronda las cinco personas; por tanto, el Gobierno debe replantearse cuándo escanear el carnet".
"¿O acaso todos los miembros de una familia deben ir a la tienda, contradiciendo las normas sanitarias que impuso el propio Gobierno para limitar la movilidad ciudadana, evitar las aglomeraciones y frenar el avance del Covid-19?", preguntó Villa Toledo.
ESBIRROS lanzan piedras contra una iglesia en Las Tunas durante una vigilia por la situación de Cuba.
Ellos SÍ están activos.
Ni yo, ANA, es increíble la capacidad de resistencia que tiene un pueblo carente de todo. Pero lo más sorprendente es LA INERCIA. El ''no hacer nada'' es un estilo cómodo de ''no buscarse problemas''. Pero muy desafortunado para cualquier pueblo...
No le encuentro explicación a esa inercia. Los académicos y catedráticos están ante un nuevo fenómeno: Hay hambre, pero no se protesta; aumentan las medidas represivas, pero no se protesta. Resumen: la población cubana aguanta y aguanta callada. No le encuentro explicación a esa inercia.
Hay que escanearle la cabeza a algunos esbirros con una buena tranca o un buen seboruco. O ''calentar aún más el verano'' . La INERCIA de los pueblos los conduce a un grado superlativo de esclavitud.
Es un suicidio de hambre .... ¿Por qué no empiezan por quemarle una goma a un lápiz ... ? No queman ni una suela de un zapato plástico ...