En medio de una ola represiva contra activistas críticos del régimen y de una fuerte campaña mediática contra el Movimiento San Isidro (MSI) y el plantón del 27 de noviembre frente al Ministerio de Cultura, miles de jóvenes de Santiago de Cuba fueron convocados este viernes a rendirle homenaje a Fidel Castro en el cuarto aniversario de la inhumación de sus restos en el cementerio de Santa Ifigenia.
Sin reparar en la gravedad de la situación creada por pandemia de Covid-19 y la epidemia de dengue, los jóvenes fueron movilizados para respaldar las recientes declaraciones del Gobierno y reeditar la peregrinación que hace cuatro años cerró los nueve días de luto decretados tras la muerte de Castro.
En el tramo comprendido entre la Plaza Antonio Maceo y la necrópolis santiaguera, se escuchaban consignas más a tono con un escenario de guerra civil que con el tributo al dictador.
"Si el mundo entero lucha por la paz, ¿qué hace Cuba en pie de guerra?" preguntó una mujer que escuchaba los gritos "Pa lo que sea Fidel, pa lo que sea" y "Aplasta a la gusanera".
Uno de los dirigentes del Partido Comunista que azuzaba a quienes llamaba "mis muchachos" dijo: "Así es como se recuerda a quien nos enseñó a pensar y defender el socialismo".
"No es correcto infundir tanto odio, ni dividir a los jóvenes", dijo Berta, parada en uno de los brocales del barrio de San Pedrito. "Esos muchachos, como los de San Isidro, aman a Cuba, pero desde posiciones diferentes. Aunque no lo crean, mañana ello pueden ser reprimidos por los mismos boinas negras que hoy merodean La Habana”.
"Esto es inconcebible. Santiago tiene más de 100 niños infestados por coronavirus y el doble de los contagiados de la primera etapa, sin embargo, reunimos a esta muchachera a ver si nos morimos todos", dijo una mujer frente a La Playita, en las inmediaciones del camposanto.
"Esa peregrinación va llena de simuladores. Así los formaron. El difundo es el responsable de ese desastre. El asunto es que, cuando se trata de Fidel, el Partido amenaza y no repara en nada. Imagínate lo que le espera a los opositores. ¡Candela!", le respondió un hombre,
Ante el monolito que guarda las cenizas de Fidel Castro se depositaron ofrendas florales, y entre los relevos de la guardia de honor se realizó una breve velada cultural en la que los jóvenes apoyaron la decisión del Ministerio de Cultura de suspender el diálogo al que se había comprometido con el grupo artistas, intelectuales y activistas que se reunión con el viceministro Frenando Rojas el 27 de noviembre.
El doctor Manuel Alejandro Arrate dijo los estudiantes respaldan la decisión del régimen de utilizar hasta la "lucha armada" contra los opositores.
Yamailis Almenares, estudiante de preuniversitario, afirmó que era "hora de demostrarle al mundo la fidelidad a los principios revolucionarios", mientras que Noraleydis Becerril, estudiante de periodismo, dijo que "Fidel vive en el corazón de los santiagueros y su obra es guía para ser mejores profesionales".
Arístides, un estudiante de la Universidad de Oriente que escuchaba el acto, dijo no entender nada, pues mientras Silvio Rodríguez afirmaba en su blog Segunda Cita que las autoridades cubanas "se agarraron de lo que fuera" para evitar el diálogo con los artistas, Israel Rojas, director del grupo Buena Fe, llamaba a los medios oficiales a ser "más agresivos y pasar a contrainsurgencia".
"Claro que Alpidio Alonso tiene que romper el compromiso y cerrar la puerta al diálogo, si fue puesto en el Ministerio de Cultura a dedo y no tiene argumentos ni para convencernos a nosotros", dijo su novia, Aimara.
Rolando, en tono bajo para que no lo escucharan, opinó: "esto es de locos. Si escuchas a la prensa revolucionaria vamos a una guerra inevitable, y según el Parlamento Europeo somos unos villanos que violamos los derechos humanos y apelamos a la represión porque nos faltan ideas".
La víspera del homenaje a Fidel Castro, mientras Miguel Díaz-Canel pedía en la Asamblea General de la ONU un orden internacional más justo, democrático y equitativo, en el Parque Céspedes, de Santiago de Cuba, la policía política reprimía a los miembros de la Unión Patriótica que respaldaban al Movimiento de San Isidro.
La Unión de Juristas calificó a los reunidos en el MINCUL como "artistas contaminados por mercenarios", mientras que la Unión de Escritores y Artistas amenazó con expulsar a Carlos Esquivel y Ana Rosa Díaz, por hacerse una foto con un escritor independiente y por darle "me gusta" y compartir publicaciones en apoyo al San Isidro.
Poco después de la peregrinación hasta el Cementerio de Santa Ifigenia, este viernes, ya nadie mencionaba en Santiago de Cuba que un día como ese, hace cuatro años, habían sepultado a Fidel Castro.
