Desde La Habana, un amigo me dice: "Aquí el fondo queda debajo del fondo". Su caracterización del país en estos finales del 2020 —tan real como una palma real— se proyecta inevitable y cruelmente sobre los que allí sobreviven. Tal situación y sobre todo tales incertidumbres y presagios catastrofistas, sueltan su influencia en los matices de la complicidad con el régimen que la población mantiene.
La mayoría de los adultos que aún no han podido o querido emigrar se distinguen por su silencio —el que calla no siempre otorga—. Hoy por hoy se diferencian muy bien de los fanáticos conservadores del arcaísmo que ordena y manda. Pero a veces este sector se confunde con otro conjunto —no tan pequeño— de oportunistas, donde tras los descarados —el montón de más bulto— hay una novela picaresca, digna de Francisco de Quevedo.
Conformistas, haraganes, miedosos, taciturnos, escépticos, nihilistas, tanáticos y cínicos, engrosan el bulto, parte del mosaico nacional que padece cada uno de los males que salieron de la leninista ánfora de Fidel Castro, dentro de la cual siempre estuvo la resignación, al igual que en la griega ánfora de Pandora.
Ahora con el coronavirus y la bancarrota económica ya no queda mucho estoicismo. Las ganas de fingir o de callar están desapareciendo. El amigo escritor cuya frase motiva esta nota, jamás se había atrevido a ser un crítico tan feroz del estatus quo.
Por supuesto: hay matices. Entre los disparates que suelen cometer algunos "cubanólogos" —académicos, periodistas, políticos— es observar en blanco y negro el complejo fenómeno de los que ahora se alejan del régimen. Las tonalidades —recordar el tópico pictórico— enriquecen la paleta. Es medianamente inteligente contextualizar —cuándo y dónde— muchas veces singularizar...
Aun entre adictos a los restos de aquella revolución que murió junto a la Zafra de los Diez Millones, hace medio siglo, debe distinguirse entre los militantes de base que reciben remesas —la mayoría de las veces a través de familiares no militares o sin carnet del Partido— y los que solo cuentan —restan— con su famélico salario y una bolsita de estímulos que parece sacada de un campo de concentración soviético.
Además, la longevidad del castrocomunismo impide generalizaciones que pretendan sintetizar la actitud de alguien durante tantos lustros. La docilidad imprescindible para abrirse paso en un régimen piramidal, por ejemplo, ya ha pasado de moda. Compite, para lo que antes se llamaba "hacer un buen matrimonio", la hija de un general con la del dueño de un paladar que además tiene un hermano en Hialeah y otra en Barcelona.
Las estadísticas nos causan las mismas risas dudosas que las ofrecidas sobre las elecciones presidenciales o los casos de contagiados. Ellas nunca van a reflejar, no por ineficaces sino porque les resulta imposible hacerlo, la exitosa complicidad de sujetos dispuestos a tolerar cambios mientras no afecten a la elite privilegiada; o el peligroso caminar por la cuerda floja de miles de disidentes, la mayoría sin cuenta en Facebook o Instagram…
Poco a poco aumentan los "revolucionarios" (sic) que denuncian la violación de los derechos humanos. Parece que el nuevo "Periodo Especial" —eufemismo oficial de hambre y miseria en los 90— le está abriendo la boca a los "calladitos". Se observa que hoy las redes mediáticas están cuajadas de noticias sobre atropellos a las Damas de Blanco; de la prisión de un disidente en Santiago de Cuba, del control de la matrícula a licenciaturas en Relaciones Exteriores y Psicología, reservada para hijos de la alta oficialidad, gerentes, funcionarios.… Más escritores publican en las revistas digitales que se caracterizan por respetar la libre expresión; tratan de que sus libros inéditos aparezcan en editoriales del exilio, en Madrid, Valencia, Richmond o Miami.
La frase que titula esta nota es concluyente: "Aquí el fondo queda debajo del fondo". La siempre atormentada y precaria realidad que se padece en Cuba, hoy hasta para los que tienen FE —Familia en el Exterior—, replantea la actitud de los sectores mayoritarios, también entre profesionales e intelectuales. Sugiere cambios inminentes.
Tal vez desaparezca el fondo… Porque Cuba no merece estar para siempre allá abajo, debajo del fondo.
Analizando los opciones creo que lo más probable dada la realidad que vemos es "un Gorbachov de Güines", pero eso terminaría en otra dictadura made in Putin donde los ex MININT serán los nuevos y éxitosos empresarios capitalistas mientras el pueblo se sigue comiendo el mismo cable pero con diferente forro externo. Por su parte, la lucha armada ya no es opción porque en primer lugar fracasó cuando la usaron; segundo que ningún estado (ni siquiera USA) lo aprueba como demuestra el hecho que nadie, ni republicanos ni demócratas, liberan a Eduardo Arocena; y por último que pueblo atomizado y desarraigado por hambre y demás carencias no se rebela por las armas. SIn embargo, la lucha no violenta es éxitosa como han demostrado decenas de naciones (ejemplo Serbia y Ucrania), es un método que solo rechazan las dictaduras por obvias razones, pero nuestros disidentes no parecen quererlo ya que se concentran en pedir más y más recursos materiales para seguir bajando catilinarias en sus "directas".
Los que esperen que en Cuba se caerán díalogos, reformas, foros nacionales y ajustes económicos de sobreviviencia, pueden ir comprando un sofá en IKEA. El futuro de Cuba está en manos del milagro de un Gorbachov de Güines, la rebelión civil o la lucha armada. No hay otra.
José Prats Sariol leva relativamente poco tiempo en el exilio, sobre todo en el "exilio intenso" de Miami donde solo se habla de Cuba. Ese tono "finalista" es el mismo desde 6 décadas, por alivio o interés de quienes viven de él, ahora youtubeurs, o Pérez Roura de internet. El régimen siempre ha sabido sobrevivir porque se adapta, y el exilio, desgraciadamente llega siempre tarde a sus reacciones: resumiendo, ninguna dictadura se cae con frases...
José Prats Sariol se olvida que son dos épocas distintas. Ahora hay celulares y "uaifai". Antes no. La gente que no vivía en Havana City se enteró del maleconazo por las escuetas y distorsionadas noticias que pusieron en la tv y la prensa. Y así pasaba con todo. Ahora es difícil esconder una cosa asi. No sé, a lo mejor habrá que echarle un vistazo a lo que dice Trelles. Hay que hacer algo, facilitar que la gente esté mas informada y que sepa que cosa hacer. Tal vez crear mecanismos encaminados a abrir la sociedad. Pero si seguimos con la misma politica de siempre, no vamos a lograr nada, solo darle excusas al desgobierno.
Todo será irrelevante cuando "desaparezca el fondo" y vean que la Cuba "debajo del fondo" seguirá cayendo hasta el próximo fondo más hondo, porque no basta con que se le abra la boca a los calladitos y se multipliquen exponencialmente las directas y denuncias en las redes sociales cuando en las calles reina el silencio y los que salieron de la mudez no logran salir de sus casas sin que los intercepten los del MININT y sus paramilitares. La ecuación que soluciona el conflicto es de números gigantes. Se necesita al menos el 3 por ciento de los inscritos en el padrón electoral para salir del fondo a la superficie. Sin ese número mágico de alrededor de 420 mil activistas (que además deben estar debidamente capacitados, entrenados, aliados y guiados por un grupo de estrategas y un plan general) no se derriba a la dictadura y vagaremos de fondo en fondo especulando sobre signos y códigos virtuales cuya complejidad es tal que nos cierra los ojos a la realidad evidente, tangible, que nos mata.
Interesante. El autor se refiere a " revolucionarios que denuncian la violación de los derechos" pero faltan los "universitarios que denuncian la violacion de los derechos humanos"
En una sociedad cerrada como la de Cuba no se puede nunca saber qué está verdaderamente pensando quién. Como dice el autor, hay una gama de matices, de opiniones, muy diversa bajo ese arcoiris. Pienso que incluso las redes sociales no descubren esa "masa gris" por completo.
// "Cuba no merece..." pobrecita... //
Es que no se ofrece, no se trabaja en el desarrollo de, EL REEMPLAZO PARA EL CASTRISMO.
La gente NO VE QUE VIENE LA ALTERNATIVA, creíble, práctica, BUENA, seria.
¿Se puede desarrollar una alternativa creíble, práctica, buena y seria ?
¡Claro que sí! (requiere trabajar, colaborar y dar mucha cabeza al asunto, lo advierto...)
Ver https://tinyurl.com/Resumen…
Todo comentario, idea o crítica a lo que ahí propongo son más que bienvenidas.
Ahora le rezan a la " madre fuerte " etiopiana Santa Efigenia ( ver MDC )...
Ahora le rezan a la " madre fuerte " etiopiana Santa Efigenia ( ver MDC )...
Muy buen análisis. Que el castrismo le ponga vela y le rece a todos los santos para que gane Biden..
El castrismo no pone velas Amadeus, envía segurosos. Antes del 3 de noviembre le darán la misión a Jorge Corrieri, de hacerle una visita a San Judas (patrón de los delincuentes y los narcos) y explicarle que si no está dispuesto a cooperar con el castrismo, le va a cercar su nube con Julito pescador y el hombre de maisinicú y no lo van a dejar moverse.
Y de paso le quitará el celular para que no pueda quejarse al todopoderoso.