El Gobierno cubano centralizará el precio de 42 productos durante el "ordenamiento monetario y cambiario", según dijo el martes, ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, Marino Murillo, jefe de la Comisión Permanente de Implementación de los Lineamientos del Partido Comunista, según informa la prensa oficial este sábado.
Murillo advirtió que el proceso "es más grande que quitar una moneda". Habrá inflación, pérdida de poder adquisitivo pese al aumento de los salarios, y mayores costos para los trabajadores del sector privado, admitió.
"No solo estamos hablando de la unificación monetaria y cambiaria, sino también de la eliminación de los subsidios excesivos y gratuidades indebidas, así como de una reforma salarial que conducirá a la transformación de los ingresos de los trabajadores, incluyendo los salarios y el sistema de pensiones y de las prestaciones de la asistencia social", señaló.
El funcionario reconoció que para los cubanos el peso ya está devaluado y, consecuentemente, el salario ha perdido capacidad de compra; "donde no se ha devaluado es en el sistema empresarial, y eso es lo que haremos", dijo.
Admitió que la gran diferencia entre las dos tasas de cambio existentes en Cuba —1 peso (CUP) por 1 CUC en el circuito empresarial y 25 CUP por 1 CUC para las personas naturales— "implica riesgos, entre ellos la devaluación del peso cubano y, con ello, un proceso inflacionario, y este último elemento lo trataremos de controlar para que no supere lo que hemos estimado", afirmó.
Según el cálculo del Gobierno, la devaluación, acompañada de ajustes fiscales y monetarios, favorecerá a los exportadores y a las empresas que sustituyen importaciones.
Murillo reconoció el riesgo de que la inflación "sea mayor que la diseñada" y que la población perciba un "deterioro de la capacidad de compra de los ingresos y del ahorro".
Reiteró que el Gobierno respetará el saldo que hoy tienen las personas en sus cuentas bancarias según el tipo de cambio actual, pero "si hay incrementos de precios, inevitablemente se perderá capacidad de compra", dijo.
Según el funcionario, el Gobierno prevé respaldar monetariamente, al menos el primer año, a empresas que reporten pérdidas luego del ordenamiento monetario para evitar el cierre.
Murillo repitió que las medidas de la llamada "Tarea Ordenamiento" se aplicarían a inicio de un mes, para que las empresas puedan cerrar sus estados financieros y abrir con el nuevo tipo de cambio.
"Eso significa que el día primero de ese mes amanecemos con los nuevos precios y, para que los trabajadores puedan afrontar ese cambio, se ha diseñado un esquema de anticipo de salario". La empresa pagaría a sus trabajadores ese dinero los últimos tres días del mes anterior, y luego, en la fecha de cobro, entregaría la diferencia; para los pensionados y asistenciados también se va a aplicar "ese mismo método de anticipo", explicó.
Por otra parte, "en aras de evitar inflaciones mayores que las diseñadas", el Gobierno pondrá "precios centralizados" a un grupo de 42 productos; entre ellos, combustible, energía eléctrica, agua y alcantarillado, cemento, azúcar, café mezclado, picadillo texturizado de res y de pescado, compotas, leche, queso fundido, yogur de soya y natural, mortadella, pastas alimenticias, pan de corteza dura, salchichas de pollo, cigarros y pasta dental, y otros.
También habrá precios centralizados para Acopio y el sistema minorista, dijo Murillo. Se le dará facultad al sistema empresarial para que forme los precios que no son centralizados, pero tienen determinados límites.
"En relación con las formas de gestión no estatal, hemos propuesto un mecanismo de contención de precios mediante acuerdos, pues es verdad que van a recibir crecimientos de costos", dijo Murillo. Añadió que el Gobierno prevé medidas tributarias para reducir costos a ese sector en términos de impuesto. También aumentará el mínimo exento.
"Este es el momento en que las formas de gestión no estatal actúen con responsabilidad social, a partir de la adecuación tributaria, aunque eso no se puede dejar a la espontaneidad", afirmó Murillo.
Sobre el salario, reiteró que tendrá como punto de partida la canasta de bienes y servicios de referencia, y "se cumplirá el principio de que satisfaga las necesidades del trabajador y su familia".
En cuanto a "la eliminación de subsidios y gratuidades indebidas", dijo que se mantendrán, en un primer momento, un grupo de subsidios totales, como los productos específicos que se venden para los niños de 0 a seis años, y para aquellos que padecen enfermedades crónicas de la infancia, entre otros.
Otros productos mantendrán un subsidio parcial. Por ejemplo, los medicamentos asociados a enfermedades crónicas se quedan con subsidios; el resto no, apuntó.