Miguel Díaz-Canel dialogó el martes por teléfono con el presidente electo de Bolivia, Luis Arce, al que felicitó por su "trascendente victoria" en el país, que se acercaría nuevamente a la Isla con el regreso al poder del Movimiento al Socialismo (MAS).
"Conversé telefónicamente con el compañero Luis Arce Catacora, presidente electo del Estado Plurinacional de Bolivia, a quien felicité. Le compartí la alegría de los cubanos por la trascendente victoria que permite al pueblo boliviano recuperar sus conquistas sociales", escribió Díaz-Canel en Twitter.
En otro tuit, el gobernante también informó que habló por teléfono con el expresidente Evo Morales, a quien trasladó una "calurosa felicitación" por su cumpleaños y le congratuló también por la "histórica victoria" de su partido y "su trascendencia para el pueblo boliviano y para nuestra América".
El izquierdista Arce y su compañero de fórmula, el excanciller y vicepresidente electo, David Choquehuanca, vencieron con el 55,1% de los sufragios, por encima del 50% más uno que necesitaban para ganar en la primera vuelta de los comicios generales celebrados el pasado 18 de octubre en Bolivia.
Dos días después de su victoria, Arce aseguró a EFE que restablecería las relaciones con Cuba, Venezuela e Irán, rotas por el Ejecutivo transitorio de Jeanine Áñez.
"Nosotros vamos a restablecer todas las relaciones. Este Gobierno (de Áñez) ha actuado muy ideológicamente privando al pueblo boliviano del acceso a la medicina cubana, a la medicina rusa, a los avances en China. Por un tema netamente ideológico se ha expuesto a la población de manera innecesaria y perjudicial", señaló Arce.
Las relaciones entre Bolivia y Cuba, muy estrechas durante los casi catorce años en que Evo Morales gobernó, se fueron a pique tras la renuncia del líder indígena y la asunción del poder por parte del Gobierno interino encabezado por Jeanine Áñez.
En enero pasado, el Gobierno interino de Bolivia decidió suspender relaciones diplomáticas con el Gobierno de la Isla por "la permanente hostilidad y constantes agravios" de los que acusó a La Habana, aunque matizó que no se trataba de una ruptura total.
El club de dictaduras aplaude el triunfo de su propia estrategia. La verdadera felicitación debería ser para el G2. Chile y Argentina también son sus triunfos.
Hace falta una carga para matar bribones.
Para acabar con la obra de las revoluciones.