En el hogar de Ismaray Zaldívar, una joven de 17 años de edad, las discusiones se volvieron el pan de cada día desde que el pasado 9 de septiembre las autoridades del Ministerio de Educación Superior (MES) anunciaron el comienzo de los exámenes de ingreso para el curso escolar 2021.
Sus padres no logran convencerla de seguir el plan original de la familia: que estudiara una carrera universitaria para obtener la Licenciatura en Arquitectura, como su padre y abuelo.
"Ser universitario ya no será algo excepcional. Ahora cualquiera podrá serlo sin importar su índice académico o lugar en el escalafón. Es bastante decepcionante que una persona asuma la vocación por estudiar y el esfuerzo por sobresalir, para que al final quienes no tienen el mínimo de interés y empeño por el estudio tengan el mismo acceso", critica Zaldívar en referencia a las informaciones sobre la disponibilidad de carreras universitarias.
Las autoridades del MES anunciaron que todos los estudiantes que concluyen el doceno grado tienen asegurada este año —al menos numéricamente— una plaza en la Educación Superior, y que aprobar los exámenes de ingreso no será imprescindible, pues todas las opciones de estudios universitarios recorrerán el escalafón hasta el final.
"Tendrán prioridad", recalcó el director de Ingreso y Ubicación Laboral del MES, René Sánchez Díaz, "los que aprobaron y luego los que no, pero las ofertas llegarán, incluso, hasta aquellos que no se presenten a las pruebas de ingreso".
Familiares, estudiantes y académicos han criticado estas decisiones del MES, que catalogaron como regalo de carreras y masividad de universitarios.
"¿Dónde queda el premio por el esfuerzo, por la vocación, por el sacrificio del estudio?", cuestiona María de los Ángeles Montoto, madre de una joven que también se sintió decepcionada al saber que malgastó los cinco meses de estudio y preparación personal.
"No es dramatismo, pero mi hija Laurita está realmente deprimida. Invirtió meses en prepararse para los exámenes de ingreso a la universidad. Dejó de hacer otras cosas a cambio de estudiar para alcanzar su anhelo de graduarse como universitaria, y resulta que ni siquiera hay que presentarse a esos exámenes para obtener una carrera. ¿Cómo es que tendrán los mismos derechos de acceso lo que han estudiado arduamente y los que no? ¿Cuál mensaje se está enviando a las nuevas generaciones con una decisión tan desacertada como esta?", inquiere Montoto.
Sin aprender de sus propios fracasos, el régimen cubano insiste en su errada política de la masividad. El innegable descenso del nivel profesional entre los graduados universitarios en la Isla, es consecuencia de una retórica política de formar a profesionales no por vocación o por escalafones, sino masivamente. Los programas emergentes en Medicina, Pedagogía, instructores de Arte y trabajadores sociales han sido ejemplos puntuales.
En criterio del joven académico José Raúl Gallego, "no se puede confundir derecho de acceso universal y gratuito con eliminar los principios de selección sobre la base de capacidades y habilidades que debe haber desarrollado el estudiante que opta por una carrera universitaria".
Las consecuencias que resultarán de este improvisado giro del régimen, que pone en riesgo al tejido profesional a futuro, es explicada por Gallego, quien ve en esta política de "regalar carreras" un nocivo precedente en muchos aspectos.
"En muchas carreras de universidades cubanas existe 'promocionismo', ya que la eficiencia terminal constituye un indicador para la evaluación de las carreras. Esto quiere decir que muchos de esos jóvenes a los que hoy se les otorga una carrera sin siquiera haberse presentado a pruebas de ingreso, puede que lleguen a graduarse; por lo que las consecuencias no quedan solo dentro del recinto universitario, sino que se extienden a la sociedad", comenta.
Con el enfoque a futuro el joven académico advierte que "habría que ver cuáles son las carreras que se ofrecerán a esos alumnos que, al no presentarse o desaprobar los exámenes de ingreso, se ubiquen en los últimos lugares de los escalafones. Pero si se mantiene la tendencia de otros años, posiblemente sean carreras pedagógicas. Eso quiere decir que los estudiantes que no cumplieron con los requisitos mínimos de ingreso a la Educación Superior, podrían convertirse en los maestros de las futuras generaciones".
"Es cierto que el país atravesó una situación atípica, que atentó contra la docencia y la preparación para las pruebas de ingreso, pero no creo que esta haya sido la solución correcta", añade Gallego.
La apatía de adolescentes no está sustentada en el endeble triunfalismo al cual los empuja esta decisión del MES, sino al desapego por el estudio. Estudiar no será la motivación para un alumno en tanto, sin importar la perseverancia o índice académico, tendrá asegurado su ingreso al nivel superior de la enseñanza.
"Por ese camino todos seremos pésimos universitarios", coincide Gabriel Argüelles, otro joven que invirtió tiempo en prepararse para los exámenes de ingreso para estudiar Historia del Arte.
"Que la educación en Cuba sea gratuita no puede suponer que todos puedan ser universitarios. Esto no puede interpretarse como una opinión excluyente sino de sentido común: no todas las personas tienen la capacidad o el talento para estudios superiores, del mismo modo que no todas las personas que practican deportes tienen aptitud para ser atletas de alto rendimiento. Considero que esta medida del MES es un error, y honestamente tengo la esperanza de que sea rectificada, porque está en juego el futuro profesional del país", concluye Argüelles.
¿Universitarios para qué?
(truena la voz del caga-andante desde el infierno)
Hacen falta muchos arquitectos especialistas en baches y derrumbes
Realmente es desconcertante; pero los que hemos pasado por los centros universitarios sabemos que los profes se respetan, y sólo llegarán al final los que de verdad tengan que llegar. Así que no se amilanen y cumplan sus sueños.
Ciertamente "la prima Laurita" (que está deprimida, porque "Invirtió meses en prepararse para los exámenes de ingreso a la universidad. [...] y resulta que ni siquiera hay que presentarse a esos exámenes para obtener una carrera.") es una infeliz que no ha entendido nada: "obtener una carrera" es muy diferente de "obtener la carrera que siempre has querido". Si ella se preparó, hace los examenes y queda en los primeros lugares, tendrá mayores posibilidades de entrar en la carrera deseada; de lo contrario, que se prepare para "obtener la carrera" que nadie quiere: pedagógico de matemáticas o de fisica... y semejantes. Bueno, a menos que Laurita siempre haya soñado con ser "licenciada en Marxismo"
Ares/Calitos____ Los dos únicos productos vendibles que les queda al régimen son los médicos de alquiler y el ejército de universitarios que impresionan al sur del Rio Grande, pero como comentan ustedes, son inútiles en un país sub-subdesarrollado. En Cuba todo es una cuestión de „prestigio“, para no perder la cara después de 60 años de fracasos y poder impresionar a la indiada . Anuncian que estân inventado la vacuna contra el COVID; pero los cubanos con asma tiene que apelar a la caridad pública porque no hay salbutamol.
No son solamente inutiles, son ademas INCOMPETENTES
La graduación masiva de universitarios es un disparate. Pero no entiendo por qué estos jóvenes se molestan de no tener que hacer exámenes. Ya se encargarán las carreras universitarias de decantar el talento, y las plazas que ocupen después ya graduados todavía más.
Ana, yo di clases en la Cujae, y era una tarea titánica. En los primeros años ningún profesor quería estar justamente porque había que batirse con toda la metralla que llegaba del pre a medida que la educación intermedia bajaba la parada.
Ese fenómeno nos obligaba a profesores a dedicar más tiempo a suplir carencias de niveles pre-universitarios y en general, bajaba el nivel y la calidad a medida que íbamos avanzando los años.
La exigencia y el rigor con que estudié yo, graduado en el 92, jamás la podría comparar a los que enseñabamos en 2010. Pretender otra cosa era ir contra una marea de todo un proceso general de decadencia de la educación, la economía y la sociedad.
No quiero imaginar como será ahora, pero si como tú dices, la universidad tiene que ser "filtro" entonces se va a poner al nivel de un pre, y así consecutivanente.
conoci un muchacho que dejo la escuela en grado 11 y se puso a inventar en la calle sus 4 pesos ,un dia coincidimos y lo recriminaba por haber dejado la escuela ,a lo que el me contesto ,mi mama y mi papa son medicos y yo gano mas que ellos dos juntos .asi que estudiar para que,,,ya no tuve palabras para seguir reganandolo.
Ser univiersitario en Cuba -a veces- es un ''hobby'' y de esa masa de jóvenes en avalancha el criminal régimen ''selecciona'' a sus ''pichones más adecuados'' para las carreras -como Informática y Cibernética-para que después sirvan de ''peones de la dictadura'' en esas especialidades u otras .
Pero incluso una sociedad llena de universitarios (de universitarios de verdad, graduados con nivel) no quiere decir que el país se va a desarrollar.
Cualquier economía sana asimila un número de universitarios en correspondencia con una pirámide de puestos de nivel medio, de trabajadores especializados y luego muchos, muchos más trabajadores sin especialización alguna.
No veo para qué llenar una sociedad de profesionales que luego no encontrarán trabajo. Como no sea para exportarlos como a los médicos.
Te doy toda la razón amigo Amadeus, una de las más grandes falacias y engaños de la dictadura estalinista-fascisto-feudalista cubana ha sido el fenómeno de la universidad gratis y para todos (claro, siempre y cuando apoyes públicamente al gobierno y demuestres ser "revolucionario") la realidad de más de 6 décadas manteniendo esta consigna se puede palpar en la mugrosa sociedad, el altísimo desempleo, improductividad y la total destrucción del aparato económico nacional. Es un país supersubdesarrollado, atrasado y estancado en la Edad Media, que se exhibe al mundo con un porcentaje totalmente desproporcionado e inútil de graduados universitarios, y que solo sirve para respaldar su propaganda mentirosa y manipuladora.
Don Carlitos tengo entendido que La Universidad era gratis antes de la maldita revolucion
Uno de las pifias demagógicas y populista más grande del régimen ha sido la educación universitaria para todos. Como apunta un estudiante, no puedes empujar a la gente a ser „universitario“ si no se tiene talento; es una pérdida de tiempo y de recursos. Claro que debeiene que existir el acceso libre y democrático, pero selectivo como ocurre en muchos países desarrollados. Eso sí, a los que no lo logren se les tiene que ofrecer alternativas de oficios y ocupaciones en otras ramas de la industria y los servicios.
El problema en Cuba es que esas alternativas no existen porque no hay industrias y los servicios, mayoritariamente en el turismo, son limitados y es mejor tenerlos estudiando en la universidad que en la calle. Pero la fórmula a largo plazo falla porque después de graduarse los vuelves a tener en la calle o pidiendo visa para irse.