Jesús Humberto Laborit Brito pertenece a una familia de tradición campesina y poseía la única finca privada colindante con el monumento dedicado al héroe de las guerras de independencia Antonio Maceo en el Cacahual, en las afueras de La Habana. Ahora lucha por recuperarla.
Su finca, Vista Hermosa, tiene 7,6 hectáreas de tierra. Solo cuatro años atrás había en ellas 14 cabezas de ganado lechero "en excelentes condiciones".
"Con el paso de los años mi finca empezó a ser de interés del Estado y de muchas personas, pero siempre rechazamos venderla", dice Laborit Brito.
El asunto dio un giro inesperado el 23 de julio de 2016, cuando llegaron las autoridades con una denuncia de que en esas tierras había sembradas 18 plantas de marihuana, algo que Laborit Brito asegura desconocía. Afirma que por la amplia extensión de las tierras, dedicadas al pastoreo, no lo había detectado.
Ese día se lo llevaron preso para el Combinado del Este, donde estuvo nueve meses hasta que fue liberado por falta de pruebas en su contra. Todo su ganado fue decomisado; pero la intención final de las autoridades es confiscarle las tierras, todos sus instrumentos de trabajo e incluso su casa, utilizando el Decreto-Ley 232, que establece que una propiedad puede ser objeto de confiscación si en ella se encuentra algún estupefaciente.
"Hasta hoy la Policía no ha podido determinar quién sembró esa marihuana. Yo sospecho de uno de mis antiguos trabajadores, que terminó construyendo una casa dentro de mi finca de manera ilegal, pero no lo puedo demostrar", explica Laborit Brito.
"El día que ellos (las autoridades) vinieron por la droga avisaron con cierta antelación que venían a inspeccionar por ese tema. Lo lógico es que, si me consideraban culpable, ni siquiera hubiesen avisado, porque habría podido eliminar esas plantas. Por eso se vieron obligados a liberarme", añade el campesino.
Sus problemas no pararon ahí. Las autoridades de Agricultura en La Habana aprovechando una ausencia de Laborit Brito de su vivienda, llegaron el 27 de noviembre de 2018 a desalojar la casa cumpliendo órdenes de la Fiscalía Provincial e ignorando las reclamaciones que ante los tribunales estaba realizando el campesino para recuperar su propiedad.
En la casa se encontraban ese día su esposa y su padre, de 79 años de edad e imposibilitado de caminar por unas dolencias en las piernas.
"Mi padre, Genaro Laborit, había sido combatiente de la Sierra Maestra, miembro de la ANAP (Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, oficialista) y militante del Partido Comunista, un hombre al cual no se le podía hablar mal de la Revolución. Ese día su decepción fue tan grande que fue víctima de un infarto. Murió un año después", comenta Laborit Brito.
Las tierras del campesino fueron ocupadas, pasaron a manos de la empresa estatal Agroforestal de La Habana, y a la familia la dejaron en su vivienda debido a la resistencia que hizo con el apoyo de los vecinos.
Desde su liberación, y por encontrarse las tierras en litigio, Laborit Brito se ha visto imposibilitado de trabajar su finca y la hierba mala ha crecido en varios cuartones.
"El procedimiento de las autoridades ha sido ilegal desde el principio, han violado sus propias leyes. Sobre todo han quebrantado la Resolución 170 de marzo de 2017, dictada por el Ministro de la Agricultura, que claramente dice que antes de confiscar tierras a cualquier campesino debe existir sentencia firme del tribunal donde haya sido debidamente juzgado y probado su delito. Nada de eso existe en este caso. El expediente fue archivado al menos de manera provisional", explica un abogado cercano al caso, quien prefiere no revelar su identidad.
"Hemos escrito cartas al Consejo de Estado, a Raúl Castro como primer secretario del Partido Comunista, a la Asamblea Nacional del Poder Popular, y nunca ha habido respuesta", añade.
"Establecimos además una demanda en el Tribunal Provincial contra la orden de confiscación. Esta querella fue admitida antes de la llegada de la pandemia del Covid-19. Luego, en la desescalada, la Sala de lo Civil del Tribunal Provincial de La Habana, de forma increíble, se retractó de haber admitido la demanda y dijo no tener competencia para ventilar ese asunto. Ante esa respuesta ya establecimos recurso de casación ante el Tribunal Supremo y estamos a la espera", añadió este jurista, especialista en temas agrarios.
Laborit Brito dice que de su casa y su tierra solo sale por la fuerza. En las últimas semanas ha desyerbado parte del inmenso terreno que se pierde a la vista y piensa pronto ponerse a sembrar, por la necesidad de alimentar a su familia.
"Tengo esperanza de recuperar lo que siempre me ha pertenecido", dice. "Tengo el apoyo de todos mis vecinos y considero que la razón está de mi lado".
Esa sarna con el COVID-59 y no ha habido vacuna efectiva.
El DL 232/2003 no da acceso a la vía judicial. Como muchas disposiciones del Estado totalitario sólo concede remedio ante el nivel superior de la misma autoridad que tomó la decisión inicial. Así, para reclamar la vivienda que confiscó el Director Provincial de la Vivienda hay que ir al Director Nacional, tal y como para reclamar las tierras que confiscó el Delegado Territorial del MINAG hay que ir al Ministro. Contra las resoluciones de estos últimos no hay recurso ni en vía administrativa ni judicial. Así que la Resolución 170/2017 del Ministro de la Agricultura que se invoca como amparo nada tiene que ver con el asunto, pues tiene fuerza jurídica inferior al Decreto-Ley, que además es norma particular aplicable por encima de cualquier otra general. Para resolver esta situación hay que derogar aquel Decreto-Ley, esto es: cambiar la Asamblea Nacional.
no se porque este guajiro se atormenta, ese es el sistema que implantaron en Cuba desde el 59 , "te quitamos y se la damos a cualquiera cuantas veces nos de la gana", aplaudieron cuando se la quitaron a otro y ahora te toca llorar , asi de simple
que conveniente todo, le tumbaron la finca al pobre hombre, pero tengan calma
cuando aparezca camilo se la devuelven
Si el campesino no tenía puta idea que esas matas estaban ahí, como coño la policía si sabía, y precisamente que eran 18 matas?
O sea, si a esos acusadores yo me meto en su jardín, y cual mandato del ex-espía cederista, en vez de una piña le planto una mata de marihuana y ese mismo día lo denuncio le van a desalojar y confiscar su vivienda?