La orden religiosa católica de las Hijas de la Caridad de Cuba reportó un derrumbe el domingo en la tarde en el céntrico templo de La Inmaculada, ubicado a unos metros del Hospital Hermanos Ameijeiras, el más importante de la capital de la Isla.
"En la tarde de ayer, se nos cayó el techo del altar de la capilla de nuestra casa de La Inmaculada", indicó una nota de las Hijas de la Caridad publicada por la revista oficial de la Arquidiócesis de La Habana, Palabra Nueva, en su muro de Facebook.
"Si bien es un acontecimiento muy doloroso, también agradecemos a Dios que no tuvimos que lamentar pérdidas humanas", prosiguió el comunicado.
"A todos los que conocen nuestra capilla saben cuántas personas entran cada día para dejar sus intenciones allí, sobre todo los pacientes del hospital Ameijeiras. Les pedimos que nos acompañen con sus oraciones y podamos arreglar este lugar de oración, de encuentros, de corazones que se abren confiados a Jesús y a su Madre María de la Medalla Milagrosa", señaló la nota.
Los derrumbes, muy frecuentes en La Habana, suelen afectar sobre todo las viviendas de los barrios más pobres de la ciudad.
Hace diez días, una mujer de 68 años falleció en el hospital tras ser rescatada de un derrumbe que afectó su vivienda, ubicada en el municipio habanero del Cerro.
Poco antes, la caída de la pared de un edificio en ruinas ubicado en las calles San Miguel y Belascoaín, en el municipio de Centro Habana, provocó la muerte de otra persona.
También a fines de julio, cansados de ser ninguneados por las autoridades, los vecinos de un edificio ubicado en la calle Zulueta 505 en La Habana Vieja colgaron varios carteles en sus balcones: "¡Estamos en peligro! ¡Queremos casa! ¡No somos ilegales!", decían.
Por ese motivo, a las pocas horas aparecieron las autoridades para conminarles a quitarlos con el argumento de que eso era "contrarrevolución". Como única solución a la vista, ofrecieron a los residentes enviarlos a un albergue en muy malas condiciones, lejos del centro de la ciudad.
El problema de la vivienda en Cuba es muy grave, pues según las conservadoras cifras oficiales existe en el país un déficit habitacional de más de 900.000 casas. A esto se suma que más de la mitad de las viviendas existentes se encuentra en regular o mal estado, especialmente en los municipios más antiguos de la capital, como Centro Habana y La Habana Vieja.
A fines de enero pasado, el derrumbe de un balcón en las proximidades de una escuela en La Habana Vieja mató a tres niñas, lo que provocó una oleada de dolor y de reclamos porque el Gobierno atienda la crítica situación en que viven cientos de familias en peligro de sufrir similares consecuencias.
Hasta el momento, no existe una respuesta definitiva para el problema.