Dos médicos cubanos residentes en Ecuador, Eugenio Suárez Utria, natural de Holguín, y Maikel Alba Pérez, de Baracoa, en Guantánamo, fallecieron debido al Covid-19.
Según la página de Facebook ACURE (Asociación de Cubanos Residentes en Ecuador), donde varios emigrados de la Isla comparten una comunidad virtual, Suárez Utria falleció el domingo en la noche.
"Apenas lo puedo creer, tengo el corazón partido. Cuando empezó la pandemia dijo: 'Yo estaré siempre dispuesto a darlo todo por este país'. Le dije, 'Gordito, no arriesgue su vida, es personal vulnerable, debe cuidarse'. Sus ganas de servir fueron por encima de todo", lamentó Cristhy Carranza, profesional sanitaria cercana al fallecido, en la propia página.
"Pocos días después el diagnóstico de Covid-19 nos golpeó a toda nuestra área. Nuestro jefe estaba infectado. Hoy nos acaban de dar la noticia más dura", agregó, junto a su pésame.
Eugenio Suárez Utria era gastroenterólogo y llevaba siete años residiendo en Ecuador, donde trabajaba en el Hospital General Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), en la ciudad de San Antonio de Machala.
Por su parte, Maikel Alba Pérez, médico pediatra especialista del área de emergencia médica en el Hospital General Francisco Orellana, había fallecido el propio fin de semana.
Alba Pérez vivía en Ecuador desde 2014, según la ACURE. Este doctor también llevaba días luchando contra el virus que en Ecuador ha matado a más de 3.300 personas, mientras que el número de infectados sobrepasa los 39.000, según cifras oficiales.
Aunque La Habana retiró de Ecuador a cientos de profesionales de la salud que formaban parte de una de sus "misiones médicas" internacionales a fines de 2019, en esa nación reside y trabaja un buen número de médicos de la Isla.
Mis condolencias a esas familias que deben estar más que destrozadas.
Muy de acuerdo con lo que dices Mike. Al parecer a muchos les da lo mismo lo que está pasando... como si no fuera con ellos. Ahora mismo volamos muy poco trasegando carga y repatriados ... pero cada vez que regreso a casa "me da un no se qué" al ver que aquí en Zúrich prácticamente nadie lleva nasobuco en el transporte público. Y eso, muy a pesar de las advertencias a todo volúmen que hace la empresa municipal de transporte en guaguas y tranvías. Es una situación muy egoísta. Me sigo sintiendo más segura en mi A321neo.
Ésta es una guerra mundial contra un terrible enemigo invisible pero mortal que aún está en pleno desarrollo aunque muchos han bajado la guardia y corren serio peligro de muerte.