El cubano Ángel Lleo solicitó ayuda para su hija de cuatro años, quien desde los dos años y tres meses comenzó a padecer de un tipo de epilepsia para la cual no ha podido encontrar un tratamiento eficaz en los hospitales de la Isla.
"Tengo a mi niña muy malita, ella no para las convulsiones, todos los días, ya no sabemos qué hacer, llamamos a los médicos que la atienden en la Habana y nos dicen que hay que esperar que la pandemia aguante un poco y mi niña qué tiene que ver con la pandemia", escribió Lleo en su muro de Facebook.
En una publicación en la misma red social el día 8 de marzo daba a conocer el caso: "Tenemos una niña de 4 años, su nombre es Samara, ella hablaba, caminaba, gateaba y a los dos años y tres meses debutó con epilepsia, la cual aún no tiene diagnóstico, son crisis diarias que con tantos medicamentos que ha tomado no cesan".
El padre explicó que los tratamientos que se le aplicaron a la pequeña no surtían efecto, por lo que la tuvieron que ingresar en el neurológico. Allí, tras realizarle varias pruebas, se le cambió la medicación por la Prednisona, lo que le provocó subidas de presión, irritabilidad y la pérdida de la locomoción, "una involución en todos los aspectos", señaló.
Luego se ha seguido probando con otros medicamentos sin lograr ningún avance por lo que el padre añadió: "la niña sigue con crisis diarias hasta tres veces en el día (…) y estamos desesperados de ver a nuestra niña en esas condiciones que no adelanta, la visión podría perderla, solo lo sabríamos haciéndole una prueba de genética que nos dijeron que aquí en Cuba no se realiza".
"Pedimos ayuda desesperadamente para poder llevar a nuestra hija a otro país donde se le puedan realizar estudios, para que nos digan el tipo de epilepsia que tiene y así poderle poner el tratamiento que de verdad ella lleva y disminuya o desaparezcan esas crisis; es doloroso verla en cada crisis que hay que ponerle oxígeno, además termina tan decaída y estamos desesperados. Queremos ver a la niña caminar, hablar, que se relacione con otros niños, verla crecer, darle una mejor calidad de vida", concluyó.
Aunque en otras ocasiones menores enfermos de gravedad han recibido visas humanitarias para tratarse en otros países, en esta ocasión la situación se hace más complicado debido a las restricciones de vuelos y movilidad en la mayor parte del mundo debido a la epidemia de coronavirus.
Recientemente se conoció el caso de la niña cubana Ashlin, que tras una campaña realizada en internet consiguió la visa humanitaria y se mantiene actualmente bajo tratamiento en EEUU.
Aunque el gobierno cubano suele vanagloriarse de su sistema de salud y profesionales médicos, son numerosos los casos de personas que se ven obligadas a tratarse enfermedades poco comunes en otros países al no contar con todos los servicios en la Isla.