Cerca de 200 sismos de pequeña y mediana intensidad se han registrado en la región sur oriental de Cuba durante las últimas 72 horas, según dio a conocer en una nota de prensa el Estado Mayor de la Defensa Civil.
Aunque las autoridades han intentado ocultar la gravedad de la anomalía, conocida entre los científicos como "tormenta de terremotos", no tuvieron otra opción que hacerla pública, pues más de una docena de los movimientos telúricos tuvieron magnitudes entre tres y cuatro grados en la escala de Richter.
Las sacudidas comenzaron a las 4:00PM del 17 de mayo, cuando se reportó el primer sismo en las inmediaciones del poblado de Chivirico, cabecera del municipio de Guamá, en la provincia de Santiago de Cuba.
De acuerdo con la información ofrecida a DIARIO DE CUBA por funcionarios del puesto de mando del Observatorio Geodinámico, adscrito al Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas, el 85% de los terremotos no han sido perceptibles, pero ratifican el incremento de la actividad telúrica, que paulatinamente gana en magnitud e intensidad.
En esa franja costera se encuentra la principal zona sismo generadora de la nación. En ella coinciden el principal accidente oceanográfico del país, conocido como la Fosa de Bartlet, y el roce entre las placas del Caribe y Norteamérica, que se alejan a razón de 17 milímetros por año.
Para los expertos, la liberación de energía en el área resulta premonitoria y puede formar parte de un reacomodo de las placas, que según la experiencia reciente termina con uno o más terremotos de mayor calibre, como los ocurridos hace un trienio, que causaron daños de consideración e infundieron pánico en los casi 5.000.000 de habitantes del oriente cubano.
En Santiago de Cuba se han reportado más del 80% de los principales terremotos ocurridos en la Isla y, según las estadísticas, en el municipio de Guamá se localizan los epicentros de casi todos los sismos de entre seis y ocho grados que históricamente han ocurrido en la Isla.
Guamá es el municipio más largo del país, con 157 kilómetros, y allí se encuentran nueve de las 15 elevaciones más notables de Cuba, tres de los principales accidentes oceanográficos del Caribe y uno de los mayores desniveles del planeta. Entre la cima del Pico Turquino y el fondo marino de la Fosa de Bartlet existen alrededor de 9.600 metros.