El youtuber cubano Frank Camallerys realizó un recorrido por algunas tiendas de La Habana donde grupos de personas hacen colas sin saber qué podrán comprar en medio de la escasez de alimentos que vive el país, y a pesar del creciente avance de la pandemia de Covid-19.
"Yo creo que el camión ese lo que trajo fue detergente", dice un hombre en la fila al que le preguntan por pollo.
"Nosotros estamos haciendo cola porque vimos varios camiones, pero no sabemos ni qué hay", responde otra mujer a la misma interrogante.
En otra parada el youtuber muestra la cola que se hace en un banco, la mayoría personas mayores, el grupo de mayor riesgo entre los contagiados por Covid-19.
En un establecimiento estatal donde venden comida para llevar la oferta es escasa y ronda los 2,50 dólares por un plato. En la Isla el salario medio mensual no supera los 42 dólares.
Son evidentes los riesgos que el youtuber asume: cuando no está en exteriores, practicamente solo, la cámara está escondida a la altura de la cintura: en vez de productos en las tiendas ganamos repetidamente vistas de la bermuda negra de la flaquita que lo acompaña. Pero vale el esfuerzo: de todas formas, según nos dice (y debe de ser cierto), dentro de los mercados no había nada para filmar, así que da igual.