El Gobierno cubano acusó este jueves al de Estados Unidos de "financiar acciones y búsqueda de información" para "desacreditar" la lucrativa venta de servicios profesionales en el sector de la salud, que La Habana llama "cooperación internacional" y está basada en la explotación de los médicos cubanos.
"Es un empeño que se suma a las groseras presiones ejercidas contra varios gobiernos para obstaculizar la cooperación cubana y a esfuerzos anteriores de igual propósito como el programa especial de 'parole' dirigido al robo de recursos humanos formados en Cuba", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) en una declaración publicada por la prensa oficial.
Calificó de "inmoral calumnia" el alegar el Gobierno cubano "incurre en la trata de personas o la práctica de la esclavitud y en pretender denigrar la meritoria labor que voluntariamente desarrollan y han desarrollado a lo largo de la historia cientos de miles de profesionales y técnicos de la salud cubanos en varios países, particularmente del Tercer Mundo".
Las críticas al envío de profesionales de la salud al exterior no han cuestionado a los trabajadores sino las condiciones en que se encuentran. La declaración del MINREX no mencionó las restricciones a las libertades que sufren los médicos, y que van desde la retirada del pasaporte y la prohibición de establecer relaciones con nacionales del país de destino, hasta la represalia de no poder entrar a Cuba en ocho años si abandonan la misión.
Tampoco dijo el régimen se queda con al menos el 75% de lo que pagan los países de destino en salarios que deberían recibir los médicos.
La Habana dice que el dinero que recibe por la venta de servicios médicos en general, que en 2018 ascendió a 6.400 millones de dólares, se destina al sistema de salud pública cubano. Sin embargo, una investigación de DIARIO DE CUBA basada principalmente en cifras e informaciones oficiales demostró el deterioro sostenido que ha sufrido la atención que reciben los cubanos durante los últimos diez años.
El MINREX defendió que los programas bilaterales e intergubernamentales de cooperación son "legítimamente establecidos entre el Gobierno cubano y gobiernos de decenas de países (…) y han respondido a los requerimientos de salud que esos propios gobiernos han definido soberanamente".
La investigación de DIARIO DE CUBA demostró además que al menos en el caso del programa Más Médicos, el Gobierno cubano y el de la entonces presidenta brasileña Dilma Rousseff crearon en 2013 un esquema de pagos que utilizó como intermediaria a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para evadir el control del Congreso de Brasil.
Asimismo, la OPS aceptó una comisión del 5%, también escamoteada del sueldo del personal médico cubano.
En su declaración, el MINREX dijo que las críticas a la explotación de los médicos "son reveladoras de la baja catadura moral del Gobierno de los Estados Unidos y los políticos que se dedican al negocio de la agresión a Cuba".
Añadió que la campaña "cuenta con fondos millonarios y la complicidad de varios de los grandes medios de difusión y, en particular, de reporteros inescrupulosos que sacrifican su supuesta imparcialidad y objetividad al servicio de los intereses políticos del Gobierno de los Estados Unidos".
El régimen, que no permite la existencia de medios independientes y utiliza la prensa estatal del país como una gran maquinaria de propaganda, suele tachar de parcial cualquier información que critique su accionar, sobre todo cuando se trata de abusos contra los cubanos y violaciones de derechos fundamentales.
El MINREX insistió en que los trabajadores cubanos de la salud que participan en misiones en el exterior "lo hacen absolutamente de manera libre y voluntaria".
"Durante el cumplimiento de su misión, continúan recibiendo íntegramente su salario en Cuba y disponen, además, de un estipendio en el país de destino, junto a otras formas de compensación", señaló.
No mencionó, sin embargo, los salarios miserables que reciben los profesionales de la salud en la Isla, que los empujan en la mayoría de los casos a aceptar misiones en el exterior lejos de sus familiares, bajo el esquema de explotación ideado por La Habana e incluso en zonas peligrosas del planeta, como demuestra el reciente secuestro de dos médicos cubanos en Kenia.
"El acceso a la salud es un derecho humano y Estados Unidos comete un crimen al pretender negarlo u obstaculizarlo con motivos políticos o de agresión", concluyó el MINREX.
Como es habitual, la declaración oficial no mencionó las acciones iniciadas en contra de La Habana y en defensa de los profesionales de la salud cubanos. Entre ellas, una iniciativa bipartidista que pide al Congreso estadounidense restaurar el programa de refugio a los médicos que escapan de las misiones del régimen, y una denuncia contra Raúl Castro, Miguel Díaz-Canel y otros funcionarios cubanos ante la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) por la "esclavitud, persecución y otros actos inhumanos" a los que someten a los trabajadores de la salud.