El presidente de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer, se refirió este martes a la activación de la ley Helms-Burton en Cuba como una "nueva controversia" que tendrá una resolución apegada al Derecho Internacional, reportó EFE.
Escarrer recordó el "profundo vínculo" de Meliá con Cuba, ante la junta general de accionistas de la cadena, en la que habló sobre la activación del precepto de la Helms-Burton que permite a los cubanoamericanos demandar a compañías que lucran con terrenos o inmuebles confiscados en la Isla tras la llegada al poder de Fidel Castro.
El fundador de la hotelera ratificó que desde un principio Meliá tuvo "muy clara" la visión de lo que la Isla podría representar para el turismo vacacional.
Describió Cuba como un país que desde hace 31 años está "ansioso de explorar esta industria que tanta prosperidad había creado en España y que comenzaba a hacerlo en los países vecinos del Caribe".
"Nos encontramos también con un país único, inimitable, con unos activos extraordinarios por su naturaleza y sus playas, su cultura, su patrimonio y algo tan importante para el turismo como es la seguridad y estabilidad, y por supuesto con la calidez y hospitalidad extraordinaria de su gente", defendió.
Escarrer manifestó su convencimiento de que Cuba "tiene futuro como destino turístico, un futuro que estará unido indisolublemente al nombre de Meliá".
La cadena cuenta con 34 hoteles en Cuba que suponen cerca del 30% de las estancias y, a final de año, serán 38. A excepción de cuatro establecimientos en los que la compañía tiene una participación poco relevante en el accionariado, el resto de hoteles son en régimen de gestión. Los dueños son empresas estatales la mayoría pertenecientes al conglomerado militar GAESA.
"En Cuba llevamos 31 años, la ley Helms-Buron se inició en 1996, con lo cual hemos lidiado con diferentes gobiernos norteamericanos, tanto republicanos como demócratas, pero estamos muy orgullosos de haber contribuido de forma muy significativa al desarrollo del sector turístico en Cuba", afirmó el vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de Meliá.
Según consta en la documentación de la primera demanda presentada en tribunales, tras reactivación del Título III de la Ley Helms-Burton, la familia Sánchez Hill, residente en EEUU, reclamó una compensación de al menos 10.000.000 de euros a Meliá Hotels International por explotar dos instalaciones, Paradisus Rio de Oro y Sol Rio y Luna Mares, en terrenos confiscados por Castro.
En concreto, demanda en un tribunal de Palma de Mallorca que la compañía les indemnice con una cantidad equivalente a los beneficios que hayan obtenido de estos hoteles durante los cinco últimos años. Aunque la cantidad final no está decidida a falta del análisis de un perito, los Sánchez Hill han calculado que la cifra no debería ser en ningún caso menos de 600.000 euros.