El Gobierno cubano ha anunciado que a partir del próximo año el plan de la economía cubana "saldrá de la participación activa de los trabajadores en cada empresa" en lo que presentó como "una nueva concepción" que carecerá de "directivas específicas" o "límites", según publicó el sitio oficial Cubadebate.
Así afirmó Alejandro Gil, ministro de Economía y Planificación (MEP), al intervenir en la sesión inaugural del VIII Congreso de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), en el Palacio de Convenciones de La Habana.
Gil dijo que hasta el momento se confeccionaba un modelo global de la economía, del cual salían las directivas específicas por sectores, es decir, las solicitudes de bienes y servicios, así como el nivel de importación y de exportación predefinidos que tendría la economía.
Según el ministro, ahora "no hay camisa de fuerza", pero aclaró que "habrá que ser objetivo, realista y consciente". Añadió que esta nueva manera, "reclamada durante años por los trabajadores", también requiere de un cambio de mentalidad, porque "habrá quien esté habituado a que los números le lleguen desde arriba".
Dijo que este proceso ya tiene lugar estos días en los colectivos laborales y pidió el apoyo de la ANEC y de la Central de Trabajadores de Cuba. "El plan que se construya tiene que ser por naturaleza más eficiente que el que salía de arriba abajo", reclamó.
Gil declaró que, para el próximo año, "en medio de las restricciones que presenta el país y del recrudecimiento" del embargo de EEUU, "se puede garantizar crecimiento y desarrollo debido a la existencia de capital humano, una industria nacional con potencialidades por aprovecharse mejor y un comercio exterior más diversificado".
En estos momentos, la Isla sufre de una crisis de desabastecimiento que afecta medicamentos, higiene, pero sobre todo la alimentación. Las autoridades han tenido que racionar productos como el pollo, los huevos, el arroz, las salchichas, entre otras medidas que han causado polémica y el miedo ante un nuevo "Periodo Especial".
Entre las prioridades que el Gobierno tiene en planes para el próximo año, el ministro de Economía mencionó las actividades vinculadas con la producción de alimentos, programas de la vivienda, transporte, informatización y medicamentos, y la industria nacional.
En palabras de Gil, "uno de los problemas que lastra el desempeño de la economía cubana es la persistencia de una mentalidad sumamente dependiente a la importación".
"En los últimos años ha existido una tendencia hacia el incremento de las compras en el exterior, lo cual tiene una repercusión en la actualidad", admitió.
Explicó que se importan bienes que se pueden producir dentro del país. Por ejemplo, el alimento para cerdos, pues "cuando ocurren fallas en su compra aparecen los baches en la producción y comercialización, como sucedió en el último cuatrimestre del año pasado".
La carne de cerdo ha llegado a alcanzar precios de 80 pesos cubanos la libra, en un país donde el salario medio no supera los 30CUC.
"La economía debe ir preparándose para ir disminuyendo gradualmente esas compras, aunque no se resolverá de inmediato", reconoció.