El Gobierno cubano expresó su disposición a reactivar los planes de establecer una planta de fabricación de vacunas en Zimbabwe, un proyecto que estuvo detenido a raíz de la pandemia del Covid-19.
La embajadora de Cuba en Zimbabue, Carmelina Rodríguez, dijo al diario local The Herald que la planta era parte de los esfuerzos para mejorar la capacidad de prestación de servicios de salud del país africano.
"Tenemos un plan para establecer una planta en Zimbabwe para la producción de vacunas. Ese proyecto comenzó antes del Covid-19, pero lo detuvimos debido a la pandemia", comentó la funcionaria.
"La idea era producir diferentes vacunas para animales y seres humanos. El Covid ha sido un desafío y casi todos los proyectos se han detenido. Pero ahora estamos en camino de reiniciar el proyecto", anunció.
Durante décadas, Zimbabwe ha sido un importador neto de productos farmacéuticos tras el colapso de la industria nacional debido a las dificultades económicas que obligaron a la mayoría de las empresas a cerrar o a reducir la producción.
En octubre, el presidente zimbabwense Emmerson Mnangagwa dijo que la Segunda República reconocía la importancia de la biotecnología para transformar la vida de los zimbabuenses a través de la producción local de alimentos, medicamentos y productos industriales, y que su Gobierno continuará apoyando la industria farmacéutica para incrementar la producción local de medicamentos.
La embajadora cubana agregó que, aunque el plan original para la fábrica no había incluido la elaboración de vacunas contra el Covid-19, había espacio para discusiones en ese sentido una vez que la planta estuviera en su lugar.
"No habíamos hablado sobre la producción de la vacuna Covid, pero eso también es posible si logramos la aceptación de ambos países, aunque la idea es crear primero una instalación. Queremos crear una agencia de biotecnología que lidere ese proyecto", apuntó Rodríguez.
Los Gobiernos de Zimbabwe y Cuba tienen relaciones estrechas desde tiempos de Fidel Castro, pues en la Isla se entrenaron combatientes de ese país en la década de 1970, cuando La Habana intervino en la guerra civil en la vecina Angola, y luego fue estrecha la alianza con el fallecido dictador Robert Mugabe.
Posteriormente, cientos de jóvenes de esa nación africana estudiaron en Cuba. Hoy La Habana tiene una misión médica de 36 sanitarios en los hospitales provinciales del país.
Sobre ese tema, la embajadora Rodríguez aseguró que su Gobierno quiere aumentar el número de médicos contratados en Zimbabwe.
La Habana ha tratado sin demasiado éxito de exportar sus vacunas contra el Covid-19, que no han sido evaluadas ni certificadas por autoridades independientes y sobre cuya eficacia solo se conocen los informes oficiales de sus fabricantes.
Hasta la fecha, solo se ha hecho pública la venta de esos fármacos a los aliados políticos Venezuela, Nicaragua, Vietnam e Irán. Además, el Gobierno cubano ha ofrecido esos inyectables a la Unión Económica Euroasiática, de la que es miembro observador.
A inicios de mes, altos funcionarios de Nigeria también anunciaron la firma de un acuerdo con las autoridades cubana para la producción de productos biotecnológicos.
Esos negocios avanzan mientras los cubanos de la Isla carecen de medicamentos básicos y la escasez de fármacos provoca que dolencias simples apenas puedan ser atendidas.
Que la dictadura empiece a fabricar una vacuna contra su hambre y miseria.
Dicen que son capaces de montar una fábrica de vacunas pero al mismo tiempo no son capaces de mantener una producción lechera constante para que, como dijo el R.C. "todo el que quiera tomarse un vasito de leche que lo haga".
Incoherencias del castrismo ¿o joputismo más bien?
Lo último siempre ...
.....pobre pueblo de zimbabwe, total, si la abdala es una myerda, chico....
El gobierno cubano siempre buscando la manera de robar