'Hay un miedo tremendo a lo que viene': los cubanos acaparan cuanto pueden antes de que llegue enero

La cercanía del próximo enero intimida a los cubanos, por el inicio de la llamada Tarea Ordenamiento. "La gente teme que el dinero le rinda menos que antes", dice Roylán, un cuentapropista conductor de bicitaxi en Holguín. "Todo el mundo está acaparando lo que se pueda conseguir antes de que acabe el año. Aunque hay escasez, creen que las cosas van a subir muchísimo de precio", explica.

"Los pasajeros que monto solo hablan de eso. Andan con bolsas y comprando como locos. Hay un miedo tremendo a lo que viene", señala.

"Los bicitaxistas estamos ansiosos ya por poner otro precio, porque la gente está subiendo muchas cosas desde ahora, y también viene lo de los mandados de la libreta al precio caro desde este mismo fin de mes. Pero los inspectores están sueltos poniendo multas a dos manos", se queja.

El Gobierno ha anunciado adelantos salariales para trabajadores estatales y jubilados, pero esos beneficios no llegan a los trabajadores del sector privado, que deben afrontar la subida de precios con los recursos que tengan.

"Hay que ver cuánto nos dejan subir el precio porque, por ejemplo, si yo subo el doble y las cosas que compro suben cinco, siete y hasta 20 veces, ¿cómo quedamos? Ese es el temor. Hay que esperar, pero estamos preocupados".

Entre los productos de primera necesidad con más demanda en estos días están los medicamentos, "principalmente en la bolsa negra, que es donde más aparecen porque las farmacias están peladas", dice Cecilia, un ama de casa que está invirtiendo "un dinerito" que le envió su hermana desde Estados Unidos en comprar antibióticos y analgésicos.

"Hace unos días uno hallaba que estaban demasiado caros, pero desde que publicaron en internet los nuevos precios que tendrán los medicamentos en las farmacias a partir de enero, nos dimos cuenta de que hay que comprar y guardar, porque la escasez sigue y en la calle se pondrán tres o cuatro veces más caros", comenta preocupada.

Para Rolando, jubilado de la construcción, la urgencia es acaparar alimentos. "Tenía un ahorrito para posibles emergencias y creo que este es el momento de usarlo. He comprado ya 60 libras de frijoles a 35 pesos, porque logré encontrarlos directo con un proveedor y los cogí por cantidad y del tipo más barato".

"Ya están a entre 40 y 60 pesos, y todo el mundo cree que después de enero se van a poner a 100 pesos. El que tiene frijoles tiene comida, ya me siento asegurado al menos hasta que nos acostumbremos a los nuevos precios", dice.

"También compré hace días la carne de puerco para fin de año, a 50 pesos la libra. Ya se está perdiendo y la semana que viene no habrá quien la encuentre ni a 80 pesos", añade.

"Esto viene duro con los precios. Ojalá fuese para mejorar eso de subir el salario y la chequera (pensiones), pero si lo suben todo por el mismo Estado, y además hay escasez, los precios se dispararán", razona.

La Tarea Ordenamiento está "desordenando" la vida de los cubanos e incluso la precariedad a la que ya estábamos relativamente habituados, subiendo el costo de la vida y la desesperación por la incertidumbre. El Gobierno intenta vender esta nueva fase de su "estrategia" económica como algo básico para el éxito general de sus planes de desarrollo. Pero tras tantos fracasos, promesas incumplidas y pronósticos errados durante seis décadas —y de ver cómo otros países en peores condiciones han levantado sus economías a base de libertades en lugar de control estatal excesivo—, las autoridades cubanas han agotado su credibilidad y el escepticismo se ha generalizado.

Los elevados precios anunciados en la tarifa eléctrica, los medicamentos y los alimentos de la canasta básica normada, amenazan con aniquilar cualquier espejismo relacionado con la subida de salario y pensiones. Y el pueblo está claro de esa realidad, por eso acapara ahora para al menos aliviar el golpe inicial de la inflación.