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Economía

Lo que aprendemos de la reacción al tarifazo eléctrico cubano

El problema no es lo que se paga en electricidad, sino lo que se deja de ingresar en salarios porque la economía del país es enormemente ineficiente.

La Habana
Tendido eléctrico en Cuba.
Tendido eléctrico en Cuba. Williams Cruz Perdomo

El Gobierno cubano, aun con todo el flujo de información que maneja sobre los estados de opinión del pueblo, se ha visto sorprendido por la respuesta que ha dado la población al tarifazo del servicio eléctrico.

Hay varias razones para que el Gobierno no esperara esta reacción: En primer lugar, la electricidad no es el servicio que más aumenta. Mientras el precio de esta crece un 500%, el precio de la canasta normada —lo que compran los cubanos con la libreta de racionamiento—, que viene siendo un gasto fijo igual que el de la luz, sube más del 1.500%, y el precio del gas manufacturado se dispara al 2.200%.

En segundo lugar, la subida de la tarifa eléctrica es globalmente bastante semejante a la subida de los salarios. Es decir, la porción del ingreso que hay que destinar a sufragar la electricidad sigue siendo más o menos la misma.

En tercer lugar, el precio de la generación eléctrica del país sigue estando sufragado en parte importante por el presupuesto central del Estado. O sea, sigue existiendo una parte grande —el 50%— del coste total que los cubanos pagan sin ser conscientes de ello.

En cuarto lugar —esto es lo que probablemente más haya sorprendido al Gobierno— el pueblo cubano ha dado permanente muestra de pasividad, de asumir lo que las autoridades le impongan. De forma bastante ovejuna, causada por el elemento de aturdimiento que constituyen los medios de difusión masiva, todos en poder estatal, el pueblo ha aceptado siempre los dictámenes del Estado y asumido que los funcionarios "son los que saben de eso".

De hecho, en lo que constituye un cambio de proceder y un síntoma de la debilidad del castrismo actual, es sorprendente ver cómo el Gobierno movilizó a su más alta plana económica para en la noche del sábado explicar en un programa televisivo —a todas luces improvisado— las "razones" por las que establecieron la tarifa eléctrica que sufrirá el pueblo a partir de enero.

Muestra del nerviosismo de la cúpula es el raro reconocimiento de que es el pueblo y no el Estado quien lo paga todo, lo contrario a la perversa idea que tantas veces intentan hacer creer los propagandistas oficiales. El viceprimer ministro Alejandro Gil dijo: "cuando se dice que lo asume el Estado —refiriéndose al pago mediante presupuesto de parte del gasto nacional en generación eléctrica— somos nosotros, nosotros no el Gobierno, nosotros el pueblo, quien lo paga", y explicó que lo que el Estado gasta en eso es lo que deja de pagar en salarios, porque el Estado "no tiene una fuente mágica".

En otro momento, el ministro sin cartera Marino Murillo explicó que aun con lo que la gente va a pagar directamente de su salario, unos 17.000 millones de pesos, el 50% del consumo total seguirá siendo subsidiado, es decir, pagado desde el presupuesto estatal.

A la pregunta —por supuesto que convenida— del periodista de por qué no se pasaba todo ese dinero a salarios y que cada cual pagara según su consumo, Murillo respondió que si eso fuera así "nosotros tendríamos que haber aumentado el salario en el orden de esa magnitud, y entonces se podía producir una recomposición del consumo incontrolable". Hasta ahí la explicación.

Nunca explicó Murillo por qué sería incontrolable que cada cual pagase según consumiese, ni mucho menos por qué los cubanos debemos ser controlados.

En realidad, este revuelo con la tarifa eléctrica es bastante extemporáneo. Como se dijo anteriormente, el precio de la tarifa sube más o menos a la par que el ingreso, por lo que realmente no es uno de los incrementos más notables en estas reformas. La verdadera afectación se produjo años atrás, cuando las autoridades impusieron la tarifa que se ha estado pagando desde entonces, que hizo que una familia de cuatro personas tuviese que usar entre el 25 y el 40% de su ingreso total para pagar la electricidad.

Lo sintomático es que en aquel entonces no hubo muestras del malestar social como ahora, al punto de requerir una respuesta desde el Gobierno. Algo está cambiando en la mentalidad del pueblo cubano.

La realidad es que el problema no es lo que se paga en electricidad, sino lo que se deja de ingresar porque la estructura económica del país —impuesta por el Gobierno— es enormemente ineficiente e improductiva, de ahí los bajísimos salarios. El tema real a explicar sería por qué el Gobierno quiere cobrar las cosas según los precios del mercado internacional, mientras los salarios los establece muy por debajo de lo que se cobra en ese mercado.

Sobre el empleo en Cuba el Gobierno hace de juez y parte, mientras que el pueblo a veces es la víctima, a veces el acusado.

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11 comentarios

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Además no tienen hidroeléctricas por todos lados pq no quieren pues en la tiendas cuc solo hay agua. Una potencia hidráulica

Ahogar a los cuentapropistas y para compensar los costes d la cacharrería q tienen para generar electricidad tienen q poner esos estratosféricos precios. Están locos

y los hoteles pagan tarifa electrica?

Mi conclusión de todo esto, es que a partir de enero se le viene encima otra epidemia al régimen y el coronavirus hasta dejará de ser el principal problema de salud en el país. Esa epidemia será el gran número de cubanos electrocutados por día tratando de alterar sus metrocontadores.

Recárgale el contador eléctrico a tu familia en Cuba y ahórrele el 15% de la facture, su familia necesita dormir con aire acondicionado, ayúdelos!!!!!!

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Llevan más de 60 años inventando modelos y experimentos para que nadie se haga „millonario“ o tenga un nivel de bienestar. El pueblo tiene que vivir como vive, mientras las nietas de La Generala se van de shopping a New York o Venecia; o el hijo del Cenicero haciendo yatismo en el Mediterráno; el Cangrejo especulando con villas y Porsches y la Moco pegao fajá con las langostas. Qué nivel Maribel!!!!

Muy buen artículo Rafaela. El problema son los salarios, no el costo de la electricidad, aunque este también es alto si se compara con el de la Florida. Por ejemplo en Miami un consumidor que gaste 500 kw/hora paga alrededor de $60. En Cuba, Murillo explicó que ese mismo consumo tendría un precio de $2300, lo cual al cambio oficial serian $95 dólares. Y esto, según ellos, con un subsidio de 50%. Aquí en la Florida, con mejores precios al consumidor, el suministrador (FPL) logra enormes dividendos. Así de ineficiente es la dictadura con todo.
Cuba, con petróleo regalado y pagando salarios de miseria a sus trabajadores, necesita aun mas dinero del fondo general para producir servicios mucho mas caros.
Pero como usted bien dice: el problema de fondo son los salarios miserables que paga el gobierno como consecuencia de la casi nula productividad. La pobreza generalizada es la verdadera causa de que estos servicios parezcan tan elevados.

Vivo en Cuba, el precio q das de la electricidad en Florida me deja pensando, supongo q la diferencia es la ineficiencia de la red instalada n cuba. Gran comentario

No radica tanto en la red instalada. El precio de la electricidad es más barato aquí en comparación con Cuba, porque la producción de energía proviene no solo de los combustibles fósiles, sino también de hidroeléctricas, estaciones nucleares y energía renovable.
Cada día se está utilizando más energía renovable (eólica y solar), lo cual hace que los costos de operación en la generación y distribución de electricidad por las compañías encargadas tengan una reducción significativa. Además de estos costes, los precios de la electricidad se fijan por la oferta y la demanda.

Pues yo tenía entendido q las energías renovables eran más caras q las fósiles

Qué va Castrox. Tiene razón Ricardo, la energia renovable es cada vez más barata que cualquier capacidad eléctrica basada en combustibles fósiles.