El castrismo ha hecho del derecho a la salud —a veces lo llama derecho a la vida— una coartada para mantener el poder. Para ello adoptó el positivismo marxista que contrapone los "derechos verdaderos" —que serían los derechos sociales, culturales y económicos— con los "derechos burgueses", despectiva referencia a los derechos civiles y políticos del individuo, —que serían un algo abstracto, de menor importancia—.
Según el Dr. Yuri Pérez, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana que por estos días preside el Seminario Internacional Diálogo en Torno a los Derechos Humanos: "el discurso liberal privilegia los derechos individuales en detrimento de los derechos sociales y culturales… el diseño constitucional cubano apuesta por fortalecer el conglomerado social desde una ética de lo colectivo".
La contraposición entre lo supuestamente abstracto y lo supuestamente verdadero estaba contenida ya en la ideología fundacional de la Revolución; es previa al barniz marxista. En 1959, Fidel Castro decía que "el problema no es solo de libertad; el problema no es solo que todo el mundo tenga derecho a hablar, a escribir, a votar, a reunirse; el problema es que tengan derecho también a vivir". Y en otro discurso del mismo año afirmaba que "con la palabra libertad no se come. Libertad con hambre no es libertad, queremos una libertad con pan".
El axioma jurídico de la igualdad entre todos los derechos, presupone que un sistema de salud —por muy eficiente que sea— sería ética y socialmente inadmisible si se basara en la violación de los derechos individuales, pues en igualdad de derecho no se podría violar un derecho para garantizar otro.
El castrismo no puede admitir esto porque su servicio de salud se sostiene en la violación generalizada de derechos individuales: los médicos no pueden abandonar el país sin permiso, ni contratarse donde deseen; los pacientes no pueden escoger especialista o tratamiento; y los ciudadanos todos no tienen libertad para ofrecer servicios de salud de forma independiente a la estatal.
¿Cómo de desvencijado quedaría el sistema de salud pública castrista si los médicos pudiesen abandonarlo cuando quisieran trabajar en otro lugar? ¿Cuántos hospitales tendría si no hubiese estatalizado las clínicas privadas que funcionaban antes de 1959?. Si se pudiesen ofrecer servicios de salud mejores que los estatales, ¿no se vería reducida la importancia que aún mucha gente le concede al castrismo?
Cuando el castrismo rompe la regla de la igualdad entre los diferentes derechos —que hace tan importante el derecho a la salud como la libertad de expresión—, ordena estos según un nivel de importancia que, por supuesto, establece él mismo indicando cuáles son los derechos más importantes y cuáles los menos.
De lo anterior se desprende automáticamente que los derechos menos importantes —que casualmente son los que restringen el poder del Gobierno sobre el ciudadano— pueden ser constreñidos siempre que, a juicio del Gobierno, sea necesario para salvaguardar aquellos derechos supuestamente más importantes, creando así una justificación para la represión de los derechos civiles y políticos en nombre de la salud, supuestamente el más importante de los derechos.
Más aun, el Gobierno cubano se legitima a sí mismo con esos "logros" que incluyen la salud. El discurso goebbelianamente repetido por el monopolio comunicativo del Gobierno razona que toda acción contra este va también contra la patria —equiparando patria, gobierno e ideología—, y va además contra algo tan tangible como el derecho a la salud del pueblo, del cual el Estado castrista se erige como único garante.
Aunque hay muchos ejemplos de países que, respetando las libertades individuales, asumen también la salud como derecho sin tener que forzar a los médicos ni coartar a los ciudadanos, el castrismo aún vende la idea de que sin él no habría salud pública en Cuba. Según esto, cualquier alternativa a él equivale a la más absoluta privatización que, por supuesto, es el peor de los males. Muchísimos cubanos se lo creen firmemente.
La concepción perversa de que hay derechos más importantes que otros, permite reprimir los derechos civiles y políticos de aquellos ciudadanos que desafíen al castrismo, y reprimir ya no en nombre del mezquino poder, sino como paladín del más importante de todos los derechos.
Con perfidia, el Gobierno cubano crea un círculo vicioso donde para garantizar el derecho a la salud debe sustraer de la sociedad —y así lo hace— aquellos derechos que facultarían a esta para censurar las acciones del Gobierno y para exigirle rendir cuentas. En pro de defender el "más" importante de los derechos, le quita a la sociedad lo más importante: el derecho a tener derechos.
// Hmmmm... el sistema de salud de una nación o país //
Un sistema de salud nacional no tiene nada que ver con "libertades" ni política ni patria ni nada de eso.
A mi entender puede y debe ser relativamente sencillo:
1. En una sociedad humana la salud de sus integrantes es *necesidad e interés de cada uno de ellos*. Cada uno necesita estar saludable y *necesita que los demás estén saludables*, para que no enfermen a a otros, trabajen y se sostengan, sean felices, prósperos y contribuyentes al bienestar general.
Poooor tanto:
2. Cada uno debe, tiene y debía sentirse bien contribuyendo a financiar la salud de todos. Lo que es facilísimo de conseguir e implementar. Igual que cada uno tiene que contribuír a la seguridad pública y nacional, sistema de justicia y gobierno, etc. mediante impuestos según sus ingresos, cada uno contribuye con un razonable porciento también al sistema de salud nacional.
3. Por todo lo anterior resulta que *cada uno* puede y va a recibir *todos los servicios, medios y asistencias* necesarios para promover y cuidar su salud individual.
4. Todo lo requerido para lo descrito en 3. no tiene que ser producido y proporcionado por ningún aparato "estatal". Puede y debe serlo por proveedores privados. Estos proveedores se asocian o conectan con instituciones independientes en las que se afilian los ciudadanos a su elección, y de la que estos reciben "TODOS los servicios, medios y asistencias necesarios para promover y cuidar su salud individual". Llamemos a esas instituciones organizaciones de promoción, mantenimiento y servicios para la salud, o "OPMSS". Estas OPMSSs reciben una cantidad fija trimestal, anual u otro por cada uno de sus afiliados, cuya suma produce el presupuesto de la institución para funcionar. Los deshabilitados y otros probados impedidos de ganarse la vida pueden también afiliarse a una OPMSS porque el presupuesto nacional pasa contribución por ellos sacado de los fondos usuales para ayudar a estos ciudadanos.
5. Lo descrito en 4 es el financiamiento mutual de la actividad de salud nacional. Que tiene la ventaja económica de que esas OPMSSs pueden negociar los mejores precios para los productos y proveedores de servicios que utilizan. Y sus afiliados obtienen promoción y manteniemiento de su salud óptima a costo mínimo. ¡Lo que menos quiere una OPMSS es que un afiliado se le enferme, lo van a cuidar desde que su madre lo está gestando! Ni quiere que un afiliado se sienta insatisfecho, porque puede tranferirse a otra OPMSS.
6. Además las OPMSSs pondrían sus capacidades a favor de investigación y desarrollo de mejores sistemas y productos para sus fines. El presupuesto nacional podría hacer préstamos para ayudar a esos propósitos.
Y ya por ahora, para no extenderme más. ¿Se habla arriba de que "la salud es un derecho", hay algo injusto, abusivo o insostenible?
Hasta la próxima.
Trelles, por favor, no nos amenace con una "proxima". Jdr!
A ver Papo, después de 60 años venir a llorar por las glorias pasadas es ridículo. La „revolución“ fue montada sobre una falacia que era la subvención bola. El fidelismo no tenía ni donde amarrar la chiva porque sin capialismo ni economía de mercado, nanai. Tuvo suerte el Cenicero, que aparecieron los rusos para sacarle (entonces) las castañas del fuego, para despues, ironías del destino, terminar como Uganda.
Correcto Weston, sigue Cuba involucionando en materia de servicio sociales.
Ya no solo faltan médicos en zonas rurales, sino que llevarlos allí cuesta muchísimo pleito y los medicamentos brillan por su ausencia. También los niños de las zonas rurales han ido perdiendo la escuelita que les quedaba cerca y con ello a sus maestros. Ahora tienen que madrugar para poder ir al cole, haciéndolo a pie, en carretones de caballo o en lo que se pueda. Pero ese no el esencial problema, sino la falta de sinceridad y transparencia con que Cuba enfrenta esos graves problemas, viviendo 62 años de consignas y lemas, tapando a su vez que han entrado ellos mismos en una contrarrevolución.
Luego la prensa independiente y los cubanos que alertan de ello en redes sociales son mercenarios, terroristas y todo diálogo es plausible solo si se esconde o se traga el dialogante la suciedad.
¿A dónde vamos a llegar si no se pone el oído en tierra?
1.- Hace algunas semanas le sugería a la Sra. Cruz que no escribiera tanto. Cuando uno escribe mucho, también se contradice mucho. Ocasionalmente, los escritores que "no pueden dejar de escribir", improvisan temáticas y análisis que no son muy acertados.
Todo el mundo sabe que en los primeros años de la Revolución el sistema de salud tuvo una gran expansión en Cuba. Los médicos y enfermeras llegaron a lugares remotos, que nunca habían visto una bata blanca. La atención primaria, la atención gineco-obstétrica y la Pediatría se expandieron por todo el país, brindando una buena atención asistencial y sobre todo preventiva.
Todo el mundo sabe también, que los gastos en el área de la salud no eran costeados por la producción del país, sino por el subsidio de la Unión Soviética.
Todo el mundo sabe también que el sistema de salud comenzó a deteriorarse en la misma década del sesenta. Se apuntalaron, se crearon buenos hospitales e institutos, pero siempre subvencionados por la URSS.
2. Todo el mundo sabe que la ineficiente economía socialista en Cuba y el abandono progresivo de la ayuda por parte de los demás países socialistas fue repercutiendo progresivamente en el deterioro de los logros previos en el campo de la salud.
Ahora bien, decir que los cubanos no han tenido derecho a los servicios de salud que el gobierno ha sido capaz de proporcionar (bueno o malo), no es cierto. Con la excepción de los hospitales Ameijeiras y Cimeq, los hospitales de Cuba (incluyendo los hospitales militares), han estado a la orden de cualquier ciudadano.
Por otra parte, los injustos castigos a los médicos (yo no podía regresar a Cuba durante mis primeros 8 años de exilio, y de hecho, he decidido no volver en treinta años), no implica que los derechos de la población han sido afectados para recibir atención medica asistencial o preventiva. Los derechos de los médicos sí han sido afectados, no los derechos de la población.
Tiene la población derecho a invertir en un laboratorio privado o en una consulta privada? No es eso un derecho q se le viola a todos? Tu sabes q en cuba tienes q ir al hospital q te toca, si vas a otro es por palanca solamente.
Claro, en Cuba hay un sistema socialista, que ya sabemos que no funciona; pero no hay que confundir la gimnasia con la magnesia.
En Cuba no se respetan apropiadamente los derechos individuales y como la propiedad privada está prohibida en las áreas de salud y educación, pues no se permite invertir en esos sectores. Hace unos años, no se podía invertir en otros sectores. No había alquiler de habitaciones para turistas, ni restaurantes privados, etc. Ya en eso, estamos mejor.
Lo cierto es que los derechos de la población para recibir el servicio de salud y de educación, que brinda el gobierno, se siguen respetando, con la excepción de la Educación Superior, que "es para los revolucionarios".
Yo lo q veo y rafaela lo pone bien, es q han hecho del derecho a la salud otra escusa para limitar los demas derechos, no hay derecho a tener derecho
Es por eso que hay que utilizar los medios sociales para demitificar el rollo de la salud en Cuba. En casi toda Europa el acceso a la salud es universal y financiada con diferentes modelos mutualistas y de cuotas, dependiendo de los países, pero en general cubre a toda la población sin excepción. Nadie está fuera de los servicios aún cuando quede desempleado o impedido físicamente.
En Cuba el sistema de salud están en la quiebra total con una infraestructura de Papua Nueva Guinea. No hay medicamentos y los servivios sanitarios son pobre. Esos sí, crían médicos como pollos y luego los alquilan.
Jajajajaja papua nueva guinea, medicos como pollos jajajajaja buenísimo