Inés Casal Enríquez, madre del artista cubano Julio Llópiz-Casal, publicó en sus redes sociales una carta dirigida al viceministro de Cultura, Fernando Rojas, donde defiende la integridad y valores de su hijo y rebate la campaña de descrédito que desde el oficialismo intenta criminalizar a un grupo de creadores.
Casal se refiere a la relación de años que ella ha tenido con la familia del viceministro y le pide que frene la ofensiva del gobierno contra el Movimiento San Isidro y los artistas que piensan y se expresan de forma independiente.
"Este circo mediático puede llegar a consecuencias inimaginables y terribles", advierte Casal Enríquez.
El propio Llópiz-Casal ha negado las calumnias del régimen contra artistas como él. "No soy un mercenario (…) Somos víctimas de hostigamiento todo el tiempo".
A continuación, la carta de Inés Casal Enríquez:
Fernando: si te parece irrespetuoso que te dirija una carta por esta vía, te pido disculpas. Y te aseguro que lo hago de esta forma porque no tengo ninguna otra vía para comunicarme contigo. Quién sabe si tampoco leas esto que escribo, pero "el que mi mensaje no sea nunca recibido, no significa que no valga la pena enviarlo".
También me disculpo por tutearte, pero esta "carta" va dirigida al ser humano que conocí hace años (aunque tal vez tú no te acuerdes de mí), y no al funcionario que hoy eres. Y me cuesta mucho tratarte de "usted", cuando te conocí como Fernandito, como te llamaban tus padres. Confío en que tampoco lo veas mal.
Sé de la estirpe de donde provienes. Tus padres fueron mis compañeros de trabajo, mis jefes y mis amigos durante mucho tiempo en la Universidad de la Habana. Tu padre, Fernando Rojas, Rector de la UH por varios años, fue un hombre íntegro y honrado, que dedicó toda su vida a su país y a su Revolución, que educó, junto a la dulce Fefa, a cuatro hijos en el sentimiento de la verdad y la honestidad ante todo.
Aunque algunos miserables (siempre los hay) le puedan haber criticado y hasta acusado por algunas "debilidades humanas", pero nunca por corrupto u oportunista.
Pero así como yo conozco bien a tu familia tú puede que hayas olvidado de dónde proviene y quién es mi hijo Julio César Llópiz Casal.
También mi hijo proviene de unos padres íntegros, honestos, que entregaron todas sus fuerzas, todas sus energías, todo su conocimiento, todos sus sueños revolucionarios a la UH y a su país. Y que también educaron a sus dos hijos en el respeto a la verdad y al decoro, que es lo que tienen las personas cuando no ocultan lo que piensan.
Yo sé cuáles son los deberes de un cargo o un partido. Yo fui militante del PCC durante casi 30 años, y lo fui a conciencia, porque creí en la Revolución, de corazón. Aunque desde hace años me sienta traicionada en mis sueños más puros. Pero ningún cargo, ninguna orientación partidista me hizo mentir o traicionar a mi conciencia. Por suerte, estuve siempre rodeada de compañeros que fuimos capaces de discutir lo que no entendimos. Cuando me sentí traicionada por la Revolución (porque no fui yo quien traicionó), simplemente dejé de creer en ella.
Mi hijo, Fernando, no es terrorista, y tú lo sabes.
Mi hijo, Fernando, no busca desestabilizar al sistema y, mucho menos, incitar a un levantamiento popular, y tú lo sabes.
Mi hijo, Fernando, no está manipulado, dirigido, pagado por ningún gobierno extranjero, por ninguna organización, por ningún medio de prensa, y tú lo sabes.
Mi hijo, Fernando, no es un delincuente, es un artista cubano que también trabaja por Cuba y para Cuba, y tú lo sabes.
Mi hijo, Fernando, dice lo que piensa en cualquier lugar y circunstancia, y tú lo sabes.
Mi hijo, Fernando, es un hombre bueno, y tú lo sabes.
Por eso, desde el fondo de mi corazón, te pido que trates, ahora sí desde tu deber como funcionario, de atajar a tiempo una campaña difamatoria y cobarde que se ha desatado en los medios de comunicación oficiales contra personas pacíficas que sólo han querido ser oídas. Este circo mediático puede llegar a consecuencias inimaginables y terribles.
Y eso, Fernando, también tú lo sabes.
Con todo mi respeto y consideración, Inés Casal Enríquez.
Se están descartando entre ellos mismo. La señora fue revolucionaria y conoció al tal Roja padre e hijo los dos revolucionarios. A estos revolucionarios le está pasando lo mismo que no paso a nosotros mientras ellos seguían ciegamente el libreto revolucionario y nunca pestañearon por los abusos que cometieron contra nosotros.
La dictadura no va a entender de cartas ni de nada lo único que quieren es permanecer en el poder no les importa que los cubanos mueran solo les importa vivir ellos ser dueños de Cuba que la han convertido en su granja particular, la dictadura de Cuba es una mafia hay que tumbarla con armas y meterlos a todos en una jaula y tirarlos en el fondo del mar
Carta a Ines Casal Enriquez: Fernando Rojas es un vive bien y tu lo sabes, Fernando Rojas no es el origen del desaguisado y tu lo sabes.
Y agrégele padre: borrachín y pendenciero...
Al régimen lentamente lo van poniendo contra la pared, sin invasiones imperialistas, terroristas de Miami o agentes del la CIA. Simplemente con el coraje civil de los ciudadanos que reclaman derechos como son discrepar, contestar y protestar en un país supuestamente "democrático y libre".
Si el régimen es tan fuerte ideológicamente como dice y lleva repitiendo durante 60 años, entonces debe demostrar que lo es y no tenerle miedo ni reprimir a grupo de jóvenes que lo que piden es nada más y nada menos que ser libres sin perjudicr a nadie.