Tiki-Taka electoral en Florida: la culpa es de los medios o del bando contrario

La oscilación en la preferencia política del electorado en Estados Unidos funciona como el Péndulo de Newton. Cuanto más se separe del centro la bola en uno de los extremos, igual lo hará la bola del extremo contrario. Eso dijo el profesor Fernández en una clase de inglés para hispanohablantes.   

Basado en las leyes del físico inglés, el Péndulo de Newton demuestra de forma sencilla la ley de conservación de la energía y de la cantidad de movimiento. Aunque el objeto tiene varios nombres, en algunos lugares le llaman Tiki-Taka. Y así suenan los criterios de las principales posturas políticas mientras el calendario avanza hacia las elecciones presidenciales. Al Tiki-Taka de Florida —que es, de paso, un estado péndulo— están siempre atentos los que quieren ocupar la Casa Blanca.

DIARIO DE CUBA conversó con algunos residentes del estado y todos coincidieron en dos criterios: Primero, que existe tensión, polarización, agresividad y un ambiente raro; segundo, que la culpa la tienen los medios de comunicación y el bando contrario.

Los ánimos de los bandos

Javier Peña nació en Ecuador y llegó de pequeño a Estados Unidos. Estudió Relaciones Internacionales en Washington, vive ahora en West Palm Beach y considera que Donald Trump no es digno de la Oficina Oval ni de ninguna otra posición de liderazgo público.

"Los bandos políticos están muy agresivos y tienden a infundir miedo, sobre todo los republicanos, porque Biden tienen muy buen chance de ganar. Creo que es difícil defender a Trump por su conducta, lo que dice, sus mentiras y peleas; causa estrés y división. La gente está harta de Trump, y no solo los demócratas o los liberales, sino también los electores más independientes", opina.

Peña cree que también existe un odio hacia Trump que puede causar miopía, pero a su juicio la postura de los demócratas es mejor y tienen que confrontar al presidente. "Por ejemplo, en el manejo de la pandemia lo ha hecho muy mal", agrega.

Todo lo contrario piensa Yoaxis Marcheco, activista cubana proderechos humanos que a menudo le ha puesto el cuerpo a las manifestaciones en contra del régimen frente a la Embajada de Cuba en Washington. "El Gobierno federal ha hecho lo que ha podido material y logísticamente en la lucha contra el coronavirus. Todas las culpas no pueden caer en un solo saco. Aquí no solo el Gobierno federal y su mandatario son responsables de la toma correcta de las decisiones, sino también los gobiernos estatales, que muchas veces son los que definen las estrategias y las medidas a llevarse a cabo".

Marcheco dice que es mayormente el electorado demócrata el que se ha vuelto algo extremista. "Para ellos, Trump es el causante de todas las desgracias de los Estados Unidos, sin matizar las razones. Biden es la estrella de las nobles causas. Y quienes más influyen sobre estos criterios radicales son los medios de comunicación."

La actriz colombiana Arianna López, voz de emblemáticos personajes de la serie de animados South Park, concuerda con Marcheco en la parcialización de los medios de comunicación. "No hay otra forma de combatir eso, sino con fuerza y quizás con despotismo."

Ambas entrevistadas mostraron su favor a Trump, por su patriotismo, el respeto a la vida y a los valores espirituales. Lo consideran un gran negociador después del histórico acuerdo de paz entre Israel y Emiratos Árabes Unidos, y lo que esto significa para la paz en el Medio Oriente.

Rubén N. Ortiz es un cubano que antes vivió en Ecuador y ahora reside en Deltona. Dice que hace muchos años no se vivía un ambiente así. "La polarización y las distintas maneras de apreciar el hecho político, sumadas a una pandemia paralizante y la mediatización electrónica del marketing político, han sumergido a los votantes en una campal batalla de opiniones donde priman las pasiones más que el análisis".

En esto último coincide Olga María Acosta, una profesional cubana de unos 40 años que llegó hace poco a Miami. La campaña presidencial es para ella una completa novedad. A veces le resulta divertida y otras le preocupan los excesos porque, dice, a la gente la ciega la pasión.

"De un lado, porque no le gusta Trump llaman comunista a Carlos Alberto Montaner, uno de los intelectuales más destacados del exilio cubano, liberal declarado. Del otro, socialdemócratas comparan a Trump con Fidel Castro y le ponen el cuño de tirano. Para mí que ambas partes están mal de la cabeza. Pero ni loca me pongo yo a pelearme con nadie por un político."

Hay quienes sí se pelean, y feo. Lo sabe Ricardo Rabelo, cirujano oncólogo venezolano exiliado en Miami. Para Rabelo, la democracia más grande del mundo peligra porque la izquierda internacional busca alcanzar el poder ya no por la vía armada, sino a través del engaño populista.

"Es una estrategia electoral populista muy similar a la que utilizó Hugo Chávez para arribar y mantenerse en el poder el tiempo suficiente para desmantelar las instituciones democráticas de mi país y convertirlo en un apéndice del castro-comunismo", dice.

Olga María también deja en claro que jamás confiará en discurso "que me huela a socialismo por muy bien intencionado que parezca".

"Por mí, los nuevos marxistas irían a probar sus teorías a la Luna; o no, mejor a Marte, no vaya a ser que nos echen a perder las mareas."

A Vladimir Ramírez no le importan las derechas ni las izquierdas. Es un cubanoamericano que mira la política a través de su negocio, el de las agencias de viajes. Prefiere a Biden porque asume que los demócratas retomarán las políticas de acercamiento de la Administración Obama, y eso implica mayor movimiento entre ambos países.

Obama y el tema migratorio sostienen también las discusiones de ambos bandos. Andy Hernández es un profesor de inglés que daba clases en Tampa a latinos recién llegados. "Por culpa de Trump perdí el trabajo. Con él es que se puso malo todo esto", dice.

Marcheco riposta que fue la Administración Obama-Biden la que eliminó la política pies secos / pies mojados y expulsó además "a 2,7 millones de inmigrantes. Casi tantos como la suma combinada de todos sus predecesores en el siglo XX."

Se hable de gobernación, economía, migración, racismo o crisis de salud, ambas partes culpan al contrario de todo el mal que acontece y ponen las esperanzas en el candidato por el que apuestan.

Antes del último debate

Las encuestas nacionales favorecen a Joe Biden. Pero entre los cubanoamericanos Donald Trump es preferido, según un sondeo de la Universidad Internacional de Florida.

Se ha notado en los eventos de campaña. En Miami, el sábado 10 de octubre los medios reconocían a miles en una caravana anticomunista y en favor de Trump. Al día siguiente se habló de cientos de seguidores de Biden en otra manifestación.

Con miles de asistentes, Trump realizó su primer mitin de campaña el 12 de octubre en el Aeropuerto Internacional Orlando Sanford, Florida Central. El 16 de octubre el candidato presidente llegó nuevamente al estado y la bienvenida se la dio el peleador de origen cubano Jorge Masvidal. Para la rabia y el azoro de unos y el regocijo de otros, Trump concedió además una entrevista al influencer cubano Alexander Otaola en el hotel Trump National Doral de Miami.  

El segundo debate presidencial previsto para el 15 de octubre en Miami fue suspendido por la negativa de Trump a un encuentro virtual después de su rápida recuperación del coronavirus. "No estaba enfermo nada", dijeron unos. "Está fuerte y salió rápido, si agarra a Biden se lo lleva", dijeron otros.

Javier Peña espera que el último debate, anunciado para este jueves 22 de octubre en Nashville, Tennessee, sea un poco más tranquilo que el primero. "Pero se trata de Trump, puede ser un relajo... Él podría decir cosas bien feas y Biden podría molestarse mucho".

Para Yoaxis Marchecho, en el debate Trump debería "hacer contrastes entre lo que Biden propone y los hechos que demuestran que su Gobierno debe ser reelegido para salvar a América del socialismo. Es la izquierda más liberal de este país la que apoya al dueto Biden-Harris y muchas de las propuestas de ambos son contrarias a la esencia del sistema que ha sostenido a Estados Unidos."

En opinión de Ricardo Rabelo, la Comisión de Debate debería regular de manera más efectiva las intervenciones de los candidatos "para ofrecer un espacio de intercambio de ideas y proyectos, donde el ciudadano conozca y reflexione acerca de los asuntos de interés común. Si esto no ocurre, se perdería la esencia del show."

Si la decisión fuera de…

Javier Peña: "Que gane Biden, no tanto porque me guste Biden. Me parece pésima la posición de los demócratas del partido de hoy sobre el aborto. Lo mío sería esta vez un voto contra Trump. Quiero que pierda contundentemente, que sea juzgado así a través del voto."

Yoaxis Marcheco: "Donald Trump sería reelecto para un segundo mandato. Estoy segura de que Biden no hará las cosas mejor que la administración actual."

Rubén N. Ortiz: "El presidente sería el candidato Joe Biden. Es un hombre entrenado en la política que sabe afrontar situaciones de crisis con sapiencia del cargo, sensatez, prudencia, apego a la decencia y probada inclinación a ser un gobernante para todos los estadounidenses y no solo para una parte de ellos."

Ricardo Rabelo: "Que gane el Partido Republicano, aunque la figura de Trump me resulta antipática. Su política hacia Latinoamérica ha sido acertada. La penetración del narcoterrorismo y su vinculación con la izquierda internacional son un problema de seguridad nacional para Estados Unidos."

Vladimir Ramírez: "Biden, por supuesto. Lo mejor para mi bolsillo es la apertura, el intercambio, el roce."

Arianna López: "Hay que tener pantalones para enfrentar tanta mentira de los socialistas que son lobos disfrazados de ovejas. Trump ha tomado el reto de fortalecer las bases de esta gran nación que nos ha acogido a cada uno de nosotros, que vinimos de países donde se ha perdido el orden y la justicia."

Andy Hernández: "Trump no merece ser presidente de un país multicultural como este, casa de tantos emigrantes. Nunca votaría por él."   

Olga María Acosta: "Votaría por los republicanos así se postulara la mosca que se le posó a Mike Pence en la cabeza."

Más comunista que Marx, racista, oportunista o perdido en el llano. En cualquiera de esas casillas cabrían los electores según el Tiki-Taka de Florida. Sin embargo, poco importa el impulso que lleven las bolas de los extremos mientras las sostengan las cuerdas de la democracia. Además, las bolas inertes del Péndulo de Newton siguen siendo mayoría.