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Opinión

El envilecimiento de las democracias

'Habiendo a escala mundial dos izquierdas y dos derechas, unas democráticas, otras dictatoriales, la contradicción principal ya no puede ser resuelta entre izquierda y derecha, sino entre democracias y dictaduras'.

Oldenburg
Vladimir Putin y Kim Jong Un se divierten juntos.
Vladimir Putin y Kim Jong Un se divierten juntos. EPV

Slavoj Žižek es uno de los pocos pensadores políticos de izquierda que todavía piensa en que entre democracia y socialismo hay, o debe haber, una relación de continuidad y no de ruptura.

No es el caso de muchos de sus colegas de izquierda, quienes no vacilan en rendir apoyo a cualquiera miserable dictadura que se autodenomine de izquierda, hecho que ha llevado a un descrédito creciente de la noción de izquierda en casi todas las latitudes del globo. Ha llevado también a que la antigua división entre una izquierda democrática y otra abiertamente prodictatorial que ha caracterizado a las izquierdas socialistas desde los tiempos de sus orígenes, continúe manteniéndose, pero ya no tanto entre una izquierda estalinista y una socialdemocrática, sino en la más abierta forma de izquierda democrática e izquierda dictatorial. Eso es también lo que en estos momentos une a las derechas y a las izquierdas democráticas del siglo XXl.

La insurrección global antidemocrática

No deja de ser interesante mencionar que la invasión de Putin a Ucrania sea apoyada principalmente por las derechas racistas en Europa (a las que se unen excrecencias políticas de izquierda como el melencholismo francés, el Podemos español y el partido populista de Sarah Wagenknecht en Alemania). En América Latina en cambio, lo es por las izquierdas dictatoriales, principalmente por el post-somocismo de Ortega, por las oscuridades de Cuba, y por el Gobierno de delincuentes de Venezuela. A ese "trío del mal" se unen ocasionalmente países de tradiciones predemocráticas incipientes como son las de Honduras y Bolivia.

El colosal fraude electoral cometido por Maduro ha tendido a distanciar aún más a la izquierda democrática de la izquierda dictatorial latinoamericana. El cisma decisivo se produjo recientemente con el veto de Lula da Silva a Venezuela para ingresar en ese club de dictaduras llamado BRICS. Un veto más político que económico que, evidentemente, contrarió a Putin quien, sin conocimiento alguno, decidió reconocer las elecciones en Venezuela —de acuerdo a la tradición fraudulenta que ha impuesto en su propio país— como legítimas. Hecho que demuestra que, aún en ese conglomerado paradictatorial, Rusia y China no ejercen todavía una dominación absoluta. Hasta en ese grupo mayoritariamente dictatorial anda suelto el virus de la democracia.

El filósofo Slavoj Žižek, fiel a su tradición personal, no ha vacilado en tomar partido por las izquierdas democráticas, manteniendo la opinión de que una verdadera izquierda solo puede desarrollarse dentro y no en contra de las luchas democráticas y antidictatoriales. En este momento —este es su diagnóstico— las democracias se encuentra en una posición defensiva debido al avance internacional de los autoritarismos, de las autocracias, de las dictaduras, políticamente organizadas bajo la tutela totalitaria de la Rusia de Putin, de la China de Xi, del Irán de los ayatolas, en nombre de un nuevo orden mundial abiertamente antioccidental (léase, antidemocrático) sucesor de los antiguos tercermundismos dirigidos también desde Moscú y Pekín durante la era stalinista-maoísta.

Según Žižek —así se desprende de sus más recientes artículos— la emprendida por Moscú, y en menor medida por Pekín, es una cruzada dirigida en contra de los países democráticos, comenzando, por supuesto, contra EEUU. Podríamos hablar así de una insurrección internacional de las dictaduras del globo: la insurrección de las dictaduras en contra de las democracias. La divisa de Marx "Proletarios del mundo uníos", ha sido sustituida por la de Putin: "Dictadores del mundo, uníos".

Habiendo a escala mundial dos izquierdas y dos derechas, unas democráticas, otras dictatoriales, la contradicción principal ya no puede ser resuelta entre izquierda y derecha, sino entre democracias y dictaduras, cada una incluyendo a sus respectivas izquierdas y derechas. De la misma manera, esa contradicción no se presenta entre dos formaciones económicas (socialismo y capitalismo, por ejemplo) sino entre dos formaciones políticas, afirmación esta última que contradice en su esencia el paradigma "economicista" propio del liberalismo económico y al marxismo ortodoxo.

La contradicción principal de nuestro tiempo —aunque Trump y Xi no lo crean— ya no es económica, sino política; o si se prefiere, geoestratégica.

A quienes solo ven intereses económicos ocultos en el interior de los procesos históricos habría que preguntarles cuáles son los intereses económicos que llevan al coreano Kim Jong Un a intervenir militarmente en un país tan lejano como Ucrania. O lo que es parecido, ¿cuál es el interés económico de Rusia al introducir a terceros en la guerra de invasión a Ucrania?

Podemos suponer que Kim y Putin están locos (probablemente lo están, como lo estuvo Hitler), pero aún en la locura hay una lógica. Y en este caso no es una lógica económica, sino política. Más aún: política y militar. El interés de Putin está claro: convertir a Rusia, no solo en un imperio sino, además, en la vanguardia política y militar de una insurrección antidemocrática de características mundiales. O lo que es igual: al bloque democrático (al que él llama occidental) oponerle un bloque mundial antidemocrático. Para Kim sería a la inversa: se trata de integrar a la hasta entonces muy aislada Corea del Norte en un bloque de dimensiones globales.

¿Corea del Norte arrastrando a China o con el consentimiento de China? Eso no lo sabemos todavía. Hay indicios para lo uno y para lo otro. Xi Ping seguramente quiere mantener a Corea del Norte como perro de presa en contra de la conformación de un bloque "pro-occidental" que integraría a Japón, a Singapur, a Corea del Sur, a Filipinas, entre otros. Pero, por otro lado, puede no estar muy interesado en ampliar guerras globales que puedan llevar al mundo a una guerra total. Algún día Xi Ping deberá entender que no se puede bailar en dos bodas al mismo tiempo.

Putin lo sabe bien: él baila en su propia boda. Así, puede que el tirano ruso no sea un experto filosófico, pero parece haber entendido, por otras vías, el concepto de sobredeterminación que tomara Althusser de Freud. Según este concepto, hay un tema que aparece en diferentes fenómenos a la vez. En el caso de las guerras que asolan el mundo de hoy, ese es el tema de la guerra declarada por los imperios antidemocráticos a las naciones democráticas del planeta, tema muy sobredeterminante en el caso de Ucrania, pero también presente en otras guerras que están ocurriendo, como en Oriente Medio entre Israel y los tentáculos militares de Irán. Allí es evidente que Putin está tomando abierto partido a favor de Irán.

Una reciente noticia que confirma el envío de armas desde Rusia a los hutíes de Yemen no debe sorprender a nadie. Irán y Corea del Norte son los aliados militares más estrechos de Putin. Naturalmente, Putin dirá que la suya es una respuesta al envío de armas de EEUU a Israel, pasando por alto el hecho de que la alianza de Israel-EE UU es de larga data. En cambio, la de Rusia con Irán y sus hutíes, es muy reciente. Como sea, las guerras en Ucrania y en Oriente Medio son y serán partes de una sola guerra global.

La política al servicio de la guerra

Putin parece haber entendido que las guerras en contra de las naciones democráticas no solo tienen y tendrán lugar en distintos lugares, sino también bajo diferentes formas, incluyendo entre ellas, las políticas. En otras palabras, Putin ha sabido poner a la política internacional al servicio de sus guerras brindando todo su apoyo a movimientos, gobiernos y partidos antidemocráticos de diferentes latitudes.

Como ha sido constatado, extremistas de derecha e izquierda, en Europa, en EEUU, en América Latina, cuentan con el apoyo de Putin. El dictador ruso ha captado, además, que los órdenes democráticos son frágiles justamente porque son democráticos y, como tales, están obligados a mantener en sus interiores a sectores antidemocráticos siempre que estos cumplan con los requisitos formales que otorgan las constituciones. Lo hemos visto recientemente: en casi todas las elecciones, sean presidenciales o simplemente comunales o regionales, los periodistas se preguntan si sus resultados han sido positivos o negativos para la Rusia de Putin.

Antes había guerras de representación; hoy hay también elecciones de representación. Esto es justamente lo que entendemos bajo el concepto de sobredeterminación. Y bien, ayudado por el desarrrollo de la digitalización, Rusia opera de diferentes modos en las elecciones de los países democráticos. El propósito nada oculto de Putin es envilecer a las democracias, debilitándolas y así alimentar a sus partidarios antidemocráticos.

Probablemente no escapa a la mirada de Putin que una guerra ampliada a nivel global no favorece, más bien enturbia las posibilidades de desarrollo democrático en diferentes naciones. Para poner un ejemplo: puede que Israel emerja como vencedor en Oriente Medio, pero a la vez, será menos democrático de lo que era antes. Ucrania, que después de la rebelión de Maidán del 2013 avanzaba rápidamente hacia la democracia, ha debido suspender las elecciones y centralizar, incluso militarizar el poder político. En latitudes más lejanas, como son las de América Latina, Putin brinda apoyo total a brutales dictaduras como son las de Cuba, Nicaragua, Venezuela. Esta última dictadura, a su vez, provee logísticamente a levantamientos antidemocráticos como es el de Evo Morales en contra del Gobierno constitucional de Bolivia.

Putin, con sus continuos fraudes y asesinatos a opositores, ha envilecido la política en Rusia, para después hacerlo en las repúblicas de su entorno, interviniendo abiertamente en elecciones como las de Eslovaquia y Georgia, a las que espera convertir pronto en nuevas Bielorrusias. En Moldavia va a ocurrir lo mismo.

Precisamente, a fin de alertar acerca del progresivo deterioro de las democracias, el más reciente artículo de Slavoj Žižek propone a los gobiernos democráticos crear mecanismos de defensa en contra de las agresiones a las democracias y actuar sin complejos cuando se trata de utilizar medidas que no aparecen a primera vista como democráticas. Pone Žižek como ejemplo la disolución del Parlamento llevada a cabo por Macron para reconstituir la formación política francesa en contra del avance del lepenismo. Pero aquí Žižek olvidó algo: puede que la movida de Macron, de acuerdo a la tradición francesa, no haya parecido a algunos muy democrática, pero en ningún caso fue anticonstitucional. Y este es el punto: ninguna democracia, aunque sea para protegerse, debe traspasar la barrera constitucional, entre otras cosas, porque la Constitución, es decir, las libertades políticamente organizadas, son la mejor arma que dispone cada democracia para defenderse a sí misma. Eso debió haberlo dicho Žižek.

Desde el momento en que una democracia viola su Constitución deja de ser democrática y se convierte en su propia enemiga. Eso es, seguro, lo que espera el director de todas las dictaduras del mundo, Vladimir Putin: lograr con mano ajena lo que no puede alcanzar con su propia mano.

Para defenderse, la democracia tiene otros medios, entre otros, formar grandes coaliciones antiautoritarias y antidictatoriales. Esa fue la particularidad francesa, no la disolución parlamentaria.

En tiempos de guerra como son los que estamos viviendo, la democracia debe pasar a la defensiva; en eso estamos de acuerdo con Žižek. Los partidos democráticos de izquierdas y derechas deben reconocer los momentos límites y formar coaliciones, o frentes democráticos, si es que se hace necesario, para detener el avance de los partidos putinistas, muchas veces disfrazados de pacifistas.

El dicho que hiciera popular Willy Brandt, "En una democracia todos los partidos deben ser coalicionables unos con otros", no rige en tiempos de guerra. En esas condiciones, el dicho debería ser cambiado por este otro: "En tiempos de guerra todos los partidos democráticos deben ser coalicionables en contra del avance de partidos amigos de naciones enemigas".

Lamentablemente eso no está ocurriendo ni en Europa ni en América Latina.


Este artículo apareció originalmente en el blog Polis. Se reproduce con autorización del autor.

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27 comentarios

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Profile picture for user Plutarco Cuero

Chancla 'tá realmente confundido con las operaciones aritméticas ... resta donde debe sumar y divide donde debe multiplicar ... si a esta altura de su "alto coeficiente intelectual" no puede establecer las diferencias en el desafortunado post abajo, está muy mal ....

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...almirante Mojinson ...cual es la diferencia entre la eterna permanencia de un lider comunista y la eterna permanencia de un grupo de consorcios multimillonarios capitalistas que pone cada 4 años a un monigote a dar la cara, que se cree que dirige los destinos del mundo y que a eso lo llaman democracia???...cual es la diferencia???...cuantos presidentes "democraticos" , republicanos y democratas, han pasado por la Casa Blanca sin que haya cambiado en nada la politica capitalista e imperialista de los USA durante toda su historia ???...digame de algun cambio significativo que haya hecho algun presidente de los USA, republicano o democrata, a favor de sus ciudadanos en materia de salud, por poner un ejemplo???...y no nos metamos en asuntos de politica internacional...ahi es peor el asunto...

Profile picture for user Ana J. Faya

Pienso que en lo que Mires tiene razón es en la guerra que Putin , con sus socios de Irán y Corea del Norte han desatado contra Occidente, y contra EEUU en particular. Lo de China contra EEUU es distinto, por sus economías en este mundo global. Y como el régimen del cada vez más estúpido de Díaz-Canel S. y su mentor el Castro II deliberadamente han escogido a ese eje en sus relaciones, pues no tengo ninguna simpatía por ese grupo, al cual se les pegan por carácter transitivo Hezbollah y Hamas . Si a Mires le da por ofenderlos, o por seguirlos criticando, pues bienvenido sea.

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“Los partidos democráticos de izquierdas y derechas deben reconocer los momentos límites y formar coaliciones, o frentes democráticos, si es que se hace necesario, para detener el avance de los partidos putinistas, muchas veces disfrazados de pacifistas”

No hay la más remota posibilidad de reconciliación ni alianzas en Occidente entre dos visiones del mundo opuestas y dicotómicas: la globalista (anti civilización) y la nacionalista.

La primera, el verdadero Socialismo del siglo XXI, se traduce en gobiernos de izquierda fusionados con los grandes monopolios financieros, las Big Techs y legiones de tontos (in)útiles que buscan prohibir toda opinión disidente a la ruptura de la familia, las ideologías de género, el índigenismo, el feminismo, la emigración descontralada y la supuesta supremacía blanca.

La segunda es la oposición derechista imperfecta, pero necesaria, a esta manzana envenenada que nada tiene que ver con Putin, Pezeshkian, Kim Jong-Un y la comparsa totalitaria.

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Yerman--Toda esa gente es de izquierda hasta que el totalitarismo, da igual de que lado, les intervengan sus propiedades y privilegios, lo demás es WOKE que es la moda.

...el envilecimiento de la democracia no es que Trump haya sido presidente y que ahora aspire a serlo otra vez???....

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Chancro___ Si los americanos votan a Trump, hay que aceptarlo porque ha sido elegido legalmente y tiene que ocurrir lo mismo si gana la mulata. No hay margen para conspiranoicos y radicales.

Mr. Músico pero lo que no cuadra por qué la Sandalia de cartón reciclado no dice nada de la eterna permanencia de los líderes comunistas sin que nadie los elija ni tampoco nadie los cuestione, Stalin, Mao, Castro I y II Daniel Ortega, Maduro, Evo Morales quien aún sin constitucionalmente poder quiere de todas formas volver al poder.

No siempre sale el que mas votos de los americanos recibe, yo no creo que dejen ganar a Trump. Ya lo dijo Mark Twain, quien difícilmente fuera conspiranoico, "If voting made a difference, they wouldn't allow us to do it"

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HG_ Claro que no gana quien más voto tenga, pero es el sistema de votación que data desde 1789. Por supuesto que escompletamente obsoleto para estos tiempos, pero es el aceptado por todos por lo tanto es democrático. Unas veces ganan unos y otras veces los otros. Mark Twain habla en otra época. Se puede cambiar en cualquier momento.

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Para que yo deje de creer que hubo fraude electoral en el 2020, y que lo habrá en estas elecciones si no sale Trump, me tienen que dar pruebas de cómo fue la muerte de Jeffrey Epstein. Muchos “pejes gordos” involucrados con Epstein que temen que Trump los exponga al “escarnio público”.

Sin duda, aunque yo votaría por Trump con las dos manos, hay que reconocer que la elección entre un viejo alardoso y una mujer de muy escasa inteligencia deja muy mal parada a la "democracia" de los EU.

Izquierda democratica !!!??? ... y eso existe???. Estimado autor una izquierda es solo una dictadura que aun no tiene suficiente poder

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Grillete____ En los países nórdicos durante años han gobernado alternativamente partidos izquierdas y no ha habido dictaduras. Incluso cuestiones que aquí pueden parecer “comunistas”, como salud pública, educación, servicios sociales o viviendas sociales gratis, son de carácter constitucional y aceptados por los otros partido conservadores cuando asumen el poder. ¿Han sido Islandia, Dinamarca, Noruega, Suecia y Finlandia dictaduras?

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Si Putin no existiera, Fernando Mires se quedaría sin trabajo. Que encarne, carajo!!

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Papo___Hombre, sabemos que duele que a nuestros ídolos los critiquen y censuren, pero el mundo sí se ha vuelto blanco y negro. Las dictaduras y los totalitarismos de un lado y del otro las democracia con sus defectos y virtudes, que las tiene. Pero sin dudas Putin representa lo peor que puede ser una sociedad en estos tiempos y ya sabemos quiénes lo apoyan, incluida la dictadura castrista cubana, una prueba más de la polarización de las ideas.

El dilema, para algunos, es escoger de què parte se está, pero no es tanto una cuestión de principios como de guasabeo oportunista. You know waht I mean.

Mr. Músico:
Y además como sistema social la Democracia es el único sistema social que con sus virtudes y defectos crea desarrollo, riqueza, y mejoras para el hombre y la sociedad, pero como todas las creaciones sociales del hombre es imperfecta, y siendo imperfecta es susceptible de perfección.

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Robin__ Totalmente de acuerdo. Y como usted dice, el totalitarismo no admite la imperfección del sistema por lo tanto niega las reformas y cambios. Saludos.

Mis respetos para Ud. Mr. músico siempre tan preciso y polémico por excelencia.

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HG__ Sin dudas los tiempos han cambiado, no cabe duda que ya nada es lo que era, ni en los propios Estados Unidos, pero prefiero vivir allí que en Cuba, Rusia o Irán.

Mr. Mires, aún cree que Rusia es la ex-URSS y en consecuencia le asigna a Putin y su Nuevo orden mundial que nunca existirá bajo su mando un papel de líder de unas izquierdas que representan el comunismo marxista y que no son progresistas de ninguna manera. simplemente aspiran al hacha del verdugo,
lo cual es algo que Mr. Mires aún no entiende al igual que no entiende que la existencia del Estado de Israel, como única nación democrática en esa zona de Jeques y Sultanes medievales de orientación claramente fascista pasa inexorablemente
por su seguridad territorial, militar y política,
De ahí que su actual empeño es limarle los dientes a los perros de presa creados por Irán
y lo está haciendo muy eficientemente Hezbollah y Hamas son casi historia , pero sucede que el Sr. Mires quiere ver el mundo en Negro y blanco aunque los hechos muestren otra realidad. Y como dijo el Quijote:
"La virtud más es perseguida de los malos que amada de los buenos "

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En este ajiaco conceptual, Mires olvidó el detallito no menor que no hay dictaduras de derecha en América Latina ni en Europa. Todas son de izquierda, o sea, socialistas.

Sin embargo, llama “democracias racistas europeas” a las que según el apoyan a Putin, pero sin mencionarlas y encasquetandoles el cartelito de racistas (las de izquierda no lo son), probablemente porque se oponen a la invasión migratoria descontrolada o porque están en contra del wokeismo (Socialismo del Siglo XXI)

Tampoco aclara que entiende por “apoyo”, el que en ningún caso ha sido logístico, escondiendo en su retórica los deseos de esos gobernantes “racistas” de terminar la guerra precisamente por vías diferentes a las que proponen otros.

Putin y la comparsa bárbara, no tendrán que disparar un tiro para destruir a Occidente, pues como en Roma, las puertas se las están abriendo desde adentro las propias (im)potencias occidentales con el progresismo anti democrático.

Profile picture for user pericoperez

PURA LACRAS ASESINAS, TODAS LAS DICTADURAS AL INFIERNO CON SUS MATONES, ASESINOS, TERRORISTAS, LADRONES. TODOS AL INFIERNO.

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