El expresidente de Bolivia, Evo Morales (2006-2019), cumplió el sábado 2 de noviembre su primer día de huelga de hambre para presionar al Gobierno de Luis Arce, mientras las autoridades capturaron a 66 de sus seguidores que mantenían un bloqueo de carreteras.
El Gobierno de Bolivia ejecutó el viernes último un operativo policial y militar para despejar la carretera en Parotani, en el centro del país, el punto principal de bloqueo de los leales a Morales, que cumplían 19 días con la medida de presión.
La acción de las fuerzas de seguridad logró la detención de 66 personas que bloqueaban la ruta, de las cuales 56 fueron trasladadas hasta La Paz, sede de Gobierno, para ser procesadas por el delito de terrorismo, informó el ministro de Gobierno (Interior), Eduardo del Castillo, en la víspera, según el reporte de EFE.
"Semejante intervención policial y militar en Parotani, por tierra y por aire, por ambos lados (de la ruta) prácticamente toda esa carretera militarizada. El Gobierno tiene derecho a garantizar el libre tránsito, por supuesto, pero con semejante represión (es) una nueva provocación por parte del Gobierno", dijo Morales a la radio Kawsachun Coca.
Morales fue entrevistado en el auditorio de esa emisora cocalera, en el Trópico de Cochabamba, su bastión político y sindical, donde cumple su primer día de ayuno voluntario para forzar al Ejecutivo un diálogo en el cual se aborden sus demandas políticas y económicas.
El exmandatario comparó el arresto de sus seguidores con las medidas que tomaba el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003) cuando Morales era cocalero en el Trópico.
"Pobres compañeros, con su camisita, todo el día sin comer, y los presenta como terroristas. Por favor, está loco el ministro (del Castillo), es un escándalo. Felizmente, un grupo de abogados voluntarios se ha reunido y vamos a pelear la liberación", manifestó el exmandatario.
Morales pidió a sus seguidores que consideren hacer una pausa en los bloqueos para evitar "hechos de sangre" ante el avance del operativo policial y militar.
El expresidente se declaró en huelga de hambre "hasta que el Gobierno acceda a establecer mesas de diálogo por la crisis económica y los temas políticos con la participación de organismos internacionales y países amigos".
La Cancillería señaló que "una huelga de hambre solo es una estratagema para reducir el impacto negativo de la medida sobre el líder de la protesta y para llamar la atención de la comunidad internacional" y que esta "retórica radical" del exmandatario busca "acortar el mandato" de Arce.
Los bloqueos de carreteras en el Trópico de Cochabamba, que conecta con el oriente de Bolivia, cumplen 20 días, así como las rutas hacia el sur del país.
El presidente Arce dijo en la víspera que "no es posible ningún diálogo mientras se siga asfixiando la economía" y anunció que el desbloqueo en Parotani es "el primer paso" para seguir trabajando en la liberación de todas las carreteras que se mantienen cortadas.
El Gobierno denunció que también el viernes partidarios de Morales tomaron como rehenes a más de 200 militares y se apropiaron de armamento y municiones en la región cocalera del Chapare, mientras los disturbios generados por una investigación por presuntos abusos sexuales del exlíder continuaban por tercera semana.
En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores calificó a las personas que tomaron a los militares como miembros de "grupos irregulares", sin ofrecer otros detalles.
La cancillería indicó que la apropiación de armamento y la toma de rehenes "se constituye en una amenaza y un riesgo para toda la población boliviana de imprevisibles consecuencias".
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó el sábado en la red social X su "preocupación ante la agudización de la conflictividad" en Bolivia y llamó al Estado boliviano a "tomar medidas para garantizar la vida de las personas retenidas y atender los puntos de conflictividad, privilegiando el diálogo".
El viernes, Arce denunció que "grupos armados afines a Morales tomaron por asalto tres unidades militares" y "rehenes" en el Chapare.
El conflicto estalló hace tres semanas, cuando se conoció una orden de la Fiscalía para detener a Morales por el supuesto abuso de una menor de 15 años cuando él aún era mandatario en 2016. Es investigado por estupro, trata y tráfico de personas.
El domingo 27 de octubre, el político de 65 años denunció que su auto fue baleado cuando se dirigía a un programa de radio en esa zona. El ministro de Gobierno Eduardo del Castillo dio otra versión: dijo que Morales se resistió a la requisa de una patrulla antidroga y huyó.
Cientos de camiones con alimentos, mercadería de exportación y combustibles están atrapados en las carreteras. Los gremios empresariales hablan de millonarias pérdidas, el ministro de Desarrollo Rural, Yamil Flores estimó en 970 millones de dólares las pérdidas por los cortes de ruta, informó la agencia AP.
Morales acusó a su heredero y sucesor de "armar" un caso judicial para sacarlo de la carrera presidencial de 2025. Arce acusa a Morales de "boicotear" su gestión para agravar la crisis por razones "personales" y anunció que su Gobierno no permitirá la impunidad.
La pelea entre ambos líderes fracturó al gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), que afronta su peor crisis, lo que amenaza su hegemonía política en 18 años de Gobierno.
Y a los huelguistas se les ve en la boca una bola de coca, como para ir tirando.
Ya el compañero Bevo apesta, sus compañeros deben sacrificarlo, a pedradas con el compañero de los compañeros Bevo Morrales……..Adelante compañeros!
Ya lo dije, si matan a Evo va a haber un solo muerto; si no lo matan va a haber miles de muertos. ¿Cuál es la mejor opción? Sin duda, la primera.