Cuba viajará a los Juegos Olímpicos de París 2024 con 62 deportistas, su delegación más pequeña en 60 años, aunque el número de nacidos en la Isla que competirán en la capital francesa es mayor, si tomamos en cuenta a los 21 exponentes que representarán a otras banderas, uno menos que en Tokio 2020. Grandes estrellas con opciones reales de subir al podio, atletas que vivirán su última oportunidad bajo los cinco aros y otros que debutarán, conforman esta comitiva sin vínculos con el movimiento deportivo cubano.
El listado lo encabezan Pedro Pablo Pichardo (Portugal), Jordan Díaz (España) y Andy Díaz (Italia), serios aspirantes al trono del triple salto masculino; así como los voleibolistas Melissa Vargas (Turquía), Wilfredo Léon (Polonia) y Yoandy Leal (Brasil), y el canoísta Fernando Dayán Jorge (Equipo de Refugiados), estos últimos también con la mirada puesta en las medallas.
Pichardo, primer y único atleta nacido en Cuba en ganar un título olímpico con otro país, saldrá a defender su corona de Tokio 2020, pero tendrá una competencia feroz ante ambiciosos saltadores que llegarán a París con deseos de mostrar su talento en el escenario más exigente del universo deportivo. El primero en la lista de contrincantes del santiaguero es Jordan Díaz, joven habanero que lo venció de forma espectacular en el Europeo de Roma, con la tercera mejor marca de la historia.
Hasta los 18,18 metros llegó el discípulo de Iván Pedroso, quien se perdió la cita estival de Tokio, precisamente por su decisión de abandonar la selección cubana en una escala en Madrid, a menos de un mes de los Juegos. En aquel momento, el chico tenía 20 años y no estaba listo para pelear contra los mejores, pero ahora se ha erigido en el rival a batir tras su espectáculo en Roma.
En la propia prueba también hay que prestar mucha atención Andy Díaz, recordista nacional de Italia y ejemplo de estabilidad sobre los 17,60 metros desde 2021 hasta la fecha. Si los astros se alinean, puede darse una final olímpica en el triple con seis cubanos, en caso de que Lázaro Martínez, Christian Nápoles y Andy Hechavarría, quienes sí representarán a la Isla, logren avanzar a la discusión de preseas. Sería algo único y casi irrepetible en la historia del atletismo bajo los cinco aros.
También en el deporte rey tendremos a Yulenmis Aguilar (España) en la jabalina y a Yasmani Copello (Turquía) en los 400 con vallas. Ambos guardan un punto de conexión, pues fueron descartados por el alto rendimiento cubano y decidieron hacerse de un espacio en Europa. Copello, quien va a sus terceros Juegos consecutivos, fue bronce en Río 2016, mientras Aguilar llega a París con la novena mejor marca de 2024.
El voleibol será otra de las disciplinas con presencia cubana, a pesar de que los equipos nacionales no clasificaron en la modalidad de sala. Wilfredo León, que no pudo reeditar hace solo unos días el título polaco en la Liga de Naciones (VNL), va en búsqueda de una de las pocas coronas que faltan en su palmarés. En Tokio ni siquiera pudo pelear por las medallas, pues cayó ante Francia en cuartos de final. Esa espina todavía la tiene encajada el santiaguero. Por otra parte, Yoandy Leal tendrá que aportar mucho para que Brasil regrese al podio olímpico tras la experiencia fallida de Tokio.
La otra gran atracción cubana será Melissa Vargas, reina indiscutible del equipo turco. En la más reciente VNL, la cienfueguera demostró estar totalmente recuperada de la lesión que la alejó de las canchas por unos meses: marcó dobles dígitos en 12 de los 13 partidos que jugó y consiguió más de 30 unidades contra potencias como Italia (33), Serbia (31), China (31) y Polonia (39). No obstante, su equipo cayó eliminado en cuartos de final y no pudo repetir la corona de 2023, escenario que espera cambiar en París, donde Turquía buscará el primer podio olímpico de su historia en el voleibol femenino.
Los deportes de combate, en los que Cuba tiene una enorme tradición, también tendrán representación antillana bajo otras banderas. En el boxeo, Javier Ibáñez debutará en Olimpiadas con Bulgaria en los 57 kilogramos, guiado por el entrenador Joel Soler, también nacido en la Isla. El matancero, campeón mundial juvenil y titular en los Juegos Olímpicos de la Juventud en 2014, buscará la primera medalla de un pugilista búlgaro desde 2012.
Los otros dos representantes antillanos en los cuadriláteros parisinos serán los conocidos Emmanuel Reyes (España) y Loren Alfonso Domínguez (Azerbaiyán), ambos en la división pesada de 92 kilogramos, en la que podrían cruzarse con Julio César La Cruz, el principal exponente de los Domadores de Cuba. La rivalidad del camagüeyano con Reyes ya fue palpable en Tokio, donde cruzaron declaraciones, pero al final "La Sombra" terminó imponiéndose en el duelo directo.
Domínguez, por su parte, tiene todavía más cartel que Reyes, pues ganó bronce en Tokio tras caer en semifinales con Arlen López. Después ha continuado su ascenso, con el título mundial en Belgrado 2021 y la plata en Tashkent 2023. Ahora competirá en una categoría de peso superior, en un momento de plena madurez deportiva a sus 29 años.
Yasmani Acosta (Chile) volverá a concursar en los 130 kilogramos de la lucha greco, con la esperanza de obtener la medalla olímpica que se le escapó en Tokio, cuando perdió por el bronce ante Sergei Semenov. Precisamente, la ausencia del ruso y del turco Riza Kayaalp le abren opciones al cubano-chileno, quien podría cruzarse en el camino de Mijaín López. También por Chile debutará Néstor Almanza Jr. (67 kg) en lides bajo los cinco aros.
En el estilo libre, Frank Chamizo (Italia) se coló a última hora luego del despojo que sufrió en el clasificatorio europeo celebrado en Bakú, donde hasta fue tentado con una oferta de 300.000 dólares para que perdiera. Chamizo denunció aquella situación y la Unión Mundial de Luchas reconoció que los jueces se habían equivocado en el veredicto de su pelea, pero ya no se podía revertir. Después, el cubano-italiano no pudo obtener un cupo a París en el Preolímpico mundial, pero la renuncia de los gladiadores rusos le ha abierto finalmente un espacio.
De los colchones saltamos a los tatamis, donde estarán las cubanas María Celia Laborde (Estados Unidos) y Ana Laura Portuondo (Canadá) en 48 y +78 kilogramos, respectivamente. Laborde, bronce mundial en 2014 representando a Cuba, vivirá su primera experiencia olímpica tras emigrar hace ya una década. En el caso de Portuondo, nació en Matanzas, pero se fue muy pequeña con su familia a Canadá, donde ha hecho carrera guiada por el multimedallista olímpico y mundial Nicolas Gill. En París competirá por primera vez en Olimpiadas, solo unos meses después de vencer a la mismísima Idalys Ortiz en el Campeonato Panamericano y de Oceanía de Judo celebrado en Brasil.
Otra gran carta cubana en la capital francesa será Fernando Dayán Jorge, incluido en el Equipo de Refugiados. El canoísta ganó el título olímpico del C-2 junto a Serguey Torres en Tokio, pero poco después abandonó una delegación en México y se estableció en Estados Unidos. Lleva tiempo sin competir al más alto nivel, pero por su talento deberá ser tomado en cuenta como un rival duro en el C-1 a 1.000 metros.
También en el Equipo de Refugiados aparece el pesista Ramiro Mora, quien tendrá su estreno en citas bajo los cinco aros. En este deporte quedaron sin opciones los campeones mundiales Arley Méndez y Oscar Reyes, representantes en otros eventos internacionales de Chile e Italia, respectivamente. Ninguno de los dos figuró entre los mejores de los rankings clasificatorios rumbo a París.
Arley pasó mucho tiempo sin competir durante el proceso clasificatorio que comenzó a finales de 2022 y eso lo lastró significativamente, mientras Reyes se vio perjudicado por el hecho de que su división (81 kg) fue eliminada del programa olímpico. El cubano-italiano quedó entonces en un limbo, pues le sería muy complicado bajar hasta los 73 kg o subir a los 89 para buscar un boleto a París.
La lista de 21 cubanos que competirán bajo otras banderas en los Juegos de la capital francesa la completan el basquetbolista Ysmael Romero y el velerista Pedro Luis Fernández Jr., ambos con Puerto Rico, así como el esgrimista Neisser Loyola (Bélgica).
Romero, conocido como "El Cubanazo", fue un puntal de la selección boricua en el reciente torneo clasificatorio y será el primer antillano presente en el concurso masculino del baloncesto en Olimpiadas desde Moscú 1980. Por su parte, Fernández Jr. seguirá los pasos de su padre, quien compitió por Cuba en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 en la clase 470.
Por último, Loyola (25 años) es hijo de Nelson Loyola, uno de los integrantes del equipo olímpico cubano de espada que ganó el bronce olímpico en Sydney 2000. Posterior a este triunfo, la familia se asentó en Bélgica, precisamente cuando Nelson fue contratado como entrenador de la selección nacional de ese país. Neisser ha hecho carrera en Europa y en el Mundial de El Cairo 2022 fue medallista de bronce en el concurso individual de espada. Dos años después, quizás pueda ser una de las revelaciones cubanas en París.
Cuba premia a sus atletas con litro de aceite y platanos, que esperaban..... la gente no es comemierda.
y a veces un mango.
o una regadera