Bajo el título de "Jóvenes universitarios: el desafío de emprender", el sitio oficial Cubadebate ha exaltado a tres jóvenes estudiantes universitarias que, además de cursar sus respectivas carreras en la Universidad de La Habana, llevan adelante "emprendimientos".
De acuerdo con el medio, emprender está relacionado en el contexto de la Cuba actual con términos como "superación, independencia y por qué no, éxito". De ahí que, resalta, "muchos jóvenes universitarios en la Cuba de hoy ya no solo se dedican a estudiar, ser más independientes se ha vuelto casi una necesidad y buscan alternativas para lograrlo, en ocasiones en trabajos relacionados con su carrera, pero en otras, ponen en práctica sus habilidades y talentos, que van desde la costura hasta el conocimiento de cosmética natural".
El primer ejemplo que ofrece Cubadebate es el de Diana López, estudiante de tercer año de Comunicación Social, quien junto a su hermana impulsa Bloom accesorios, que desde hace un año elabora bisutería.
"A nosotras desde pequeñitas nos encanta hacer pulsitos, collares, y ese tipo de accesorios. Antes lo hacíamos para la familia, pero un día resultó que mi hermana llevó algunos a su escuela y a sus amigas les encantaron y decidimos empezar a venderlos, porque la verdad que es algo que nos gusta muchísimo a las dos", contó López para el reportaje.
Por su lado, Gabriela Ruso, estudiante de Licenciatura en Turismo, lleva adelante su emprendimiento Es Natural, creado junto a su mamá durante la pandemia, cuando la segunda se quedó sin trabajo.
"Mi mamá trabaja en un spa y también le gustan mucho las cosas naturales y la cosmética. Entonces por eso creamos una tienda de productos naturales con una onda ecológica", explicó Ruso.
Finalmente, Maday, que estudia cuarto año de Licenciatura en Química y cuyo apellido no es mencionado en el reportaje, fundó con una amiga de la beca a principios de este año LabCrafted crochet, de accesorios tejidos. Para ambas, la iniciativa busca "aliviar la carga económica de sus padres, que al ser ellas becadas, no es poca", señala el reporte.
"Primero empezamos con las blusas, pero resultó muy complicado porque hay que tomar las medidas de las personas. No todo el mundo tiene economía como para poder comprarse una prenda de ropa tejida, el hilo no es nada barato. Por ello decidimos elaborar productos más pequeños, como aretes y llaveros", explicó Maday.
Aunque el reporte reconoce que estos "emprendimientos" suponen un "incremento en el rigor" de las ocupaciones que como estudiantes universitarios ya tienen las entrevistadas, enfatiza que sus resultados les permiten tener "un poco más de autonomía". Pero Cubadebate no menciona qué ingresos obtienen las jóvenes.
En cambio, llama la atención el esfuerzo extra que en la vida cotidiana de las tres jóvenes supone estudiar y echar adelante estos trabajos, por demás apenas relacionados con sus carreras. Así, López asegura que "es bastante complicado, porque la universidad demanda muchísimo tiempo y el emprendimiento también. Más allá de ambas cosas, nos encargamos de la casa y muchas veces es bastante difícil continuar con esto, pero tengo a mi hermana y nos ayudamos la una a la otra".
Mientras que Ruso, que además maneja las redes sociales de Es Natural, reconoce que "el trabajo del emprendimiento lleva tiempo (...) Hay que estar también constantemente atendiendo a las personas que te escriben por WhatsApp para los encargos. A veces uno llega de la universidad y no tiene ganas de hacer nada, pero vale la pena sacar el tiempo".
Por su parte, Maday considera que tejer le permite "aprovechar su tiempo libre". Ese tiempo es para ella, sobre todo, las largas horas de espera por un transporte público: "Elegimos este tipo de artesanías porque es algo que puedes hacer en cualquier lugar. Por ejemplo, cuando estás en una parada esperando la guagua para ir a la facultad o en el tiempo que demora una reacción química y tienes que estar ahí vigilándola, así podemos hacer algo útil en esos instantes que de otra manera hubiéramos desperdiciado".
Y en el caso de López, la confección de bisutería la ayuda a combatir el estrés. "Hacer accesorios me da mucha paz y tranquilidad. Me desconecta por completo de todo el estrés que me puedan dar los estudios y los otros trabajos. Es como mi momento creativo y me siento renovada después que termino de trabajar", dice, reconociendo que además tiene "otros trabajos".
Para Maday el estrés es también un problema y su "emprendimiento" le ayuda a relajarse: "El crochet tiene la ventaja de que desestresa mucho y te ayuda a concentrarte, y eso realmente lo he sentido desde que empecé a tejer", aportó.
Ruso opina que Es Natural la prepara "para después enfrentarme a un trabajo real", si bien "económicamente también es una ayuda, ya que ahora mismo todo está tan caro y el hecho de tener otra entrada de dinero y no depender tanto de mis padres es un alivio. Además, puedo incorporar los conocimientos de marketing aprendidos en mi carrera y chocar con la realidad".
Las jóvenes agregan que tienen el sueño de crecer, de hacer talleres para niños compartiendo sus conocimientos, e incluso de abrir una tienda que les permita convertir las iniciativas en una forma de empleo y ser útiles.
Y aunque Cubadebate asegura que las iniciativas de las estudiantes universitarias "van más allá de lo monetario" y las considera como una acción "admirable", es llamativo que no mire el panorama más amplio. ¿Por qué las familias ya no pueden ayudar a los cubanos que se becan? ¿Por qué tantos universitarios cubanos de hoy trabajan?
En la década de 1990 era común ver a universitarios de provincia becados en La Habana, futuros abogados, periodistas, historiadores del arte o filólogos, trasegar arroz, ristras de ajo y cebolla e incluso café desde esos territorios para venderlos en la capital. En medio del denominado Periodo especial, muchos de esos jóvenes tuvieron que entregarse a "la lucha" para alimentarse.
Hoy, mientras Cuba atraviesa la peor crisis en una generación, es común que jóvenes universitarios trabajen después de clase en restaurantes, tiendas y otros negocios privados. O, como en estos casos, impulsen sus propias iniciativas para obtener ingresos.
No importa cómo lo trate de embellecer la prensa oficial, los jóvenes que se quedan en Cuba y además tratan de hacer su carreras en la Isla se enfrentan a mayores desafíos para sobrevivir que no hay cómo disfrazar de vocación emprendedora o de búsqueda de autonomía.
Finalmente, queda una pregunta más para los jóvenes que se esfuerzan por terminar sus carreras: una vez graduados, ¿tendrán que seguir impulsando sus emprendimientos además de desempeñarse como profesionales? ¿Cuba va a avanzar así?
Buscarse un dinerito extra lo hacen muchos universitarios en otros países y no es precisamente "emprendimiento" yo entiendo como tal cuando una persona invierte un dinero en sacar adelante un proyecto de negocio con el que piensa vivir de ello.
Estos castristas son magos con el vocabulario, disfrazan la realidad del surgimiento de nuevos negocios malos o buenos, de exitos o de fracasos con esa dichosa palabreja "emprendimiento". Avanzando en el camino del socialismo que es el mas largo entre capitalismo y capitalismo...
Si lo soporta, sólo tiene que leer el Granma, por ejemplo.