Restan 12 días para las elecciones presidenciales en Argentina. El diputado y economista ultraliberal Javier Milei sigue en punta en las encuestas, pero sin el caudal de votos para evitar la segunda vuelta. La fotografía que muestran los sondeos previos al 22 de octubre coloca en segundo lugar al actual ministro peronista de Economía, Sergio Massa.
Si se cumple tal pronóstico, la gran derrotada en estas elecciones sería la exministra conservadora Patricia Bullrich, colaboradora cercana del presidente Mauricio Macri durante su mandato entre 2015 y 2019. Tal escenario, por otro lado, dibuja una elección polarizada entre factores peronistas, que van unificados incluyendo al kirchnerismo, y posiciones ultraliberales como las que defiende Milei, todo esto atravesado a fin de cuentas por el tema del tamaño y el rol del Estado.
Tras la realización de dos debates presidenciales, de carácter obligatorio y televisados a todo el país, analistas consideran que no tendrán gran influencia en el estado de la opinión pública estos encuentros cara a cara, entre los aspirantes a la jefatura de Estado para el lapso de gobierno 2023-2027.
"Argentina dejó atrás los dos debates presidenciales sin mayores estridencias. Abundaron los cruces y chicanas, pero ninguno de los cinco candidatos que pugnan por llegar a la Casa Rosada cometió un error garrafal, de esos que hunden una carrera, ni tampoco metió el gol de Diego Maradona a los ingleses en 1986", apunta el periodista político Hugo Alconada al hacer un balance de los dos debates presidenciales que tuvieron lugar los domingos 1 y 8 de octubre.
Por su parte, Mario Riorda, quien es director de la Maestría en Comunicación Política de la Universidad Austral, en Buenos Aires, dice a DIARIO DE CUBA que los debates presidenciales "siempre producen efectos, pero son sumamente discretos", y precisa que "entre los efectos que producen, mayormente, es un refuerzo de las creencias previas".
Riorda, académico y analista de las dinámicas comunicacionales en la política argentina, recuerda la teoría del "libreto recíproco preestablecido" al ser consultado por DIARIO DE CUBA: "Los partidarios reciben lo que esperaban de sus candidatos y los no partidarios critican lo esperable de otros candidatos, entonces hay muy poco cambio".
Las elecciones presidenciales están previstas para el 22 de octubre y, en caso de que nadie resulte ganador por amplio margen, habrá balotaje el 19 de noviembre. Para evitar la segunda vuelta, por ejemplo, Milei quien pasó a ser el favorito tras ser el candidato más votado en las primarias del pasado 13 de agosto, debería obtener el 40% de los votos y sacarle más de diez puntos porcentuales de diferencia al segundo o sumar directamente 45% de los sufragios.
Tal como lo reseñó DIARIO DE CUBA, ese escenario no parece ser el más probable, aunque Milei encabeza todos los sondeos.
La sección de datos del portal RTVE de España, por su parte, tras comparar y cruzar los datos de diez encuestadoras argentinas sostiene que Milei tiene una intención de voto de 33,3%, que parece ser sólida, seguido de Massa con 28,8% y significativamente detrás aparece Bullrich en tercer lugar, y por tanto fuera del balotaje, con 24,7%. Otros dos candidatos, una de izquierda y otro un peronista disidente, no alcanzan el 5% de las intenciones de voto.
Para no pocos observadores es un hecho significativo que Massa se posicione en segundo lugar siendo el ministro de Economía del actual Gobierno que encabezan Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, cuyos guarismos económicos reflejan una crisis severa con alta inflación y devaluación, crecimiento acelerado de la pobreza y achicamiento del empleo formal.
A juicio de Riorda, esto no es necesariamente una buena noticia para el oficialismo, ya que "el peronismo ha sido históricamente mucho más fuerte de lo que está siendo en estas elecciones" y "aunque pueda parecer positiva la posibilidad de que Massa pase a una segunda vuelta, no deja de ser negativo, en perspectiva histórica, que el peronismo se enfrenta a su peor votación".
Massa, según un análisis hecho a partir del uso de la Inteligencia Artificial por el diario La Nación, pese a ser el más atacado o señalado en los debates, por la debacle económica y sonados casos de corrupción, mantuvo una gestualidad calmada ante las cámaras.
"Massa es un profesional de la política y los golpes que esta vez recibió en abundancia no lograron evitar que la calma sea el principal estado de ánimo detectado por la Inteligencia Artificial que le leyó los gestos durante el debate", mantiene el diario porteño al analizar el segundo debate efectuado este domingo en la Universidad de Buenos Aires.
Finalmente, Riorda sostiene que, al estar Argentina en medio de una ruptura de su sistema de partidos, simbolizada por el ascenso de Milei entre otros factores, Massa podría beneficiarse de una suerte de reagrupación de las bases del peronismo.
Si se suma el número de votos, "la oferta queda ubicada preferentemente hacia la derecha con Milei y Bullrich, así el apoyo a Massa y a la coalición Unión por la Patria es también un voto reacción a ese proceso de relativa derechización de la sociedad argentina", apunta Riorda, quien es el presidente de la Asociación Latinoamericana de Investigadores en Campañas Electorales (ALICE).
Aparte de que las encuestas de los contrarios a Milei son pagadas, de las que todos los analistas toman sus datos son por lo tanto altamente dudosas.
En las primarias estas dieron a Milei por perdedor, y en las comparecencias los presentadores de los Medios se toparon que Milei los ponía en su sitio, y les hacía quedar como ignorantes, por la forma original de abordar los problemas existenciales de la Argentina. Milei es clásico fenómeno del líder que aparece en una sociedad agotada, que es manejada por por intereses en lugar de Conveniencias de Nación y país,
Creo que Milei dará una sorpresa y un cambio a la Argentina.
Es curioso como los periodistas e intelectuales de periodicos y bares, repiten el mismo estribillo en el que etiquetan a los bandos politicos con un tufo evidente de parcialismo y doble estandar.
Para estos eruditos de la (des)informacion, las palabras comunistas, socialistas o ultra izquierdistas practicamente no existen, y es mejor adornarlas de centro-izquierda, progresistas o moderados, pero por otra parte, no vacilan en asegurar que Milei es un ultraliberal (sin aclarar como se puede ser ultra del liberalismo), la italiana Giorgia una reaccionaria y todos los que se oponen al control social y el totalitarismo unos reaccionarios o fascistas.
Asi estamos en este mundo de hipocresia en el que entre terroristas fundamentalistas de orientacion religiosa y politica, y salvadores del medio ambiente y la igualdad social se estan llevando en las patas a las democracias occidentales.
Y ni hablar del sambenito de “extrema derecha”, que se lo ponen a cualquiera que esté a la derecha de Stalin.