El régimen prohíbe entrar a la Isla a una cubana residente en Canadá por exponer en redes a Manuel Marrero

La cubana residente en Canadá Glenda Corella Céspedes denunció que el régimen cubano le impidió entrar a la Isla debido a una publicación en redes sociales en la que se cuestionó al primer ministro, Manuel Marrero, en otro acto de castigo a los emigrados que ya ha aplicado el aparato represivo de la Isla contra activistas en EEUU.

De acuerdo con Corella Céspedes, residente en Toronto, tras viajar en marzo último junto a una amiga en la aerolínea canadiense Sunwing hasta Holguín, con la idea de asistir a la boda de su hermano y cargada de medicamentos y suministros para su madre, recién sometida a un tratamiento de quimioterapia, las autoridades la retuvieron durante el desembarco del vuelo.

"Vi que cinco oficiales de migración subieron al avión y dijeron que todos podían bajarse excepto Glenda Corella Céspedes", contó a la cadena canadiense CBC. Ello, pese a que viajaba con su pasaporte cubano actualizado, como exige La Habana a sus emigrados para entrar a su país de nacimiento.

La cubana tuvo que permanecer en el avión mientras los trabajadores del aeropuerto hacían las labores de limpieza, hasta que un presunto alto oficial subió a bordo y le entregó "un papel que decía 'negación'. Sin ninguna explicación en absoluto".

"Ella sabe lo que hizo, sabe lo que hizo", habría sido la única explicación que recibió de parte del funcionario.

Según Corella Céspedes, quien residía en Gibara antes de emigrar, sus problemas comenzaron cuando le dio "Me gusta" a un comentario en Facebook donde se criticaba a una miembro del Partido Comunista en Gibara que trabaja como doctora en el hospital de esa ciudad, en el que ella trabajó como enfermera mientras vivía en Cuba.

La doctora, cuyo nombre no es mencionado por CBC, habría formado parte de un grupo musical de tres mujeres que actuó para el primer ministro cubano, Manuel Marrero, durante una visita a Gibara principios de 2023. Marrero es diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular por ese municipio.

Según Corella Céspedes, la doctora recibió burlas y críticas tras publicar en sus redes sociales un video de la actuación. Varias personas la acusaron de "darle una serenata" a Marrero en vez de señalarle el estado de abandono del hospital y la falta de medicamentos y alimentos para los pacientes. Varios de esos comentarios críticos provinieron de antiguos residentes de Gibara que ahora viven fuera de Cuba.

Y aunque el video habría sido eliminado de las redes, según Corella Céspedes, sus padres en Gibara comenzaron a recibir advertencias de miembros locales del Partido Comunista para que le dijeran a su hija que dejara de hacer comentarios críticos.

La cubana compartió con CBC capturas de mensajes de WhatsApp recibidos desde Cuba de un perfil que se identifica como José Manuel Santos, quien le "aconseja" tras su prohibición de entrada: "Tienes a tus padres aquí y tienes sobrinos, sobrinas y primos. No pongas nada más en tu muro. Tu prohibición es por dos años, pero si sigues compartiendo cosas en tu muro, lo cambiarán a vida. Tienes a tu mamá aquí. Compórtate conmigo".

Corella Céspedes relató haber llegado a Canadá en 2012, después de ocho años solicitando permiso para abandonar el país. Aseguró que nunca fue activa cuestionando el estado de cosas en Cuba, hasta que la represión de las protestas del 11J la hizo cambiar de actitud.

Dijo también que, pese a la prohibición y las amenazas, no se quedará callada y seguirá publicando en las redes sociales su opinión sobre la situación en Cuba. Asimismo, enfatizó que no piensa intentar regresar a la Isla mientras el régimen siga a cargo.

"Lo siento por mi madre. Lo siento por mi padre, por mi hermana, por mi hermano, por mi primo, amigos, todos. Pero no es posible que regrese", comentó.

La Habana ha recurrido con cada vez más frecuencia en los últimos años a la expatriación de activistas y opositores, así como a la prohibición de ingreso al país de cubanos que, como en el caso de la periodista Karla Pérez y las activistas Anamely Ramos y Omara Ruiz Urquiola (a esta última en cuatro ocasiones), ni siquiera tienen residencia en el exterior, sino que salieron de viaje con visado de turista. Pero no son las únicas.

En un análisis sobre el tema, DIARIO DE CUBA detalló los derechos recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en la Constitución cubana que violó el régimen al impedir la entrada a la Isla a estas personas.

En marzo último, grupos independientes de derechos humanos y activistas cubanos denunciaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) las violaciones al derecho a la circulación de las personas en que incurre el régimen de la Isla al imponerles la expatriación forzada o destierro, así como también el veto a cubanos de regresar a su país.

Los testimonios presentados allí coincidieron en que el derecho a la circulación de las personas ha sido uno de los más violados en los últimos años por el régimen cubano, puesto que ha sido ampliamente usado para reprimir a las personas que participaron en las protestas masivas del 11J y otras sucedidas en los últimos años.

Activistas de la ONG de asesoría legal Cubalex y del colectivo Justicia 11J resaltaron en la audiencia que, a pesar de que este derecho está consagrado en la Constitución cubana de 2019, varios decretos sobre seguridad nacional han sido usados para limitar la libre circulación de las personas en la Isla, incluida la prohibición de salida o ingreso al país de cubanos que representen "un peligro", a pesar de que no haya sobre estas personas una acusación legal.

"Es una herramienta de control para impedir el trabajo de defensa los derechos humanos en el terreno", dijo la abogada cubana Laritza Diversent, directora de Cubalex.

Tales decretos, agregó, también niegan la expedición de pasaportes, una práctica de la que han sido víctimas numerosos periodistas independientes y activistas de la sociedad civil independiente.