Escasez de agua en Camagüey: más descontrol que sequía

La ciudad de Camagüey enfrenta una severa crisis en el abasto de agua debido a la sequía en el territorio, pero sobre todo al funcionamiento de un solo sistema de bombeo, de los cuatro que tributan a la planta potabilizadora de la urbe.

Según una nota publicada en el periódico oficialista Adelante, las presas de abasto a la población se encuentran al 41,8% con un 29% de llenado los embalses. No obstante, Gilberto Toro de Armas, subdelegado técnico de Recursos Hidráulicos, explicó al medio de prensa estatal que este déficit no tiene relación con la ausencia del líquido que ha habido en el centro de la ciudad durante las últimas semanas, pues la planta potabilizadora está recibiendo el volumen necesario. La razón de la diferente distribución estaría entonces en el manejo de las válvulas, que no garantiza que la entrada sea equitativa y llegue a las zonas altas.

Ante esta difícil situación, las acciones de las autoridades locales para darle solución y aliviar el malestar de los camagüeyanos han sido la ignorancia, la falta de gestiones y el poco control en el terreno.

"Desde que empezó el año esto ha sido caótico con el agua del acueducto, y es que no abren la válvula que nos abastece, porque en las entrecalles sí hay", dice Disneydis Álvarez, vecina de la calle A del reparto La Guernica, de la capital agramontina. "Anoche pusieron el agua a las 3:00 de la madrugada y solo llené dos cubos. Tengo a mi abuelo de 90 años encamado y por su condición se orina y defeca en la cama; además, tengo dos niños pequeños. He llamado al Gobierno, al puesto de mando, a la delegada. Todos se limpian y nadie hace nada".

"Vivimos frente al cuerpo de guardia del Hospital Pediátrico de Camagüey, hace más de dos años que no entra agua, lo hemos dicho y no le importa a nadie", se queja un poblador del barrio La Caridad.

Asimismo, Yanelys cuenta que en la zona de Vista Hermosa desde el mes de octubre de 2022 no tienen agua. "Hace dos fines de semanas vino una comisión al lugar donde está la llave que manipulan y, como siempre, nada", critica. "Mi papá escribe a todas partes, va a cuantas reuniones hay y tampoco dan respuesta".

El reparto de agua en camiones cisterna (pipas) debería mejorar las condiciones de vida de los habitantes, pero estos vehículos también están escasos.

Según vecinos de la capital camagüeyana que prefirieron mantener el anonimato, tienen que pagar 1.500 pesos a los piperos de forma clandestina, porque en muchas ocasiones han exigido al Estado que envíe los camiones cisterna y las respuestas han sido: "no hay combustible", "tenemos una sola disponible" o "va en camino"… y nunca llega.

Por otra parte, Leonardo Soto Romero, delegado provincial de Recursos Hidráulicos en Camagüey, dijo en un reporte del Noticiero Nacional de la Televisión Cubana que el embalse Máximo está sometido a un proceso inversionista con la aprobación de un nuevo monto financiero para la adquisición de equipamientos y la instalación de tres posiciones de bombeo. Sin embargo, una nota de prensa en el medio oficialista Radio Camagüey refiere que Soto Romero detalló que para fines de marzo debería haber estado concluida la instalación de tres posiciones de bombeo de las siete que tendrá la presa, algo que no se cumplió.

Por otra parte, en varios reportes de prensa directivos abordaron el problema del agua proporcionando una serie de justificaciones basadas en la falta de recursos e inversiones. Los funcionarios omitieron, sin embargo, el crédito blando de 40 millones de dólares concedido en diciembre del 2014 por el Gobierno de Arabia Saudita para el mejoramiento del sistema hidráulico en Camagüey.

En 2016, Luis Palacios Hidalgo, director del proyecto inversionista, comentó a Radio Cadena Agramonte que, a partir de junio de ese mismo año, la provincia dispondría, gracias al crédito concedido, del "equipamiento tecnológico y dispositivos necesarios para el sector del acueducto, garantizando la cantidad y estabilidad del agua a la población". Para ello, detalló, que se destinarían 1,8 millones de pesos para la planta potabilizadora de Camagüey.

Siete años después, el escenario es más crítico. El régimen habla de inversiones y no brinda soluciones. Mientras tanto, Disneydis, Yanelys y otros miles de camagüeyanos continúan cargando sus cubos de agua y luchando contra el día a día en una ciudad en peligro de derrumbe.